Viene el frío y el riesgo del monóxido de carbono: repasá las recomendaciones

Cada año se registran cerca de 200 muertes por intoxicaciones por monóxido. Evitá caer en una tragedia.

Viene el frío y el riesgo del monóxido de carbono: repasá las recomendaciones

Por: Mendoza Post

Se viene el frío a Mendoza y comienzan a encenderse las estufas, calefactores y otros artefactos para combatir el frío. Pero con este hábito estacional también reaparece el riesgo de la intoxicación por monóxido de carbono (CO), un gas altamente tóxico que puede acumularse en ambientes cerrados sin dar señales visibles ni perceptibles y que todos los años produce muertes. 

Incoloro, inodoro e insípido, el monóxido de carbono se convierte en una amenaza cuando los artefactos que funcionan con combustibles -como gas, leña, carbón, kerosén o nafta- no tienen una combustión completa o se usan en espacios mal ventilados.

"Cualquier artefacto que utilice material combustible puede generar monóxido de carbono si la combustión es incompleta y no hay buena ventilación", advierten los médicos. Entre los aparatos más comunes que pueden emitir este gas se encuentran calefones, termotanques, estufas, braseros, salamandras, cocinas y hornos.

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Claves para evitar una tragedia

Revisar las instalaciones: Es fundamental asegurarse de que estufas, hornallas y calefactores estén en buen estado. Si la llama no es azul o hay manchas negras de hollín, hay que llamar a un gasista matriculado.

Ventilar a diario: Aunque haga frío, abrir ventanas al menos una vez al día permite renovar el aire y reducir el riesgo de acumulación de monóxido.

Evitar dejar artefactos encendidos por la noche: Dormir con estufas o braseros prendidos, especialmente si no tienen salida al exterior, es extremadamente peligroso.

Usar detectores de monóxido: Son dispositivos accesibles y eficaces que alertan cuando el gas comienza a concentrarse en el ambiente.

Reconocer los síntomas: Dolor de cabeza, mareos, náuseas, vómitos, visión borrosa, debilidad o dolor en el pecho pueden ser signos de intoxicación. En casos graves, se puede llegar a convulsiones o pérdida del conocimiento. Frente a cualquier sospecha, es vital acudir de inmediato a un centro médico.

Los grupos más vulnerables son los niños, personas mayores, embarazadas, fumadores y pacientes con enfermedades cardiovasculares o respiratorias, quienes pueden presentar síntomas más intensos y con mayor rapidez.

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