Trabajadores del INTA se sumaron a la protesta en Buenos Aires contra la fusión con el INTI. Cómo incidiría en Mendoza.
Reclamo mendocino contra una fusión que impulsaría Milei
Este jueves, desde las 10 de la mañana, trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) protestan frente a la sede central del organismo en la ciudad de Buenos Aires, en rechazo a la posible fusión con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).
La medida fue impulsada por la Asociación del Personal del INTA (APINTA), que advierte sobre el impacto que esta decisión tendría en el funcionamiento del organismo, con el posible cierre de más de 300 agencias y la pérdida de 1.500 puestos de trabajo.
Mario Romero, secretario general de APINTA, dialogó con el Post y señaló que "hasta anoche no hubo nada oficial, pero todos los rumores indican que el Gobierno nacional avanza con un decreto para fusionar los organismos".
Según el gremialista, las versiones que manejan varían entre una integración completa de uno dentro del otro o una unificación parcial en áreas como recursos humanos, administración y asesoría jurídica.
"No tenemos acceso al borrador del decreto, pero con los funcionarios con los que hablamos nos dicen que va en esa línea", advirtió Romero. Y agregó que, desde la asunción del gobierno de Javier Milei, "los trabajadores del Estado vivimos en una incertidumbre permanente. Nunca estamos tranquilos. Cuando no es la reducción de personal, es la fusión de organismos, y cuando no, el vaciamiento por partes".
El epicentro de la protesta es la sede del INTA en Rivadavia 1439, en pleno centro porteño, donde hoy debía sesionar el Consejo Directivo del organismo. Sin embargo, según Romero, la reunión fue suspendida bajo el argumento del duelo nacional por la muerte del Papa Francisco.
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"Están buscando excusas. No quieren dar la cara delante de los trabajadores y las trabajadoras", apuntó. "Se reúnen por Zoom a las nueve de la noche y definen el futuro institucional del organismo, a espaldas de quienes lo sostienen todos los días", contó.
Romero también remarcó que, en febrero, los directivos del INTA presentaron un documento interno de nueve páginas que proponía una reestructuración profunda. Algo que el Post reflejó en una nota titulada: "Qué pasará con el INTA Mendoza: ajuste sin despidos y reestructuración".
"Ese proyecto contemplaba el cierre de 300 agencias de atención rural, la ‘disponibilidad' de 1.500 trabajadores y la venta de inmuebles del organismo. Es un desguace en cuotas", señaló Romero.
Aunque en primera instancia fue rechazado por el Consejo Directivo, a fines de marzo se aprobó parcialmente, modificando la estructura interna y debilitando el rol del Director Nacional.
"Le sacan el control del presupuesto, del personal y del patrimonio, y se lo entregan a una nueva mega secretaría que todavía no se explicó con claridad", denunció el gremialista. Y añadió que "están aplicando el mismo modelo que en el SENASA o en el INTI: traen funcionarios de afuera que responden a intereses ajenos al INTA, y avanzan con el vaciamiento".
El impacto en Mendoza
Consultado sobre la situación en Mendoza, Romero fue enfático: "En la provincia hay estaciones experimentales en Luján de Cuyo, Junín, La Consulta y Rama Caída. Todas tienen agencias de extensión rural que están en la mira. Si se cierran, se deja a cientos de productores sin asistencia técnica".
"Esto no solo afecta a los trabajadores, sino a toda la economía regional. El INTA es el Estado presente en el campo, es el que acompaña al productor que no puede pagar un asesor privado. Si el INTA se retira, los más perjudicados son los pequeños y medianos productores, que quedan a la deriva. Y, en fin, se perjudica a la economía de la provincia", sostuvo Romero.
Y remarcó que la decisión responde a una visión centralista y excluyente: "Lo que están haciendo es gobernar desde la lógica de la Pampa Húmeda. Se olvidan que hay un interior productivo que necesita del Estado. Este tipo de medidas son un tiro en el corazón de las economías regionales".
Clima de tensión y resistencia
El INTA, creado en 1956, cuenta con una planta de más de 6.400 trabajadores distribuidos en unidades de todo el país. En los primeros meses de la gestión de Milei ya se cerraron programas de larga data como Pro-Huerta y Cambio Rural.
"Están desmantelando el organismo con una frialdad que asusta. Lo hacen por partes, con sigilo, sin debatir ni consultar con quienes sostienen su funcionamiento", expresó Romero.
En tanto que aseguró que "no vamos a permitir que destruyan lo que costó décadas construir. El INTA no es una estructura burocrática: es un organismo técnico, territorial, estratégico para el país".
Mientras que cerró señalando que "el INTA está en peligro, y con él, también lo está el futuro del desarrollo agropecuario argentino".
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