Quincho: Pesadilla horrible para cruzar a Chile y una novedad política, y minera

Igual que en el invierno, pasar a Chile es una tortura que puede tardar hasta 18 horas. Perlitas desde arriba. Temor por el regreso. Un intendente se quedó sin apoyo político por su proyecto de modificar la 7722. La reunión Macri-Suarez.

Quincho: Pesadilla horrible para cruzar a Chile y una novedad política, y minera

Por: Mendoza Post

La noche había pintado inesperadamente fresca. Extraña para inicios de octubre. Tiempo raro, como casi todo lo que estaba ocurriendo en la Argentina, en honor al fresco y a la nevisca que había empezado en alta montaña poco después de las cinco de la tarde. Estaba al tanto de las contingencias y monitoreando a amigos y familia que habían decidido cruzar a Chile, como fuera. El que menos había tardado, le había puesto nueve horas para pasar. Un primo tardó dieciocho horas, de las cuales 16 estuvo esperando pasar. El Ruso, que estaba repasando -espantado- el Relevamiento de Expectativas de Mercado de las consultoras que miden para el BCRA, preguntó:

- ¿Novedades?

- Algunos se tuvieron que volver, otros se fondearon por ahí hasta que abrieron el paso... pero la mayoría se perdió casi un día...- dijo el gordo, e hizo un rápido check list de todo lo que necesitaba para cocinar. Se le había ocurrido un menú de tres pasos y postre. Sopa crema de zapallos, risotto de calabazas, y luego, unas costillas al horno con puré de papas y tomates confitados. El Ruso lo miró con desconfianza.

- ¿Tres menúes? ¿Alguno se volvió vegano, feminista, o algo así?

- ¡Jajajajaaaa! No. Pero algún día me voy a poner una fonda...- fantaseó Julián. En el fondo, sabía que no lo haría. Luego se puso manos a la obra. Con el mismo sofrito de cebollas y ajo en oliva, armó la base para la sopa crema y el risotto. Para la sopa, agregó en la marmita el puré de calabazas que había preparado, caldo de fondo de cocción de verduras, mixeó todo, al primer hervor metió crema de leche, apagó el fuego, y la acomodó en cazuelas de barro que mandó al horno con una tostada de pan casero y abundante queso parmesano rallado. Estarían a punto en minutos. En la paellera del risotto agregó el arroz carnaroli, y cuando estuvo a punto de reventar sumó parte del caldo que había reservado, zapallo en cubos, una pizca de tomates picados, zanahorias en rodajas finas, vino blanco, bastante perejil fresco, y fue revolviendo para que el arroz -previamente enjuagado como corresponde- fuese "armando" la cremosidad. Al final, apagó el fuego, le agregó arvejas, y medio kilo de queso rallado. Todo eso, mientras en el horno convector se terminaban de hacer las costillas, que quedarían como una manteca de tiernas. Decidió acompañar con un Fabre Montmayou, Malbec, de 2017, que estaba muy bueno.

Una sopa de calabazas, para espantar los últimos frescos del año.

Por suerte, pronto estuvo todo listo para la cena.

...

La charla se armó enseguida alrededor del tema más caliente de la semana, las espantosas condiciones en las que muchísimos, miles de mendocinos, debieron cruzar a Chile durante el fin de semana largo. Una historia de nunca acabar, y cada vez peor. Se repitió la película de terror del invierno.

- La lista de conocidos que tengo, que se pasó hasta 18 horas para pasar es enorme...- comentó Julián. - Es más, supe de un intendente mendocino que el sábado tardó doce horas, y un familiar que cruzó después, cumplió las 18 horas arriba para traspasar la frontera. Un desastre... y esperen al lunes, que Chile tiene que mandar funcionarios de Aduana acá, y parece que no son suficientes... así es que preparémonos para una tormenta de gente en Horcones...- dijo Julián, mientras repartía las cazuelas con la sopa crema, un potaje como para levantar a los mismísimos granaderos de San Martín, que de seguro cruzaron a Chile más rápido para la campaña libertadora.

- ¿Alguien sabe qué pasa realmente en Los Libertadores? - preguntó el Ruso. El Omar, el radical de la mesa, había reunido bastante información.

- Bueno, como todos saben, el problema esta vez está del lado chileno. A nuestros vecinos les recontra chupa un huevo este paso. No les importa un carajo, en Los Libertadores mandan los sindicatos, y ese es el problema...- dijo el Omar. Tomó un trago de vino, y siguió:

- El complejo nuevo que inauguraron los chilenos en el paso no sirve. Y eso que invirtieron una millonada. Está mal diseñado. Mantienen el mismo flujo de trabajo, y tienen problemas operativos. Como las turbinas de extracción de humo de los colectivos son muy ruidosas e insuficientes, entonces la solución que encontraron es que los funcionarios y empleados chilenos que están en las naves, trabajan menos horas. Además, no ocuparon todos los puestos, y la gente iba llegando de a dos. Ya desde la pandemia, los chilenos no dan ni cinco de pelota. Es un espanto. No colaboran, para nada. No prestan el más mínimo de comprensión al dilema que generan de este lado. Para colmo, han puesto a un funcionario nuevo a cargo del paso, se llama Eduardo Núñez Morales, un "pelotude".

- ¿Por qué lo tratás así? - se sorprendió Ludovico, el más PRO del grupete.

- ¿No lo escucharon hablar? Habla en lenguaje inclusivo. Es un funcionario de Santiago, de la capital. En la puta vida vio una montaña. El viernes, lo trajeron de los pelos del lado argentino, medio de prepo, para que viese la fila que había para tratar de entrar a Chile. "Nosotres... los chilenes..." explicaba.

Una fila en Horcones, el fin de semana largo.

- ¿Y con los sindicatos, qué pasa?

- Que con el nuevo gobierno chileno se han recontra empoderado, y se hace lo que ellos quieren. Si no les gusta algo, te clavan el Paso. Piden cerrar y no nieva nunca. El viernes pasó, cerraron la subida de gente, después dejaron de operar, muchos se guardaron en algún lugar, y otros perdieron el día... Y aún no nevaba... ¿Vos entendés? No alcanzan las horas para pasar, y estos tipos te tardaban 20 minutos por auto, revisando todo...- explicó el Omar. Los muchachos reflexionaron unos segundos. El Ruso intervino.

- Bueno, vamos a ver qué pasa en Horcones mañana. Acá tenemos nuestros problemas también. El otro día, ya con el control integrado, después que salías de Los Libertadores rumbo a Mendoza, te paraba el gendarme argentino para darte el famoso papelito. ¡¡Un papelito que no sirve para un carajo!! ¡Te lo dicen los pobladores de alta montaña! No sé qué pasaba, que el señor gendarme estaba solo... ¡Y se empezó a hacer cola! Entonces, hacías filita para salir, fila detrás del gendarme, fila en Horcones, control... y más abajo, entregarle el papelito al otro gendarme, que lo ata con una bandita de goma en un poste... que se lo va a llevar cualquier viento... ¿Vos entendés? La NASA acierta una bala a once kilómetros en la cabeza de un fósforo, y nosotros entregamos unos papelitos pedorros en la frontera... ¿Y vieron el puente del río Horcones? El año pasado se cayó una losa, y desde entonces hay dos conitos y un cacho de guardarrail. Somos África subsahariana. Y ojo al regreso... a ver... para que estemos en orden a lo que estamos hablando... No ha pasado ni el setenta por ciento de los vehículos que habitualmente lo hacen en fines de semana largo, o temporada pico. ¿Y pasa esto? Deberíamos estar pateándole la puerta a Wado De Pedro para que proteste en la cancillería, y armar un kilombo de proporciones. Anoten esto: El control migratorio está unificado, pero no así la Aduana. Eso quiere decir que según las normas de cada país, hay aduaneros "cruzados" de ambos lados. Acá habrían tomado la decisión de hacer rapidito Migraciones a los que van volviendo, y hacer control aduanero aleatorio. Al que le toca, le toca. Pero la Unidad de Pasos Fronterizos de Chile nos tiene que mandar una buena cantidad de aduaneros, porque van haciendo el control de los vehículos.

- ¿Lo que nosotros hacemos con el papelito de gendarmería?

- Algo así... pero si no mandan suficiente gente, el lunes vamos a tener una galleta feroz. Van a tardar un día en volver, y eso, si el tiempo arriba es bueno. El Servicio Meteorológico por ahora no pronostica nevadas en alta montaña, pero en Las Cuevas, la máxima del lunes será de cinco grados bajo cero...- dijo el hombre de los negocios, antes de hincarle el diente a la costilla. Julián aprovechó a meter la cuchara.

El atasco es en Los Libertadores.

- ¿Y el gobierno provincial, qué hace? - preguntó, más con ganas de malquistar al Omar, que otra cosa.

- Mirá... Para empezar, todo lo que pasa ahí arriba es jurisdicción nacional: Gendarmería, Vialidad Nacional, AFIP, Aduana, Migraciones... El coordinador del paso del lado argentino y Jefe de Fronteras, Justo Bascolo, depende del Ministerio del Interior... Así es que acá, que llamen si pasa algo desde Uspallata hasta el Kilómetro Cero...- se atajó el radical de la mesa.

- Bueno, pero algo estarán haciendo...- insistió el anfitrión.

- Sí, se que mandaron una nota brava a Wado de Pedro, que todo el tiempo están llamando y conectando al inflador a la gente de Migraciones, pero el tema es que el problema es del lado chileno. Yo creo que este domingo a la tarde/noche o a más tardar el lunes, alguien del gobierno de Mendoza dirá algo fuerte por los medios. Porque lo que ha ocurrido es una vergüenza, un desprecio total de los funcionarios chilenos hacia los viajeros argentinos...- dijo el Omar. Ludovico agregó una conclusión de cierre.

- Viste... por eso no van al Mundial...- dijo, y los amigos estallaron en carcajadas. Luego, cuando ya iban por las costillas con el puré de papas y cherries confitados, la mesa cambió de tema.

Un intendente sin respaldo minero

El Ruso había notado que en Malargüe estaban muy insistentes con la ley minera que quiere impulsar el intendente Juan Manuel Ojeda, que es radical, pero que en esta patriada sureña está jugando solito.

- ¿Cómo es el tema? ¿Por qué insiste con exceptuar a Malargüe de la 7722? - preguntó.

- No tiene encuestas...- dijo Julián, y los amigos rieron con ganas, hasta que con una lluvia de miguitas de pan callaron al revoltoso y ordenaron la discusión. El Omar contó lo que sabía:

- El gobierno de Mendoza mide permanentemente, ausculta la "licencia social" sobre la minería, en Gran Mendoza, y en toda la provincia. No es momento de cambiar la 7722 ni siquiera para beneficiar a Malargüe. La decisión de Rodolfo Suarez es avalar los proyectos que cumplan la ley 7722. Esos, y sólo esos. En este momento hay tres en distinto grado de avance y negociaciones para captar fondos, y socios. Hierro Indio, Potasio Río Colorado, y vuelve Cerro Amarillo, una explotación de cobre cuyo estudio quedó en suspenso hace unos años, hasta que se terminara el relevamiento de glaciares en la zona, sobre el Río Grande. Esos tres proyectos, dos de metal y uno de sales, cumplen la 7722. Y sus declaraciones de impacto ambiental pasarán por la Legislatura, en su momento. En Cerro Amarillo van a separar el cobre por flotación. Los tres proyectos están en Malargüe. Así es que el coro del intendente Ojeda y de su esposa, la senadora Jésica Laferte, es cosa de ellos. No hablan por el gobierno de Mendoza, ni por Suarez, ni por los legisladores de Cambia Mendoza. Estamos a las puertas de un año electoral. Nadie se va a pegar un tiro en el pie, habiendo qué hacer cumpliendo la 7722...- dijo el más oficialista del grupo. El gordo lo sacó de tema, mientras servía otra vuelta del Fabre Montmayou.

- Qué oportuna la foto de Suarez con Macri...- dijo.

Macri y Suarez, la semana pasada.

- Sí...- acotó Ludovico.

- Fue la primera foto de Mauricio con un radical importante después del patinazo de Facundo Manes...- agregó.

- ¿Por qué la hicieron? ¿Cuál fue la idea? - preguntó el gordo.

- Invitaron ellos. Hablaron de política, en general. Macri estaba muy interesado en varios procesos que ocurren en Mendoza. Rodolfo le contó en detalle lo que estaban haciendo con la Suprema Corte, el acuerdo de modificación de funcionamiento que al final pudieron cerrar.

- Seguro le preguntó por la Corte, luego del editorial descalificante del diario La Nación... fuego amigo...- se burló Julián, mientras repartía las últimas cucharadas de puré, para no tener que guardarlo en la heladera.

- No tan amigo. Ese editorial tendría nombre y apellido conocidos, y sería Carlos Balter, que mantendría una gran influencia en la zona de editoriales del matutino de los Mitre y los Saguier.

- ¿Seguro? - preguntó Ludovico, extrañado.

- Es lo que piensan en el gobierno...- concluyó el Omar.

...

La cena fue llegando a su fin. Después del café, y unos churros caseros de limón y sin relleno que había preparado el gordo a modo de postre, los amigos partieron rumbo a los autos.

Unos churritos de limón, para terminar.

- Tengo la sensación horrible de que va a quedar tierra arrasada en el país...

- No tengas dudas. Acá, en el círculo rojo mendocino nadie cree que el gobierno nacional pueda hacer el achique de gastos en serio. Fijate las advertencias nuevas del Fondo Monetario, y los riesgos que marcan de menor crecimiento, inflación alta, y que por eso descarrilen el ajuste. Lo de las tarifas lo patearon para después... Y presienten que se van... ¿Por qué harían el ajuste? Van a aguantar un año como puedan, llegar a las elecciones, y la bomba le va a explotar probablemente a la oposición, si es que ganan. No hay presidente. Está gobernando Massa, con lo que puede. Y menos mal, porque al menos la bomba no explotó ahora.

- Diciembre viene caliente...

- Y... En todos los oficialismos pasan nervios a fin de año, acá también. Estamos viviendo ejemplos de desbordes todo el tiempo. Estamos aguantando hasta que llegue el Mundial, con Messi y la selección. Tan así, que el gobernador Suarez no va a Gran Bretaña, donde lo invitaron.

- ¿No va?

- No. Era del 14 al 16 de diciembre, con la Cámara de Comercio Argentino Británica, pero el "gober" no cree que noviembre y diciembre sean meses como para salir. Se queda. Por las dudas.

- Igual, acá las encuestas les siguen dando muy bien.

- Sí, pero la guita no le alcanza a nadie. Nos las está fumando la inflación...

- Así es...-

...

Los amigos recorrieron los últimos metros en silencio. Julián subió al auto, verificó que sus contertulios ya no escuchasen, y le dio "play" a todo volumen a Roxette, y "How do you do", antes de partir a toda velocidad.

Esas sí que son canciones.

...

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