Condenaron al psicólogo que casi mata a su novia en Ciudad

Ariel Ignacio Moya recibió 3 años de prisión aunque tendrá prisión domiciliaria.

Condenaron al psicólogo que casi mata a su novia en Ciudad

Editó: Matías Sosa

 Ariel Ignacio Moya (42), docente, psicólogo y hasta youtuber, fue condenado por lesiones a su novia que casi le producen la muerte. En un juicio abreviado, reconoció que cometió el hecho y recibió la pena a tres años de prisión por el delito de "lesiones graves agravadas por el vínculo".

El hombre evitó una condena más grande porque arriesgaba entre 10 y 15 años de prisión por "tentativa de femicidio", pero cambió la imputación luego de declarar en los últimos días y contar qué ocurrió el 26 de febrero de este año. Según se investigaba hasta el momento, el hombre quiso asfixiarla en un departamento ubicado en calle España de Ciudad. Los médicos encontraron lesiones en la víctima.

En sus primeras declaraciones, Moya afirmó que llegó al domicilio donde convivían, encontró a su pareja intentando suicidarse y la "salvó", para llevarla inmediatamente al hospital. Sin embargo, el Cuerpo Médico Forense (CMF) determinó que las lesiones que la soga en el cuello fueron realizadas por otra persona. Luego, cuando la mujer recuperó la consciencia, relató que la quería matar y el hombre fue detenido y lo enviaron a la cárcel en marzo, donde fue imputado por "tentativa de homicidio agravado por mediar violencia de género y por el vínculo".

El hombre seguirá con prisión domiciliaria. 

En agosto, el Moya salió de la cárcel de Boulogne Sur Mer con el beneficio de la prisión domiciliaria porque tiene un problema en la vejiga y existen probabilidades de que se infecte dentro del complejo penitenciario. En ese momento se le fijó una caución de un millón de pesos. Además, el juez Diego Flamant tomó la decisión porque la víctima está viviendo en San Juan, provincia de la que ambos son oriundos.

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En su última declaración, el hombre contó: mantuvo una práctica sexual con su pareja que consiste en atar, esclavizar y someter. Tuvo un exceso con la soga y terminó asfixiando a la mujer sin querer. Los peritos avalaron la versión porque la víctima no presentaba indicios de sufrir violencia de género.

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