La Cerdos & Peces vuelve para desaparecer para siempre

La revista ícono de la contracultura en los '90, se despide de sus lectores con un último número especial.

La Cerdos & Peces vuelve para desaparecer para siempre

Con un número especial de 152 páginas, Cerdos & Peces, la publicación ícono de la contracultura argentina, vuelve a sus lectores por última vez. La revista solo podrá adquirirse vía web mediante la página www.cerdosypeces.com bajo el mecanismo de preventa. Su eterno director, el escritor y periodista y monologuista de los Redonditos de Ricota, entre otras bandas, Enrique Symns, será de la partida con el texto "Aún me queda una bala en la recámara".

La Cerdos irrumpió en 1984 como 'la' revista del under argentino (básicamente porteño) como un suplemento de la revista El Porteño dirigida por entonces por el periodista Gabriel Levinas, luego se independizó y tuvo cierres y reaperturas hasta esta última y final que nos depara el comienzo de 2021. Los periodistas Rodolfo Palacios y Juan Mendoza son editores responsables de esta jugada final. Al respecto, Palacios dice: "En 2019 Symns tuvo una recaída: la diabetes, que lo dejó casi postrado, se le sumó una depresión. Se la pasaba mirando películas. Lo ayudó una enfermera y el médico Fernando Basílico, y comenzó a mejorar. Necesitaba una motivación. Nos dijo a Juan Mendoza y a mí: "Necesito ser el hombre fuerte que alguna vez fui". Con Juan pensamos la locura del regreso de la Cerdos. No como caridad, sino como un veneno que lo entusiasmara." 

Para este número, el 60, los editores convocaron a firmas actuales de lujo como Carlos Busqued, Camila Sosa Villada, Fabián Casas, César González, Mariana Enríquez, Naty Menstrual, Luis Ortega, Bruno Stagnaro, Adrián Caetano, Daniel Melingo, Andrés Calamaro, Willi Crook, Kike Ferrari y Semilla Bucciarelli, sumados a los históricos como Fernando Noy, Vera Land, Maitena y Ricardo Ragendorfer, entre otros. 

Allí donde había un tema tabú, salía Cerdos & Peces a darle un golpe en la quijada al establishment periodístico. Si había que hablar de sida, hablaba un enfermo y no un médico; si había que hablar de delito, lo hacía un delincuente y no un juez o un especialista en seguridad. Lo mismo sucedía con temas como la homosexualidad, la pedofilia, el aborto y la religión. El escritor Carlos Busqued, aporta lo suyo para este último número: "Sale un reportaje (hecho en 2012) al baterista de Embajadores de Agartha, una banda rarísima de Córdoba que grabó cuatro discos en 1984, nunca tocó en vivo, no la conoce nadie y a la vez tiene fans como Blixa Bargeld o Damo Suzuki. Una persona rara, también. Bah no sé si rara, pero con sus cosas. La importancia desconozco, estamos en una licuadora de las cosas y es bastante difícil saber. Probablemente ninguna. En lo personal me siento honrado de que me hayan convocado, que haya un número de la Cerdos en el que figure mi nombre en la tapa". "Hoy no podría existir una revista así porque ahora es todo como un campeonato de quién es más bueno o apoya la mayor cantidad de cosas que están bien y denuncia las que están mal, es como una competencia por la superioridad moral. Pero las épocas no duran para siempre, y capaz en algún momento haya margen para la aventura, de nuevo. La otra es la relación entre Symns y la revista: Cerdos & Peces, según él mismo dice, lo destruyó. Es hermoso que todavía haya cosas que pueden destruir a sus creadores", culmina Busqued

Enrique Symns.

Federico Bianchini, periodista y escritor que colabora en la última Cerdos con una crónica y un cuento, explica su participación: "Cerdos & peces es una revista mítica. Por Symns, por el cimbronazo que generó en su momento y por el hueco que dejó después de su desaparición. La vuelta en un sólo número continúa en esa línea: una apuesta plena, todo a esas 152 páginas. En tiempos en donde lo usual es especular, hacer poco y explotarlo al máximo, en tiempos en que los diarios digitales en vez de darte la noticia te piden un click para saber a qué se refiere un título, en tiempos de crisis, 'poner toda la carne al asador' es un gesto que se agradece. Symns dice que le queda una bala en la recámara. Sus lectores estamos agradecidos: le conocemos la puntería"

El periodista Juan Mendoza es uno de los que más conoce a Enrique Symns. Compartieron la redacción de la Cerdos, charlas, encuentros y vivieron en Derqui. Aquí parte de una crónica que refleja las emociones y las vivencias de esa amistad que los unirá por siempre. El texto fue publicado en La Agenda y se llama Fantasma de luz: "Este hombre, al que ahora observo dormir, fue mi perdición, mi mago negro, mi gurú tramposo, mi chamán ladino. Este hombre, sobre el que mis ojos se posan para recorrer su cuerpo de anciano, fue mi mentor de calamidades y naufragios. Está tendido sobre un colchón de dos plazas, cubierto hasta la cintura por una sábana que deja al descubierto sus pies. Su cabeza ovalada, de la que caen algunos pocos pelos blancos y largos, se recuesta torcida sobre una almohada sin funda. Su rostro, ajado y rojizo, luce inquieto, como perturbado por algún mal sueño. Me detengo a mirar sus manos, de piel pálida y cubierta de pecas marrones. Me siento en la única silla que hay en la pieza y mientras escucho su respiración, ronca y aguda, me pregunto qué designio misterioso entrelazó mi camino con el suyo. Un designio que desde hace veinticuatro años sigue entretejiéndose. Sin dejar de mirarlo, pienso una vez más: sí, el hacedor de casi todos mis extravíos. Y dentro de mí, vuelvo a darle las gracias por todo ello...". 

Lo cierto es que Cerdos & Peces envejeció junto con sus lectores y, tal como su director, está llegando a su fin. En el número especial, Symns dedica una carta abierta al Indio Solari, con la que pretende cerrar la heridas de hace décadas; de cuando dejaron de hablarse y los dos recorrieron caminos distintos. "Querido Indio, sé que no volveremos a vernos, no te olvido, agradezco haberte cruzado en esta vida y puedo decirte que más allá de todo, te quiero más que antes".