El fenómeno continúa incomodando a vecinos y turistas. Mientras se desaconsejan las fumigaciones masivas, la endoterapia arbórea se perfila como una alternativa innovadora. Ya se probó en Capital.
Las jeringas que podrían terminar con las veredas pegajosas en Mendoza
Continúa en Mendoza el malestar por las veredas pegajosas, una consecuencia directa de la plaga de la cochinilla harinosa que afecta a numerosos árboles en distintos puntos de la provincia, tal como publicó este diario semanas atrás.
El problema persiste por diversos factores, entre ellos, la estrategia adoptada por la mayoría de las municipalidades, que sostienen que no es conveniente realizar fumigaciones masivas y argumentan que los productos disponibles "son tóxicos de amplio espectro" y podrían afectar también a especies beneficiosas para el ecosistema.
En este contexto, un antecedente aplicado por primera vez por la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza en 2021 vuelve a cobrar relevancia como posible solución al problema: la endoterapia arbórea, una alternativa que se presenta como innovadora y prometedora pero que por el momento se encuentra en "fase de prueba".
Este tratamiento consiste en inyectar productos fitosanitarios directamente en el tronco de los árboles mediante jeringas especiales. Los compuestos ingresan al sistema vascular del árbol -la savia- y actúan desde el interior, combatiendo plagas como la cochinilla harinosa, principal causante del fenómeno de las veredas pegajosas.
A diferencia de los métodos tradicionales, la endoterapia no dispersa químicos en el ambiente, lo que reduce los riesgos para las personas y otros organismos beneficiosos. Si bien su implementación requiere planificación y presenta desafíos logísticos, esta técnica se perfila como una herramienta clave para el manejo sustentable del arbolado urbano, el cual se encuentra poblado principalmente por tipas y moreras.
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Una prueba que puede extenderse
En el año 2021, la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza comenzó a aplicar la técnica de endoterapia arbórea a modo de prueba y en "espacios controlados". Para ello, se utilizó el método Endoplant, una tecnología basada en experiencias exitosas implementadas en algunas ciudades europeas. Desde entonces, el tratamiento se ha llevado a cabo sólo en puntos específicos como el Paseo de la Alameda y la Nave Cultural.
"Seguimos en etapas de revisión y pruebas, y lo hacemos exclusivamente en espacios verdes, ya que el tratamiento puede resultar complejo en árboles ubicados en zonas particulares", explicó Marcos Tohmé, director de Espacios Verdes y Arbolado de la Ciudad al Post. El funcionario detalló que la técnica se aplica durante el invierno, cuando los árboles han perdido sus hojas. La última aplicación se realizó durante el invierno pasado en los espacios mencionados.
En este sentido, reconoció que se continúa con la recopilación de datos y evaluación de resultados para diseñar un plan más amplio y afirmó que aplicar la técnica en toda la ciudad no solo requiere de una planificación cuidadosa, sino también de importantes partidas presupuestarias.
"Lo ideal sería poder implementar un programa integral que combine distintas estrategias: la poda para disminuir la presencia de cochinilla en el follaje, la fumigación selectiva en casos extremos, y la endoterapia aplicada a mayor escala durante los inviernos como solución de fondo", señaló. Además, aclaró que los productos utilizados en este tratamiento cuentan con la aprobación del ISCAMEN.
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Tohmé también compartió con el Post un informe técnico realizado tras la aplicación de endoterapia en 87 árboles del Paseo de la Alameda, en el tramo comprendido entre las calles Córdoba y Beltrán. El documento mostró resultados contundentes: en la zona tratada se observó una reducción casi total de la emisión de melaza, una sustancia azucarada y pegajosa que excretan las plagas y ocasiona el fenómeno de las veredas pegajosas, mientras que en el sector no intervenido la presencia seguía siendo evidente. "Los resultados son significativos al comparar visualmente las zonas tratadas y no tratadas", señala el informe.
Un año particular
Si bien el fenómeno de las veredas pegajosas no es nuevo en Mendoza, este año su impacto fue notablemente mayor. Según explicó Tohmé, el otoño comenzó con importantes variaciones de temperatura que alteraron el comportamiento habitual de los árboles. "Necesitamos que las hojas caigan lo más rápido posible para reducir el efecto de algunas plagas, como la cochinilla", advirtió.
"En algunos casos muy extremos estamos fumigando, hay zonas muy perjudicadas", reconoció Tohmé, y advirtió que los vecinos no deben aplicar productos por cuenta propia sin autorización municipal. "Pueden ser multados. En todo caso, si hay necesidad, existen opciones más amigables, como el jabón potásico o una mezcla de agua con aceite vegetal", explicó.
En este contexto, y aunque se han realizado fumigaciones puntuales, la postura de la Ciudad de Mendoza, compartida también por otros municipios de la provincia, es clara: se desaconseja la fumigación masiva.
De esta manera, a futuro, la endoterapia arbórea se perfila como una alternativa que podría incorporarse a un esquema de cuidado del arbolado público más integral y efectivo. Sin embargo, por ahora, su alto costo y la falta de implementación a gran escala impedirían que se convierta en una solución inmediata.
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