Esta semana se anunció la compra de la aerolínea por el fondo COC Global. Detrás de la operación aparece Leonardo Scatturice, exespía y nuevo operador clave del mileísmo. Los detalles y el deja vú de Antonini Wilson.
Fierros, jets y valijas: qué hay detrás de la saga Flybondi
La otra Arrieta aseguró el agarre amplio en la barra, con las manos llenas de magnesio. Miró un punto fijo, tragó un montón de aire y tiró su RM en snatch: 200 mil dólares distribuídos en cuatro bolsos de 50 mil.
Su coach, Guido Alejandro, le corrigió la postura y le pidió que usara la fuerza de las piernas y no de los brazos. Era el referente de un deporte que él mismo se había inventado: CrossFit de dinero.
Lejos habían quedado esos días en los que la policía aeroportuaria Luján Telpuk lo enganchó con 800 mil dólares en plena campaña presidencial de CFK. Ahora su pasión era organizar torneos para exvalijeros y formar nuevos talentos. La chica era su preferida.
La otra Arrieta se llama Laura Belén y mostraba cualidades levantando fierros verdes. Sus primeras muestras de talento las dio en marzo cuando llegó a Argentina, de un vuelo procedente de Miami, con varias valijas que nadie le revisó. Su perfil en Linkedin dice que fue empleada en una sucursal de Tarjeta Naranja en Lanús, después estuvo en una fábrica de artículos de cuero y su siguiente escalón laboral la vincula a la Conferencia de Acción Política Conservadora, una suerte de té bingo en el que participan liberales del mundo, como Barry Bennett, Ron Paul, Ben Shapiro, incluso, el presidente.
Ahora la otra Arrieta pasaba sus días muy concentrada en un desafío a otra escala. Resulta que Leo Scaturicce, un amigo de su barrio Lanús, le había dado trabajo tiempo atrás en un emprendimiento que se llamaba COC Global Enterprises y de paso le daba una mano en algunos proyectos más, como OCP Tech y "Surjet Charter and Management", una empresa de aviación privada que tenía clientes como el Kun Agüero.
Ver: Flybondi fue comprada por un fondo de inversión de Estados Unidos
Ahora Scaturicce traía una noticia que revoloteaba en el mundo del fitness financiero. Con su fondo de inversión COC compró y puso en marcha Flybondi, un torneo de levantamiento de dólares e influencias. Hubo firmes negociaciones previas. Scatturice es un ex AFI. Estuvo relacionado a un presunto "espionaje británico" en una causa llamada "Dark Stark" en la que la Justicia halló mensajes entre él, el ex jefe del Ejército César Milani y Fernando Pocino, con el fin de derrotar a Jaime Stiusso en una dura interna dentro de la SIDE.
Ahora, Scatturice viste como un empresario en Miami y fue allí dónde recibió a dos apasionados del deporte: los hermanos Santiago y Francisco Caputo, el del perfil bajo que maneja la caja de LLA. Los que están cerca del universo libertario afirman que Scaturicce viene a ser un gestor que agiliza procesos y dispone recursos para el metabolismo político del partido oficial, con especial sensibilidad en la piel electoral.
Finalmente la copa Flybondi se puso en marcha. Santi Caputo, vigoroso y aún joven a pesar del cigarrillo, puso su nueva marca en el primer tiro de snatch con 100K dólares de cada lado de la barra. La otra Arrieta dejó la vara altísima subiendo un 40% su RM. El coach, Guido Alejandro Antonini Wilson, henchido de orgullo la aplaudía. El torneo Flybondi era mucho más que una competencia en el vasto universo de las operaciones, era un escenario de oportunidades para catapultar los récords personales de los atletas del levantamiento de dinero.
Ver: Tensión ante la supuesta presencia de espías rusos en Argentina