Mendoza se convierte en el último reducto antiminero

Pronto hará un año del intento de reforma de la 7722, diluido por la fuerte presión pública y de grupos radicalizados. Una encuesta demuestra que en las zonas urbanas se perdió el miedo a la minería. Chubut, la otra provincia antiminera, intenta cambiar su estatus esta semana.

Mendoza se convierte en el último reducto antiminero

Por:Ricardo Montacuto
Director Periodístico

El gobernador de la provincia del Chubut, Mariano Arcioni, enviará a la legislatura de su provincia este martes un proyecto de modificación de la ley antiminera 5001, que mantiene un fuerte cerrojo sobre el yacimiento de plata y otros metales más grandes de Latinoamérica, el Proyecto Navidad. Se trata de un conjunto de filones capaces de producir unas 20.00 onzas de plata al año, equivalentes a unos 487 millones de dólares al precio de hoy. El proyecto llegará a la legislatura chubutense dos semanas después de que grupos de vándalos antimineros intentasen tomar y prender fuego en la Casa de Gobierno de aquel territorio patagónico.

Cualquier parecido con lo ocurrido en Mendoza, es sólo un capricho de la historia que se empeña en repetirse.

No está claro que la legislatura de Chubut apruebe el proyecto, ya que los bloques están divididos. Igual que en Mendoza, la minería separa a la política y a la sociedad de modo horizontal. En caso de aprobarse aquella ley, Chubut tendrá una renta minera del 5 % equivalente hoy -sólo por el yacimiento Navidad- a unos 1.700 millones de pesos al mes. Del mismo modo, si se aprueba, Mendoza se habrá convertido en el último reducto antiminero del país, mientras el gobierno nacional trata de empujar inversiones en el área. El último informe producido por el gobierno de Macri mostró, años atrás, que la riqueza en cobre del lado mendocino de la cordillera, es superior al lado chileno.

Pronto hará un año del intento de modificación de la ley 7722. Fue el 20 de diciembre cuando la Legislatura aprobó una nueva ley minera, con Suarez recién asumido. Luego, multitudes arrastradas por el miedo a la minería y empujadas incluso por operaciones montadas desde afuera del país, generaron tal tensión social que el gobierno debió retroceder. Con el tiempo, Suarez contó que a punto estuvo la masa, en la que se infiltraron todo tipo de activistas, de tomar la Casa de Gobierno. Se vivieron escenas de excesos, y una represión desordenada. Nadie quería escuchar argumentos técnicos de ninguna naturaleza. Nada. Y Mendoza perdió una oportunidad. Un año después estamos -pandemia mediante- "galgueando" pobreza. Estimaciones extraoficiales realizadas por un funcionario para este diario, dicen que la provincia podría haber crecido desde un 11 % hacia arriba en su Producto Bruto Geográfico, si Mendoza hubiese arrancado con la minería el año pasado.

Ahora... pasado un año... ¿Qué piensa de la minería el habitante del Gran Mendoza?

Una encuesta realizada por Mediciones Mendoza para los medios de Plataforma Digital, Mendoza Post y Memo, dice que el 48 por ciento de los consultados cree que la actividad minera ayudaría al desarrollo económico de la provincia, mientras que el 32 % la rechaza. Poco menos del 20 % aún no tiene una opinión formada. Segmentado por departamentos, tal como publicó Memo, el apoyo a la minería supera el 55 % en Capital y el 53 % en Godoy Cruz. Por primera vez, una encuesta muestra la posibilidad de retomar el debate minero con menos presión social. Tal vez, estos guarismos se concatenan con otros. Al 74 % de los consultados les fue mal este año. Y el 42 % cree que será peor el que viene. Los datos, en este cuadro:

Habría que ver si el gobierno mantiene su clausura sobre el debate minero luego del traspié del año pasado, que compartió con el peronismo, o regresa la discusión de una "zonificación" para que se pueda hacer minería en Malargüe, donde lo que sobra es licencia social para trabajar.

Ahora que Chubut tendrá su ley minera, Mendoza quedará como el último -e irracional- refugio antiminero. Un cambio económico importante en el mapa productivo del país. La pregunta es si la clase política local tomará nota, o seguiremos viendo cómo los demás generan riqueza, mientras en Mendoza pasamos a una especie de sobrevida, apenas con lo justo.

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