La gente joven también la pasa mal: "No hay que confiarse"

Tiene 41 años, hace deportes desde los 16 y no fuma. Dio positivo por Covid y estuvo internado en terapia intensiva. Un testimonio para tener en cuenta y tomar conciencia.

La gente joven también la pasa mal: "No hay que confiarse"

Por: Laura López

Para los amantes mendocinos del Futsal, no hacen falta demasiadas presentaciones. David el "Bicho" Riveros jugó casi 20 años en un altísimo nivel, defendiendo los colores de la Selección local en todas las categorías, atajando en tres mundiales y nueve Sudamericanos con la Selección Argentina, siendo uno de los jugadores con más títulos nacionales en su haber (cuatro).

Tiene 41 años y se entrena desde los 16: nunca fumó. Un hombre joven, activo y con óptimo estado de salud, quizás parte del grupo mayoritario que descree del Covid como una enfermedad grave. De todas maneras siempre se cuidó, por sus padres y por su hijo.

Sin embargo, David se terminó contagiando y no la pasó para nada bien: "Empecé unos días con un poco de tos y mucosidad, algo normal que me pasa en los cambios de estación. De un momento a otro me dio fiebre y ese fue el detonante. Al otro día de darme fiebre, que la tenía cada tres horas, tres horas y media, me hisopé". Eso fue el 2 de abril. Dos días después, le confirmaron el positivo por coronavirus.

"La fiebre no bajaba, nunca sentí falta de aire, pero los números dicen otra cosa; eso llevó a que me hicieran control en los pulmones y me dejaran internado en el Hospital Lagomaggiore. Me dijeron que me iban a dejar dos o tres días para ir viendo cómo evolucionaba", contó en diálogo con el Post.

David ingresó con neumonía y, tras unos días en sala común, tuvo que ser derivado a terapia intermedia: el oxígeno bajó y tuvieron que colocarle máscara.

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"Ahí estuve tres días. Es una sala con muchos cables, sin baño; te controlan tres, cuatro veces al día. Estás acostado boca abajo, que es la posición que te recomiendan, sin ver luz natural", relató ya desde su casa.

Y agregó: "Uno piensa que no le puede pegar tan mal a alguien que no se siente mal o que está bien físicamente. Es tan raro el virus que podés estar muy bien en lo físico y te pega mal. Me concentré desde el primer día en saber que dependía mucho de mí, de cuidarme y querer salir de ahí".

Después de tres días en terapia, en los que la comunidad deportiva organizó numerosas cadenas por redes sociales para pedir por su salud que se había complicado de manera inesperada, volvió a sala común.

"Estuve dos días más mejorando el tema de la oxigenación. Luego me derivaron para continuar el proceso ya desde mi casa. Hay que estar allá adentro para saber cómo es. La verdad que los médicos de 10, con un desgaste sobre humano. Tratan de ingresar lo menos posible a las habitaciones, pero siempre están", recordó.

"Había personas de todas las edades que estaban complicadas. Uno cree que por la edad no le va a pegar y el tema pasa por ahí, que hay que cuidarse mucho, tomar los recaudos necesarios y saber escuchar", reflexionó el "Bicho".

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"Hay que cuidarse mucho", reiteró, "no pensar que porque uno está bien no está pasando nada en el cuerpo. Yo me sentía bien, pero el virus estaba y me estaba haciendo mal. No hay que confiarse, hay que tener cuidado y controlarse para no hacer crecer el virus en el cuerpo. Lo principal que hace es bajar la densidad de la sangre, por eso el oxígeno es menor.".

Ahora le toca enfrentar la recuperación para poder volver a retomar su vida normal. Su consejo, tras dos semanas de haberla pasado muy mal, es que "no hay que tomarlo así nomás".

"Siempre decía que no sabía si lo había tenido o no y que si lo tuve no lo había sufrido, pero hoy me doy cuenta que no era tan así. Hay que saber que todos estamos expuestos y vamos a estar expuestos; ser conscientes de que el virus está y de que no sabemos cómo nos va a afectar a cada uno".

El "Bicho" ya se recupera en su casa

Foto principal: gentileza Futsal de primera