Febrero maldito: cuatro tormentas que nunca olvidaremos

La fuerte lluvia, con granizo incluido, registrada este miércoles nos hizo recordar que no es la primera vez que la naturaleza se ensaña con Mendoza durante febrero.

Febrero maldito: cuatro tormentas que nunca olvidaremos

Por: Mendoza Post

El Gran Mendoza se vio sorprendido este miércoles por una fuerte tormenta de lluvia y granizo que durante un puñado de minutos, pasadas las 16.20, destrozó árboles, autos y hasta anegó algunas viviendas. Las calles del centro y de gran parte de Guaymallén se convirtieron en un río, los accesos a la ciudad se inundaron, hubo cortes de luz y hasta se voló el techo de una escuela. Una lista de daños que sorprende no sólo por la magnitud, sino por el corto lapso de tiempo en el que se dieron.

Según el observatorio meteorológico del parque General San Martín, se registraron 12 milímetros de precipitaciones, un número menor en sí mismo, pero que representa alrededor del cinco por ciento del total que cae en Mendoza, en promedio, por año (220mm), en solo alrededor de media hora.

Lo curioso es que no es la primera vez que Mendoza se ve azotada por una fuerte tormenta durante el mes de febrero, por lo que vale repasar otros eventos históricos registrados durante el segundo mes del año y que tuvieron serias consecuencias.

Aislados, varados y operativos de rescate

El 8 de febrero de 2013, durante la madrugada, una copiosa lluvia en alta montaña provocó varios desprendimientos de barro y piedras que provocaron unos 20 cortes en la ruta 7, por lo que el paso a Chile quedó interrumpido durante varios días.

Decenas de autos quedaron atrapados en alta montaña.

La zona más afectada fue a la altura del kilómetro 1.100, pasando Uspallata. Por el barro quedaron varados unos 35 autos y más de 200 camiones quedaron varados en Punta de Vacas y Penitentes. En total, fueron más de 600 las personas afectadas, entre varados y aislados. La ruta se habilitó cinco días después, el 13 de febrero.

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La solución del puente Bailey

El 1 de febrero de 2016 se repitió lo sucedido tres años antes. Lluvias, aludes, desprendimientos de barro y piedras, pero esta vez con un daño mucho mayor, ya que un alud derrumbó un puente de la ruta 7, sobre el arroyo El Tigre, por lo que nuevamente se vio interrumpido el paso internacional.

Un alud derrumbó un puente en la ruta 7.

Rápidamente se montó una solución provisoria,  la instalación de un puente Bailey, una estructura portátil prefabricada y diseñada para uso militar que trajeron desde Entre Ríos. Gracias a esto, el tránsito se rehabilitó nueve días después, el 10 de febrero.

Las obras para construir un puente nuevo y restablecer el trazado de la ruta 7 tardaron exactamente dos años, ya que el 8 de febrero de 2018 se habilitó la flamante estructura.

El colapso de un puente en la ruta 40

Otra vez febrero. Esta vez, el de 2021. El día 27 de dicho mes se registraron fuertes lluvias que afectaron principalmente al Valle de Uco.

Así quedó el puente.

Una crecida del arroyo Los Pozos provocó el derrumbe del puente de la ruta 40 que pasaba sobre él, a la altura de Anchoris, y de casualidad no hubo víctimas ya que nadie circulaba por ahí en ese preciso momento.

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Vialidad Nacional hizo un bypass que, al día de hoy, sigue siendo el camino por el que hay que circular, y recién hace unas semanas anunciaron el inicio de las obras para reconstruir el puente, con una inversión de unos 700 millones de pesos.


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