El balcón de Cristina y de qué hablamos cuándo hablamos de prisión

¿Qué viene después de que metan presa a Cristina?, ¿saludar a la militancia desde el balcón incumple el régimen de prisión domiciliaria? El país en el que las discusiones nunca terminan.

El balcón de Cristina y de qué hablamos cuándo hablamos de prisión

Por:Florencia Silva
Secretaria de redacción

"Pero si uno sabe moverse, si entiende las dinámicas, los horarios, no es peligroso. O es menos peligroso. Yo sé que los viernes por la noche, si me acerco a la plaza Garay, puedo quedar atrapada en alguna pelea entre varios contrincantes posibles: los mininarcos de la calle Ceballos que defienden su territorio de otros ocupantes y persiguen a sus perpetuos deudores; los adictos que, descerebrados, se ofenden por cualquier cosa y reaccionan atacando con botellas; las travestis borrachas y cansadas que también defienden su baldosa", así describe la escritora Mariana Enríquez a Constitución. En ese barrio de Capital Federal hay un balcón de cinco metros cuadrados y en ese balcón se pelean ahora el peronismo y el Poder Judicial.

Cristina Kirchner salió a saludar desde su balcón donde vive su hija Florencia. En Comodoro Py todavía estaba caliente la fotocopiadora que copió el fallo de la Corte cuando se abrió un nuevo interrogante. ¡¿Qué hace esa señora saludando sin autorización del Juzgado de Ejecución Penal?!, sobre todo teniendo en cuenta que ya es un punto de encuentro de la militancia que irá sumando adeptos, cada vez más. Los que seguro no están contentos, son los vecinos de calle San José.

Expertos de la Dirección de Control y Asistencia de Ejecución Penal hicieron un informe "ambiental" que determinó que el departamento es apto para que una expresidenta esté presa. Eso no significa que el juez Gorini la acepte, el tema es lo otro, la cuestión simbólica que puede o no regularse desde el grifería penal. Por cierto, Gorini andaba con cara de muy pocos amigos porque tuvo que guardar las ojotas y el Hawaiian Tropic ya que no pudo tomarse las vacaciones que tenía prevista para esta semana. En su ausencia, el encargado de definir el lugar y condiciones de la detención de Cristina iba a ser Rodrigo Giménez Uriburu pero la defensa puso el grito en el cielo por su estrecho vínculo con Mauricio Macri con quién comparte equipo de fútbol, "La Liverpool". En 2022, fue recusado luego de que Página 12 publicara fotos de ambos en pleno partido. 

Macri y el juez Uriburu en "La Liverpool".

Desde el Gobierno, fuentes de Casa Rosada dijeron que si Cristina "tose fuerte en el balcón", podría interpretarse como intento de copamiento del Poder Legislativo. La ministra de Seguridad ya propuso instalar inhibidores de afecto alrededor del domicilio y drones que lean los labios para evitar arengas camufladas.

El conflicto es más profundo de lo que parece. Esos cinco metros cuadrados ya no son solo parte del domicilio de CFK, sino puede convertirse en la nueva zona liberada del peronismo emocional.

Ver: Cristina Kirchner seguirá "balconeando" unos días: se entregará el miércoles

Dicen allegados al Poder Judicial que ya está redactando un fallo preventivo. Un borrador que circulaba en panfletos enunciaba una serie de restricciones a la actividad estrictamente balconera: 

- Los brazos no se pueden levantar más de 45 °, nada que se parezca a un saludo. 

- Se podrá colgar ropa en el tender solo cuando llueva.

- Más de dos cigarrillos seguidos será considerado un acto de subversión.

Las pintadas tras el fallo.

Ver: Según una encuesta, más de la mitad de los argentinos cree que CFK es culpable

En algunos cafetines de ciudadela de tribunales algunos magistrados sostenían que salir al balcón no es incompatible con el cumplimiento de la prisión domiciliaria. Pero, ¿encabezar un acto político podría implicar que sea revocado este beneficio? No todos están seguros, sobre todo si lo que se discute es qué constituye un acto político.

El tema se trasladó a las aulas de la UBA. Esta semana hubo una clase abierta de la carrera de Abogacía. Alejandro Slokar y Alejandro Alagia, titulares de la Cátedra de Derecho Penal abordaron ante los alumnos el debate sobre la pena de inhabilitación como forma de exclusión política.

Lo cierto es que ya sea el departamento de Constitución o cualquier domicilio que se disponga, la militancia hará su acampe ya que no puede cumplir su condena en un establecimiento penitenciario porque eso sería dejar sin efecto la custodia que le corresponde como expresidenta de la Nación.  En definitiva, lo que parece una simple escena doméstica  se transforma en el punto exacto donde se cruzan la justicia, la política y el espectáculo. El Código Penal, la doctrina peronista y el manual de convivencia vecinal se disputan cada centímetro de esos cinco metros cuadrados.