Un mendocino desde Portugal: "Los jóvenes quieren irse, es muy triste"

Francisco Nardi Sanucci se fue para jugar al hockey sobre patines de manera profesional y, por ahora, volver no está en sus planes. Desde el Viejo Continente admitió que emigrar ya es una tendencia.

Un mendocino desde Portugal: "Los jóvenes quieren irse, es muy triste"

Por: Laura López

Francisco Nardi Sanucci es mendocino, tiene 25 años y hace uno que vive en Portugal. Se fue por un proyecto deportivo, para jugar al hockey sobre patines de manera profesional, pero además consiguió trabajo como profe de Educación Física y por ahora no hay planes de volverse.

De Murialdo emigró para cumplir su sueño de jugar en Europa y el Sport Alenquer fue el equipo que le ofreció esta oportunidad. Su buen desempeño le permitió renovar por una temporada más y desde el Viejo Continente asegura que quiere quedarse "todo lo que pueda".

"Siempre tuve la ilusión de venir a Europa a jugar al hockey, de aprender tanto a nivel deportivo como personal, es difícil salir de la zona de confort. Es una experiencia que quería vivir, que costó pero se pudo realizar y estoy muy contento", contó Francisco en diálogo con el Post.

Pero el momento que más había esperado, se dio en medio de un contexto totalmente atípico: en plena pandemia de Covid.

"Fue un viaje de locos porque me fui en plena pandemia, cuando estábamos todos confinados. Tuve que salir por Chile por medio de un transporte, ahí estuve dos días en el Aeropuerto esperando que saliera mi vuelo, fue un poco complicado", recordó.

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En Portugal hubo un momento de confinamiento total que duró "dos meses, dos meses y medio", y Francisco considera que la situación se manejó "bastante bien".

Vivir en Portugal

"Noté diferencias en la parte de cómo la gente vive, pero el portugués es muy cálido, muy parecido a la gente sudamericana", explicó el mendocino Nardi.

"El tema del Covid se vive muy tranquilo, actualmente rigen las restricciones básicas. Seguro ahora que empieza el invierno van a haber más, porque van a subir los casos. Estoy vacunado con las dos dosis de Pfizer. Acá la gente es bastante abierta con el tema de la vacunación", reconoció.

"Vine con una oferta deportiva, pero me traje todos los documentos porque soy profe de Educación Física. Justo en el club hay una persona que conocía a una directora de una escuela de acá y le presenté todos mis papeles. Lo que se necesita es el papel de la residencia, tener un número fiscal, papeles que lleva un tiempo conseguirlos", remarcó.

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"Entré como ciudadano europeo. Los sueldos promedios rondan los 600 y los 1100 euros. Se vive muy bien acá, es una ciudad muy económica, podés vivir con seguridad y bien".

Sobre el idioma, señaló que "si te lo hablan con paciencia, entendés todo; no es difícil de aprender" y que "te hacés entender muy rápido".

El hockey, su boleto de entrada

"El nivel del hockey es muy alto, el país es el último campeón del mundo y los mejores jugadores se encuentran actualmente jugando acá. El torneo es muy complicado. Yo estoy jugando en la segunda división, son muchos equipos y ascienden muy pocos (3 de 30). Las canchas y los clubes son impresionantes, tenés todo. Hay un nivel de profesionalismo muy grande", detalló el ex Murialdo.

Y agregó: "La gente vive el hockey con mucha euforia, son muy apasionados, es una locura".

Irse no es tan fácil

A pesar de su promisorio presente y las ganas de quedarse por un buen tiempo, Francisco reconoció que extraña "la familia y los amigos".

"Ganas de volver siempre hay, porque se extraña la cultura, la familia, pero la situación en Argentina está difícil. En este momento mi intención es seguir jugando lo que más pueda acá en Europa al hockey, pero voy viviendo el día a día, estoy tranquilo con eso, después se verá", remarcó.

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También reconoció que "hay una tendencia de que los jóvenes quieren irse del país, porque no les dan lo que están buscando. Es una situación muy difícil y aparte muy triste, pero hay que salir de la zona de confort y buscar nuevos rumbos".