Los que "dejan la Casa" y la pelea por la mayoría legislativa

La oposición mendocina buscará restarle poder a un probable tercer gobierno radical a través de alianzas y triunfos regionales. ¿Ello es posible? Un vistazo a los que se van en cada distrito. Cuántas derrotas debería sufrir el gobierno para perder sus mayorías.

Los que "dejan la Casa" y la pelea por la mayoría legislativa

Por:Ricardo Montacuto
Director Periodístico

Las elecciones provinciales que ocurrirán en Mendoza el 11 de junio y el 24 de septiembre para elegir al próximo gobernador, tienen poco misterio. Al oficialismo radical que gobierna la provincia debería ocurrirle una catástrofe política de proporciones para que Alfredo Cornejo no sea el próximo gobernador, fijando además una marca: el primero de los mandatarios que lograría volver, una empresa que en la Mendoza post dictadura parecía imposible para gobernadores sin reelección. Las desgracias políticas ocurren, y no hay que subestimar a nadie. Pero la verdad es que Cambia Mendoza se prepara para ganar otra elección  mientras el peronismo hizo los aprestos para defender los departamentos que gobiernan, y hacer una elección provincial digna que les permita mantener -y si es posible- incrementar su poder legislativo. Ahora, si Cambia Mendoza se fractura y De Marchi parte a un frente "anti Cornejo", puede que las bancas resulten más repartidas. Sin embargo, para saber cuánto arriesga realmente el oficialismo, hay que hacer algunas cuentas, y tratar de determinar con el "mapa" que hay, la guía de los que se van, y las chances electorales, si el próximo gobierno (probablemente del mismo signo político que el actual) tendrá una legislatura "fácil", o una bien  hostil.

Lucas Ilardo, figura indiscutible del peronismo. La banca que ocupa se renueva este año.

La conformación de la próxima Legislatura de Mendoza se va a definir en las elecciones del 24 de septiembre. Se eligen legisladores en los cuatro distritos, para renovar la mitad del Senado (19 bancas), y la mitad de la Cámara de Diputados (24 bancas). Los que lleguen, más los que están, compondrán el próximo escenario político, la Legislatura con la que Cornejo va a convivir si es electo gobernador el 24 de septiembre.

Ahora, para saber cuánto arriesga cada uno, es decir, cuánto "poder" está en juego, hay que recordar dos aspectos de las elecciones pasadas. Primero: Las bancas que se renuevan este año corresponden a las elegidas en 2019. Ese año, Cambia Mendoza hizo una excelente elección, de casi el 50 % e incluso por encima en algunos distritos, pero por el sistema D'Hont de representación proporcional, se quedó con la mitad de los cargos en disputa. Dos años después, en las elecciones de medio tiempo, el resultado fue similar, pero el oficialismo se quedó con el 60 % de los cargos en disputa. Ello, por el segundo punto que debe ponerse sobre la mesa: En el sistema D'Hont no sólo importa quién gana, sino por cuánto, y qué rendimiento obtienen las fuerzas que le siguen en orden. Si hay terceras fuerzas con buen desempeño, como ocurrió con Protectora en 2017, suele perjudicar más al primero, que al segundo. Les quita más escaños.

Dicho esto, cabe decir que para Cambia Mendoza es más sencillo defender este año las elecciones de 2019, con Alfredo Cornejo en la oferta electoral, que en dos años, cuando defiendan mayor cantidad de bancas. Del mismo modo, para la oposición será muy difícil obtener nuevos legisladores en cantidad tal que le permitan condicionar a un hipotético gobierno de Cornejo. Vamos a nombres y números, distrito por distrito.

Alfredo Cornejo en el Día de Campo de Alvear. ¿Tendrá una legislatura fácil? ¿O le obligarán a negociar todo, si gana?

El dilema del primer distrito

Cambia Mendoza arriesga mayor cantidad de bancas en el primer distrito que comprende Ciudad, Guaymallén, Lavalle y Las Heras. Se eligen seis senadores provinciales y ocho diputados. La UCR pone en juego tres bancas al Senado en ese distrito. Son las que hoy ocupan Anabel Rocca, Natacha Ensenchlas y Marcelo Rubio. El PRO debe renovar la banca que ocupa Pablo Priore (alineado en la oposición a De Marchi), y en el peronismo dejan sus bancas Cecilia Juri y Rafael Moyano. Si no hay una tercera fuerza significativa (que a menos de un mes del cierre de listas provinciales, no aparece), los esperables triunfos de Cambia Mendoza en Guaymallén, Las Heras y Ciudad harán que la cantidad de senadores que se renuevan sea estable. Puede incluso que el oficialismo coloque un senador más, si la elección del peronismo es muy mala.

Otro tanto ocurre en la Cámara de Diputados. Son ocho los legisladores de la cámara iniciadora que dejan sus bancas. La UCR arriesga tres bancas (Andrés "Peti" Lombardi, Daniela García y Paula Zelaya), y dos aliados: José María Videla (Frente Renovador) y Josefina Canale, la ex titular del casino que es legisladora por el Partido Demócrata Progresista. El peronismo juega tres bancas: Edgardo González (precandidato a intendente en Lavalle), Néstor Márquez y Verónica Valverde. Para restarle votos a Cambia Mendoza y "robarle" bancas, hay que contar con una tercera fuerza que de momento en los papeles no aparece. Ahora, si logran armar un frente "anti Cornejo" con De Marchi a la cabeza, no sería en el primer distrito donde cosecharían mejores voluntades.

"Peti" Lombardi junto a Mario Abed.

Segundo Distrito: Muy peleado

El segundo distrito suele ser muy disputado. El departamento más importante en esa suma de municipios es Maipú, que es gobernado por el peronismo desde hace cuarenta años. Completan Rivadavia, Santa Rosa, La Paz, San Martín y Junín. El llamado a elecciones que hizo Suarez es para renovar cinco senadores y seis diputados. Allí, el oficialismo pone en juego las bancas que hoy ocupan Jorge Carballo y Mercedes Rus. Más la del aliado del Partido Socialista Fernando Alín. A su vez, el peronismo renueva las bancas de Florencia Canali y Bartolomé Robles. Otra vez, para ceder senadores, Cambia Mendoza con Cornejo a la cabeza debería perder las elecciones por paliza en el Este y Maipú. Tal resultado no aparece en los cálculos previos de nadie. Adempas, Maipú tiene elecciones desdobladas 

A nivel diputados, es igual de parejo. La UCR debe renovar las bancas de José Orts, Carolina Lencinas y Sandra Astudillo. El Frente de Todos renueva a Duilio Pezzutti (que estuvo jugueteando con enfrentar a Matías Stevanato hasta que lo "ordenaron"), Laura Soto y Laura Chazarreta.

Al oficialismo le alcanzará con perder por poco en ese distrito, y podrá mantener el equilibrio en la cámara alta.

El tercer distrito, poco riesgo

Luján, Godoy Cruz y los tres departamentos del Valle de Uco Tunuyán, Tupungato y San Carlos, configuran una región muy repartida en lo político. Eligen cuatro senadores provinciales y cinco diputados. En la cámara alta, la UCR y sus aliados ponen en "oferta" las bancas que ocupan Ernesto Mancinelli (Libres del Sur), y Gabriela Testa (UCR) y el PRO juega la banca del legislador demarchista Rolando Baldasso. En tanto que el peronismo arriesga las bancas de uno de sus principales referentes, Lucas Ilardo. Sólo una derrota de Alfredo Cornejo en este distrito le haría perder legisladores. Ello sólo sería posible sólo si hay una tercera fuerza que sumada al peronismo obtenga más votos que Cambia Mendoza. Otra vez, con o sin el PRO.

De los cinco diputados que se ponen en riesgo en la elección de septiembre (con PASO en junio), la UCR apuesta uno: Emiliano Campos. El Frente de Todos debe renovar las bancas de Bruno Ceschín y Marisa Garnica. El resto de las bancas que se renuevan hoy son ocupadas por Jorge Difonso (Unión Popular, ex aliado de Cambia Mendoza) y Mercedes Llano (Partido Demócrata). La curiosidad es que en este distrito la boleta de Cambia Mendoza perdió a dos de los tres diputados que saltaron a la oposición: Mercedes Llano y Jorge Difonso. Con Godoy Cruz y Tupungato en el distrito, es difícil que la UCR pierda al único diputado que se juega este año en ese territorio.

Cuarto distrito, tierra de los Félix

El distrito sureño viene dominado por el peso electoral de San Rafael, que es mucho más que Malargüe y Alvear en cuato a población y votantes. Sin embargo, la UCR y el PJ renuevan la misma cantidad de diputados allí.

Se eligen cuatro senadores y cinco diputados, igual que en el tercer distrito. En Diputados se van el presidente de bloque Germán Gómez y Paola Calle. También dejan la casa legislativa los radicales Adrián Reche y María José Sanz. El quinto diputado que se va es el presidente de bloque del PRO, Gustavo Cairo. En este distrito, la moneda legislativa está en el aire.

Respecto de la Cámara de Senadores, el PJ arriesga las bancas de Mauricio Sat e Hilda Quiroga. En tanto que la UCR lo hace con Cecilia Canizzo y Leonardo Viñolo.

Resumen ejecutivo

De los 19 senadores que se renuevan, la UCR y sus aliados juegan 11 bancas. Ocho son de radicales "puros" y tres aliados: un socialista (Alin), un Libres del Sur (Mancinelli) y un PRO no demarchista (Priore). Un PRO opositor (Baldasso) es el único demarchista en juego, y los peronistas arriesgan siete bancas propias. Sólo una catástrofe electoral de proporciones bíblicas haría que la UCR y sus aliados perdiesen más que una o dos bancas del total de las 20 que cuentan, con 17 propias y tres aliados.

En la Cámara de Diputados la conclusión es rara: Se renuevan 24 bancas, de las que la UCR y sus aliados ocupan 11 (9 radicales más José María Videla Sanz y Josefina Canale), el PJ arriesga 10 bancas, y salen tres ex Cambia Mendoza que saltaron a la oposición durante el período: Jorge Difonso, Mercedes Llano y Gustavo Cairo que camina por la cornisa y será oficialismo o no, dependiendo de cómo se integre el frente: con o sin De Marchi. El dato raro es que el total de la oposición pone en juego 13 bancas contra 11 del oficialismo. Que podrá ganar alguna si le va muy bien en el primer distrito, y en el tercero. Siempre, en función del escenario final de Cambia Mendoza. Hoy los radicales y sus aliados tienen 24 votos en la Cámara Baja. El peronismo 17 contando a José Luis Ramón, y hay otros siete diputados repartidos entre el PRO Demarchista (3), Unión Popular (2), el Partido Demócrata (1), y el Partido Verde (1).

Por lo que se ve, para restarle mayorías de modo significativo a Cambia Mendoza, se necesitarían al menos tres victorias consecutivas sobre el oficialismo. Y la de este año, se ve bien difícil para la oposición. Aun, si Omar De Marchi se abriera de Cambia Mendoza en una nueva fuerza con algunos aliados de partidos menores.

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