Fallo de la Corte: un padre condenado por obligar a su hijo a ver pornografía

En medio del debate por la reforma del Tribunal Supremo local se mencionó una sentencia con perspectiva de género. El caso del padre que le mostró un video de sexo explícito a su hijo de 8 años para enseñarle lo que debía hacer cuando fuera grande. Qué son las nuevas masculinidades.

Fallo de la Corte: un padre condenado por obligar a su hijo a ver pornografía

Por:Jorge Fernández Rojas
Periodista/Analista

Un debate público derivado del desacuerdo constante en los despachos de la Suprema Corte de Justicia dejó ver detalles importantes de las cuestiones que se discuten entre quienes componen el Alto Tribunal de Mendoza. Esto emergió entre el jueves 15 y el martes 20, días dedicados a analizar la reforma del funcionamiento de la Corte mendocina en la Cámara de Diputados

Es un conflicto de funcionamiento y competencia que deberían resolver personas de altísimo rango de la magistratura y que terminó siendo expuesto en un recinto legislativo. Y si bien suena a crítica, porque el cuerpo de jueces supremos debió zanjar esto con sus propios mecanismos institucionales, también debe verse como un gesto saludable de ejercicio democrático, esto de hablar de lo que pasa en el Estado como un cuerpo vivo. 

La Legislatura funciona en este caso como un espacio para revisar un problema que atañe a la sociedad cuando una institución como es la Corte, está en una encrucijada. Y en un contexto de catarsis, siempre aparecen destellos de discusiones vigentes sobre puntos importantes, que aparecen como laterales al problema central en debate. Esta vez, en esta reseña, ponemos el foco allí, en un costado importante porque también es parte de la reforma de la justicia mendocina

Gesto clásico de la ex jueza de Corte Aída Kemelmajer.

Dato que justifica este informe. Una sentencia de la Corte de Mendoza fija un antecedente jurídico. El punto es cómo deben juzgarse con perspectiva de género las conductas de las personas adultas con responsabilidad de educar y formar a las personas en desarrollo en las etapas de la niñez y la adolescencia. El fallo reciente, fue emitido hace un mes, aparece como fundante porque apunta a los nuevos roles de los varones, lo que se llama las nuevas masculinidades.

La perspectiva de género es un debate abierto dentro de la Corte ya que se extiende en todos los ámbitos públicos. Fue Aída Kemelmajer quien con su bagaje jurídico y de conocimiento de política judicial lo puso en la mesa de discusión. Cerrando su alocución el jueves 15, frente a congresales que la escuchaban con atención dijo: "los jueces de la Corte no pueden ser ni peronistas ni radicales, sino que tienen que tener perfil técnico y político, pero no partidario. Por ejemplo, necesitamos jueces con perspectiva de género esa es una decisión de alta política".

En el centro, el presidente de la Corte, Dalmiro Garay.

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Género y masculinidad

Dalmiro Garay, presidente de la Corte fue el último en exponer en estas jornadas de debate sobre el proyecto de reforma del Alto Tribunal. Una de las primeras conclusiones del alto funcionario judicial, ante a los medios, apuntó al perfil de quienes aspiran a impartir justicia en nuestra provincia. "Soy un reformista por naturaleza, cuando las instituciones se estancan la que se perjudica es la sociedad. El perfil del juez tiene que tener perspectiva de género y a la vez tiene que entender el sistema y tiene que saber que la justicia necesita de mucha investigación y que se debe aplicar de cara al ciudadano, por eso avanzamos con la oralidad", fundamentó Garay.

En el medio de las definiciones de Kemelmajer y Garay aludidas a la necesidad que magistrados tengan la capacidad de analizar sus decisiones con perspectiva de género apareció el juez de Corte, Mario Adaro con una revelación al respecto. Siendo crítico del proyecto de ley que está en estudio, habló de "una oportunidad perdida" por no haber introducido en este proceso de reforma del Tribunal Supremo la paridad de género en su composición. Y luego reveló un dato para quienes estábamos escuchándolo -y no conocíamos el caso-, que había un fallo de la Corte con perspectiva de género y que abordaba el fenómeno social de las nuevas masculinidades

El juez de Corte Mario Adaro advirtió del fallo en cuestión.

Dicho sea de paso, las nuevas masculinidades se evidencian familiarmente y más entre las personas jóvenes e irrumpen como un síntoma de cambio en los roles asumidos por los varones. Todo esto en este nuevo entramado de las relaciones que se va tejiendo entre seres humanos como producto de la evolución positiva de la vida en sociedad.

Padre pornográfico, hijo vulnerado

"Eso es lo que tenés que hacer cuando seas grande". Fue el mandato de un padre a su hijo de 8 años mostrándole desde su teléfono celular un video de escenas de sexo explícito entre varones y mujeres. Es el caso que la Corte de Mendoza analizó y rechazó como tribunal de casación y confirmó el fallo del Tribunal Penal Colegiado 2 de la Primera Circunscripción Judicial.

La sentencia original es de 2015 y condena a dos años de prisión en suspenso a este padre por suministro de material pornográfico de acuerdo al artículo 128 de Código Penal Argentino. Y el fallo de Corte que confirma la resolución de primera instancia es del miércoles 24 de agosto. La sentencia de la Corte está firmada por los jueces de Corte José Valerio, Mario Adaro y Pedro Llorente.

Lo distintivo de la pieza judicial son los argumentos esgrimidos por Adaro que remarca que la decisión del hombre de mostrarle a su hijo como si fuera su legado un video porno es consecuencia de "los mandatos culturales y sociales de corte patriarcal, de alguna manera, impulsan, legitiman o justifican este tipo de conductas que, paradójicamente, y como en el presente caso, terminan perjudicando a su destinatario".

Un niño fue expuesto al suministro de pornografía por parte de su padre. Imagen alegórica.

"En efecto, las masculinidades en tanto hacen referencia a los modos en que los varones son socializados y a los discursos y prácticas asociados con las diversas formas de ser 'hombre' en nuestra cultura occidental, promueven un modelo de género denominado 'masculinidad hegemónica' que le otorga mayor valor a lo masculino por sobre lo femenino e impulsa en los hombres ciertos comportamientos competitivos, la demostración de virilidad, la búsqueda del riesgo y hasta el uso de la violencia en determinadas circunstancias", puntualiza el juez de Corte.

Para Adaro es necesario -y de acuerdo a lo que se dispone en las convenciones jurídicas actuales- poner en relieve este tipo de situaciones porque la normativa "ordena remover patrones estereotipados de conductas que contribuyen a mantener y reproducir las desigualdades de género. (...) En otros términos, entiendo que la necesidad de distinguir las distintas masculinidades y la problemática socio cultural que gira en torno a ello, resulta de vital importancia en tanto redundan en obstáculos que pueden presentarse en el efectivo acceso a la justicia".

Completa Adaro su idea jurídica pensando en los legados culturales transmitidos generacionalmente, para sostener la denunciada hegemonía de la masculinidad predominante por encima de otros géneros o elecciones sexuales, o condiciones étnicas o sociales.

"Estos mandatos son internalizados por el varón a través de una serie de mecanismos de socialización, consistentes en prácticas y discursos, donde -a modo de ejemplo- se motiva el uso de la fuerza y el menosprecio por mujeres y personas LGBTI, a demostrar constante virilidad hacia el interior de grupos de pertenencia, entre otros mandatos", puntualiza Adaro.

Explicador

Emiliana Lilloy, experta en cuestiones de perspectiva de género publicó en su espacio de Memo sobre las nuevas masculinidades. Veamos:

· Espacios recreados. Ya no se trata de equiparar los derechos de las mujeres a aquellos que se arrogaron los varones para sí mismos, sino de que esta circunstancia provoca un movimiento masivo de estos últimos hacia los espacios antes asignados a las mujeres. Espacios que requieren el desarrollo de la empatía, la ternura, la experimentación y sobre todo la gestión de las emociones para guiar y acompañar a otras personas en su crecimiento, tránsito por situaciones de salud o vejez.

La paternidad es ejercida de modo distinto por los varones actualmente.

· Varones en actividades blandas. Las nuevas masculinidades implican un contacto con la fragilidad desconocido para muchos varones que fueron llamados a ser el "hombre de la casa" y a manifestar constantemente eso que identificamos como "hombría", mandato que los privó del desarrollo de las habilidades blandas, esas que hoy consideramos tan importantes para potenciar nuestras vidas y gobernar nuestras sociedades.

· Hombres en riesgo. Datos concretos como que el 75% de las víctimas de accidentes de tránsito a nivel mundial son varones, que los varones se suicidan en una proporción tres veces mayor que las mujeres y que alrededor del 95% de la población carcelaria mundial está constituida por varones, nos da un panorama de que los antiguos mandatos masculinos no benefician a nadie, generan situaciones agresivas y representan un peso exagerado para quienes deben cumplirlos. 

¿Hombría o nueva masculinidad?