Adriana Suárez, y su pareja están acusados del crimen de César Rodas (41), quien alquilaba una habitación en la casa donde fue asesinado. Las hijas de la mujer, de entre 6 y 15 años, habrían presenciado todo.
Quién es la descuartizadora de Dorrego
El crimen brutal que sacudió a Mendoza en la tarde-noche de este miércoles habría sido perpetrado por una mujer que cumplía con una prisión domiciliaria en su casa en el distrito de Dorrego, en Guaymallén.
César Darío Rodas, un hombre de 41 años que alquilaba una habitación en una vivienda ubicada en la calle Adolfo Calle al 1900, fue asesinado, descuartizado y luego su cuerpo fue quemado en una parrilla. Por el hecho están detenidos tres adultos, mientras que cinco niñas -hijas de la principal acusada- habrían presenciado el asesinato.
La descuartizadora
La principal sospechosa es Adriana Valeria Suárez, de 40 años, dueña de la casa donde ocurrió el crimen. La mujer cumplía prisión domiciliaria desde 2020 por un robo agravado y tenía colocada una tobillera electrónica.
La "descuartizadora" tiene múltiples antecedentes desde el año 2012: robo agravado en poblado y en banda con arma de fuego, amenazas simples, robo agravado por uso de arma blanca. Sin embargo, por estar a cargo de sus hijas, se le otorgó el beneficio de la prisión domiciliaria.
A raíz de este asesinato, Suárez fue trasladada a la Comisaría 25° junto a su pareja, Marcelo "el Porteño" Altamirano (35), y un amigo de ambos, Damián Rolando Contreras (46), quienes estaban en la vivienda al momento del crimen, y quienes tamibén tenían antecedentes por robo, encubrimiento, y resistencia a la autoridad.
Según la reconstrucción del caso, el miércoles por la tarde una de las hijas adolescentes de Suárez habría relatado a su madre un intento de abuso sexual por parte de Rodas. A raíz de esto, la mujer y su pareja atacaron al hombre con extrema violencia. Primero lo golpearon y luego lo agredieron con un hacha hasta matarlo. Todo esto ocurrió mientras estaban presentes las cinco hijas menores de Suárez, de 6, 9, 11, 13 y 15 años.
Después del homicidio, los acusados habrían intentado hacer desaparecer el cuerpo. Descuartizaron los restos de Rodas y comenzaron a quemarlos en una parrilla. Los vecinos notaron un humo inusualmente denso saliendo de la casa y, horas más tarde, la policía recibió una denuncia clave: el ex cuñado de Suárez aportó fotos del torso mutilado de la víctima, enviadas por WhatsApp.
Ver también: Una mujer descuartizó y quemó a un hombre en Dorrego
Con esa información, efectivos de la Comisaría 44 y de Homicidios llegaron al lugar. Suárez intentó evitar el ingreso, por lo que el Ministerio Público Fiscal pidió un allanamiento urgente. A las 23, los policías irrumpieron en la vivienda y hallaron restos humanos distribuidos en diferentes sectores. Durante la madrugada, los restos fueron trasladados al Cuerpo Médico Forense.
El testimonio de la hija que habría sido víctima del intento de abuso fue tomado por separado, al igual que el de su madre, para contrastar versiones. La menor fue derivada al Hospital Notti para ser asistida por los Equipos Técnicos Interdisciplinarios (ETI). También se evalúa si su hermanita de 6 años sufrió un ataque sexual por parte de Rodas.
En cuanto a los detenidos, Altamirano es oriundo de Buenos Aires y cuenta con antecedentes por robos y usurpación. Contreras, de 46 años, tiene un extenso prontuario por delitos violentos y es reincidente. Aunque intentó desligarse de la autoría del hecho, quedó imputado y la fiscalía analiza su participación.
La causa está en manos de la fiscal Andrea Lazo, quien podría imputar a los tres por homicidio simple, delito que prevé penas de entre 8 y 25 años de prisión. Mientras tanto, las cinco niñas quedaron bajo resguardo del Estado y reciben asistencia profesional. La investigación continúa y se esperan más pericias para determinar con precisión los roles de cada uno de los implicados.
Ver también: Denuncias cruzadas entre la expareja y los padres de Genaro Fortunato