La elefanta Kenya partió a un santuario de Brasil

Recorrerá 3.600 kilómetros acompañada por su cuidador y dos veterinarios expertos del Santuario de Elefantes de Brasil. La preparación de este épico viaje comenzó hace más de siete años.

La elefanta Kenya partió a un santuario de Brasil

Editó: Mariano Rivas

Kenya, la última elefanta del exzoo de Mendoza, partió hacia el Santuario de Elefantes de Brasil, luego de siete años en los que se entrenó para estar tranquila en su contenedor y recorrer una ruta que la llevará a una vida con otros de su especie, en un predio de 1500 hectáreas en el Mato Grosso.

Su traslado marcará un hito para el personal del Ecoparque de Mendoza y la Argentina, ya que el proceso de preparación de Kenya comenzó en 2017 con entrenamientos para obtener su colaboración para las revisiones veterinarias y la obtención de muestras para el Certificado Veterinario Internacional, así como para que afronte el viaje con el mínimo estrés posible.

"Después de un largo proceso y un intenso trabajo en equipo interdisciplinario y con la participación de muchas organizaciones, estamos celebrando que, en este momento, Kenya está comenzando su viaje hacia el santuario en Brasil", explicó el director de Biodiversidad y Ecoparque, Ignacio Haudet.

Haudet contó detalles del operativo para lograr algo tan complejo como el traslado de un animal de gran porte. "Primero fue necesario conseguir un lugar que estuviera adaptado y que tuviera las condiciones internacionales adecuadas para recibir este tipo de animales. Luego vino todo lo relacionado con la logística y el entrenamiento previo con el animal, para lograr su certificado veterinario internacional".

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"Primero fue Pocha, luego Guillermina; ahora fue la oportunidad de Kenya. Y estamos muy convencidos de que todo va a salir bien", agregó. "Hace algunos meses, el traslado se frustró justamente porque el animal no quiso hacerlo. Por eso, lo importante siempre es mantener el entrenamiento y entender que esto es un trabajo con el individuo. De ahí la necesidad de que ella viva este proceso con nosotros y nos acompañe".

"Es un recorrido que nos llevará cinco días de viaje, pero estamos muy confiados que es el camino correcto para ella, y que es lo que se merece para el resto de su vida", cerró Haudet.

La historia de Kenya

Kenya tiene 44 años y llegó a Mendoza por canje en 1985 mediante un convenio con el zoológico alemán Tierpark Hagenbeck. Nació en 1981 y arribó al entonces Zoo de Mendoza con solo 4 años. Hoy su caso hace historia en Argentina.

"Hace más de ocho años que trabajamos junto al Gobierno de Mendoza para posibilitar el traslado de los elefantes que han vivido en este sitio hasta el Santuario de Elefantes de Brasil", aseguró Leandro Fruitos, consejero de la Dirección Biodiversidad y Ecoparque por parte de la Fundación Franz Weber.

"Hoy Kenya tiene la oportunidad de iniciar su viaje hasta ese escenario natural en donde va a poder vivir por primera vez con otros elefantes de su misma especie y volver a ser elefantes. Lo que está sucediendo hoy es muy importante no tan solo para Mendoza, sino también para el país porque de alguna manera estamos concluyendo un ciclo histórico de 136 años de cautividad de elefantes en la Argentina", contó Fruitos.

Cómo viaja Kenya

La elefanta va en un contenedor especialmente diseñado para su especie, en cumplimiento con las normativas internacionales de CITES, que dan pautas estrictas para el transporte de animales vivos.

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Durante el traslado, solo tres personas tendrán contacto directo con la elefanta, ya que la prioridad es que esté tranquila y se sienta acompañada: Scott Blais, fundador del santuario, la veterinaria experta Trish London y el entrenador de Kenya, Marcos Flores.

London será responsable de su salud, con asesoramiento de Kat Blais, cofundadora de Global Sanctuary for Elephants y directora en Cuidado y Bienestar Animal del santuario.

Entrenamiento y preparación para el traslado

Para que este viaje fuera posible hubo un arduo trabajo de 7 años con la elefanta, que incluyó análisis sanitarios, permisos nacionales e internacionales, acuerdos y un entrenamiento por parte de la Dirección de Biodiversidad y Ecoparque, con la colaboración del Santuario de Elefantes de Brasil y la Fundación Franz Weber.

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Se utilizó el método de condicionamiento operante con refuerzo positivo, asegurando que el proceso respete la voluntad del animal.

Kenya recorrerá 3.600 kilómetros en un contenedor especialmente diseñado para elefantes, en cumplimiento con las normativas internacionales de CITES, que dan pautas estrictas para el transporte de animales vivos.

Para que el viaje sea posible, se realizaron todos los trámites ante la Subsecretaría de Ambiente de la Nación, que autorizó su exportación a través del Paso Internacional Puerto Iguazú-Foz de Iguazú.

Cómo será su vida

El Santuario de Elefantes de Brasil (SEB), ubicado en Mato Grosso, es una organización sin fines de lucro única en Sudamérica. Su objetivo es transformar las vidas y el futuro de los elefantes cautivos en América del Sur.

Su origen se remonta a 2012, a partir de la alianza internacional entre Elephant Voices y Scott Blais, cofundador de The Elephant Sanctuary en Tennessee, EEUU. Esta alianza dio lugar a Global Sanctuary for Elephants, que en 2013 sienta las bases de la Asociación SEB en suelo brasileño.

El santuario obtuvo la habilitación de operación por parte del Gobierno brasileño en 2018 y, recientemente, certificó estándares de excelencia por parte de The Global Federation of Animal Sanctuaries, convirtiéndose en la única institución latinoamericana con este prestigioso aval.

El santuario tiene un bioma apropiado para la especie, posee recintos completamente naturales y matorrales y áreas abiertas cubiertas de vegetación. Cada recinto tiene dimensiones muy amplias: entre 40 y 400 hectáreas cada uno. Allí, se les proveen dietas excepcionales a los animales y tienen atención veterinaria de alta calidad durante toda su vida.

Kenya además podrá socializar con otros elefantes y vivir en condiciones mucho más cercanas a su naturaleza. Su traslado representa un gran avance en la protección y el compromiso con los derechos de los animales.