Hoja de ruta de un gobierno en sucesión en Mendoza

Hay nuevos episodios de la historia del oficialismo mendocino. La pelea subterránea ha comenzado a evidenciarse. Crece la intensidad del "libreto" preelectoral con tres protagonistas centrales: Cornejo, Suarez y De Marchi.

Hoja de ruta de un gobierno en sucesión en Mendoza

Por:Jorge Fernández Rojas
Periodista/Analista

 El éxtasis por la selección argentina de fútbol masculino campeona del mundo en Qatar es un estado de gracia colectivo que aún permanece y nos sujeta. Aprendimos que la alegría también fortalece, tanto como el dolor, para enfrentar las adversidades inmediatas, públicas y cotidianas que están allí llamando a la puerta. Con ese espíritu emprendemos el tránsito hacia las siete estaciones electorales en 2023. Esta es una proyección de un recorrido con curvas y contracurvas, pero que tiene un sentido y un destino que parece predeterminado. 

Aquí están los detalles de una disputa por el poder político provincial, una serie netflixiana de la que ya hemos conocido los primeros capítulos.

Establezcamos un predialogal (referencias necesarias para iniciar una interacción entre las personas). Hasta donde se tiene conciencia de la política partidaria en Mendoza, la opinión de los gobernadores siempre han tenido peso específico propio a la hora de definir cuestiones centrales como las candidatura de quién o quiénes podrían sucederlos. 

Suarez ya está cursando su último año de gestión y su sucesión ya se discute dentro del frente Cambia Mendoza.

En esta revisión y en honor de ser precisos, en estas historias también han tallado los operadores, hábiles tramadores y con poder para definir postulaciones. Son esa raza de influencers que tejen las relaciones entre las personas dedicadas a esta actividad y definen realidades a veces impensadas o fuera de los esquemas previstos. Un ejemplo concreto de esto es el del todavía añorado por el peronismo mendocino, Juan Carlos Chueco Mazzón, quien parió las postulaciones de Celso Jaque y Paco Pérez, sin entrar en juicio de valor de esas administraciones que fueron las últimas peronistas. En este rubro hay que anotar al mismo Alfredo Cornejo que es un gran gestor de armados electorales, de hecho esa pericia suya, es una herramienta que le es útil para autogestionarse su proyecto político.

Quincho navideño: Cambia Mendoza... ¿Se dobla, se estira, o se rompe?

El concepto "en la interna manda quien gobierna" para definir sucesores, aplica para Rodolfo Suarez que hace sentir su poder cuando deja en claro que él comparte la lapicera con su antecesor y potencial heredero, Cornejo. Tomando en cuenta esa premisa, el razonamiento se decanta después de escuchar al actual gobernador, afirmar que "su" candidato es "Alfredo". Por lo cual, lo único que impediría que esto no fuera así, sería que el mismo exmandatario decida no candidatearse.

El exgobernador, saluda y sonríe en modo candidato no declarado.

¿Cambia Mendoza?

Lo primero que se ve en el horizonte es que tenemos en ciernes dos candidatos a gobernador de Mendoza resurgidos del oficialismo mendocino. Por supuesto, Cornejo instalado como el tácito, y el challenger  Omar De Marchi de la cantera del antiguo Partido Demócrata y forjado por Mauricio Macri como principal referente del PRO en nuestra provincia.

Debajo del puente corren aguas grises aceleradas por la torción imperante en lo que todavía es Cambia Mendoza, la creación cornejista donde el actual senador nacional, desde 2015 contuvo a todo lo que se opusiera al peronismo y más al kirchnerismo, esa estantería con partidos pequeños le ha permitido a Cornejo mantener la supremacía en las urnas y la consecuente ganancia política atesorada en los últimos siete años.   

De ese caudal de votos antiK surgido del electorado mendocino también abrevó el PRO e hizo de Luján de Cuyo su laboratorio  para ir acrecentando su presencia en los distintos estamentos del Estado, logrando bancas en el Congreso, en la Legislatura y en varios concejos deliberantes. Esta rentabilidad electoral es la que le factura Cornejo a De Marchi cuando el lujanino se queja del ninguneo radical en el ejercicio del poder real.

En este contexto es que crece, todavía como especulación, la posibilidad de un frente comandado por De Marchi que compita con CM directamente en una general. Es decir una opción fuera del esquema oficialista regenteando por el tándem Cornejo-Suarez. Lo que De Marchi llama "personalismos asfixiantes" de los que es necesario alejarse para "transformar a Mendoza".

De Marchi en el Sheraton agitó la interna oficialista con la velada amenaza de ir por fuera de CM.

La contrapartida la calentura cornejista crece y aún está "endicada" para no mostrar más la hilacha que hace notar De Marchi llamando a sus seguidores a la "rebeldía", palabras utilizadas con vehemencia en viernes 23, en el Hotel Sheraton cuando presentó los ejes de gobierno. Ese acto apareció en la superficie como una respuesta a la convocatoria del presidente de la UCR provincial, Tadeo García Zalazar que hizo a los socios de CM y por supuesto que el PRO rechazó.

Los "ejes estratégicos" con los que De Marchi quiere ser gobernador

 Este plan de diferenciarse de De Marchi tiene un condicionante importante que es el aporte peronista noK con el cual aspira sumar en su emprendimiento todavía en gestación. Sin ese caudal de votos del pensamiento peroganso cualquier intento de De Marchi terminará en la nada. 

Entonces es cuando entramos al limbo justicialista, el territorial, el de los intendentes que deben resolver qué harán con sus elecciones municipales. De Marchi los necesita empujando su candidatura en sus distritos. Pero eso es parte de los próximos capítulos.