El informe del año pasado que podría haber evitado muertes

En junio del año pasado, dos científicos, Joseph G. Allen y Linsey C. Marr, alertaron sobre el peligro de encerrarse y respirar el mismo aire. Recién este año la Organización Mundial de la Salud aceptó que la distancia social y lavarse las manos no es suficiente.

El informe del año pasado que podría haber evitado muertes

Por: Mendoza Post

 Se ha confirmado que compartir el espacio interior es un factor de riesgo importante en la transmisión del SARS-CoV-2. Un estudio de más de 7000 casos encontró que todos los brotes que involucraron a tres o más personas ocurrieron en interiores. Por lo tanto, la identificación de los modos de transmisión dominantes es una prioridad urgente de salud pública para que se puedan seleccionar e implementar estrategias de control adecuadas. Aquí, presentamos tres líneas de evidencia que respaldan el potencial de transmisión aérea y recomendamos pasos para mitigar el riesgo en ambientes interiores.

1 DETECCIÓN Y SUPERVIVENCIA DE CORONAVIRUS EN EL AIRE

El ARN viral del SARS-COV-2 en el aire se ha detectado en varios estudios en hospitales, incluso a distancias superiores a 2 m de los pacientes y en el aire exterior en áreas concurridas cerca de un hospital y una tienda departamental. Un estudio encontró que la mayoría de estos virus estaban asociados con gotitas microscópicas (es decir, aerosoles) de 2.5 micrones de diámetro y menores,  que pueden permanecer suspendidas en el aire durante 2 horas o más. Otro detectó SARS-COV-2 en aerosoles en el rango de tamaño de 1-4 micrones. Además, se ha detectado ARN viral en las superficies de una salida de escape de aire y un ventilador, lugares donde no podría ocurrir la transferencia directa de una persona infectada.  

Si bien estos estudios analizaron el ARN viral, el hallazgo de que el SARS-COV-2 en aerosoles finos (<5 micrones) tiene una vida media de 1 hora en términos de infectividad plantea la posibilidad de que algunos virus transmitidos por el aire sean infecciosos. Llegar a la conclusión de que la transmisión del SARS-COV-2 puede ocurrir a través de grandes gotas de rocío requiere suponer que el virus sobrevive en tales gotas. Por tanto, también es razonable suponer lo mismo para la supervivencia del virus en aerosoles. Esto está respaldado por evidencia empírica. Estudios anteriores han demostrado que otros virus sobreviven igualmente bien, si no mejor, en aerosoles suspendidos en comparación con las gotas grandes en las superficies. 

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2 INFECTIVIDAD ASINTOMÁTICA

Hay informes de transmisión asintomática del SARS-CoV-2. Por definición, los pacientes asintomáticos no tosen ni estornudan, lo que significa que no suelen generar gotas grandes. Por lo tanto, para estos pacientes asintomáticos, deben estar ocurriendo otros modos de transmisión, a saber, fómites y por vía aérea. Un estudio en pacientes con infección por influenza confirmada ha demostrado que el virus infeccioso en aerosoles de menos de 5 micrones se puede liberar al respirar y hablar con regularidad, sin toser. Esto es preocupante porque se ha informado una alta diseminación de SARS-CoV-2 infeccioso en la garganta en personas sin síntomas o con síntomas leves. 

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