En la víspera del Día del Periodista, el Gobierno renombró el lugar en recuerdo a la comunicadora fallecida.
Una sala del Independencia fue bautizada como Marina Correa
El Gobierno de Mendoza bautizó a una sala del Teatro Independencia como Marina Correa, en homenaje a la experimentada periodista especializada en cultura, quien murió a fines de febrero de este año.
Marina Correa fue una reconocida periodista mendocina que a lo largo de su carrera realizó colaboraciones en diversos medios locales, nacionales e independientes, e incluso estuvo a cargo de la prensa del Teatro Independencia durante varios años.
Reconocida por sus colegas y hacedores culturales, se destacó también como defensora de los animales y era conocida por su compromiso con la adopción responsable de los mismos, por manifestarse contra el maltrato de diversas especies y su participación en diversas organizaciones.
"Marina era muy respetuosa con todos y cada uno de los hacedores culturales y sus colegas. Fueron muchos años trabajando y ponía amor en cada una de sus acciones. Realmente nosotros aprendimos a amar la cultura a través de ella. Siempre tenía palabras de aliento para sus colegas con cada uno de sus emprendimientos particulares y sus objetivos. Ella consideraba que era un gran artista, desde el más consagrado hasta quiénes daban sus primeros pasos. En cada una de sus gacetillas volcaba su amor, investigaba a fondo y empatizaba con cada uno de ellos y esa pasión se ve reflejada en esta familia, que hoy se encuentra un poco devastada pero que sigue adelante. Simplemente queremos agradecer la iniciativa a la Subsecretaría y a sus compañeros del teatro", declaró Analía, hermana de Marina.
El subsecretario de Cultura, Diego Gareca, reconoció: "En primer lugar agradecemos la presencia de la familia. La intención es homenajear a aquellas personas que aportaron a la cultura de Mendoza, en el caso de Marina por la incansable difusión de los artistas con un compromiso manifiesto. Este teatro que está cumpliendo 100 años, tiene su carga simbólica y es por eso que los camarines tienen los nombres de distintos referentes culturales y artistas que se han desarrollado en distintas disciplinas y han marcado a fuego muchas generaciones. Entonces, es un reconocimiento pero, también, es una construcción simbólica y en este caso porque Marina tenía un fuerte compromiso para con la cultura y colocar su nombre es saber que cuando un mendocino o alguien visite Mendoza, venga al teatro, pueda preguntarse '¿Quién era Marina Correa?', y así sea parte de la historia de este Teatro Independencia".
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Por su parte, Viviana Beinat, directora del Teatro Independencia, destacó que "Marina era una persona muy querida y reconocida en el medio. Era una mujer muy empática con los artistas y realmente disfrutaba de su trabajo, es por eso que quisimos recordarla con este reconocimiento por su compromiso con la cultura".
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