Pena cumplida: quedó libre el dueño de Golden Fest

Adrián Guirín había sido condenado a cuatro años de prisión por estafas. Pasó por Almafuerte, Boulogne Sur Mer, San Felipe y El Sauce.

Pena cumplida: quedó libre el dueño de Golden Fest

 Adrián Guirín, dueño de la empresa de eventos Golden Fest, condenado a 4 años de prisión, quedó en libertad después de cumplir su pena 'de puntín' (en la jerga carcelaria significa hacer la condena completa), iniciada a finales de 2016.

El caso Golden Fest tuvo una amplia difusión mediática ya que el hombre de por entonces 31 años, había sido acusado de 92 casos de estafa (estafa genérica fue el delito por el que lo condenaron) por haberse quedado con el dinero de gente que había pagado por fiestas de egresados, cumpleaños de quince y viajes entre otros eventos.

El hecho de que fuera considerado un preso millonario, le valió ser confinado en el pabellón psiquiátrico para detenidos del hospital El Sauce ya que las autoridades penitenciarias tenían para sí que en el penal corría peligro ya que varios presos intentarían secuestrarlo.

Su caso comenzó a partir de la denuncia de la familia de una chica que vio truncado su cumpleaños de 15 y le hizo un escrache en Facebook. La denuncia en la red social sirvió para que otras personas que habían contratado los servicios de Golden Fest se arrepintieran y pidieran su dinero aún antes de que la fiesta se llevara a cabo. Guirín dijo no tener ese dinero y escapó.

De ese modo, estuvo en calidad de prófugo durante unos días pero antes de que terminara 2016 fue encontrado con su pareja de 16 años y embarazada en una cabaña de El Carrizal.

El fiscal del caso, Santiago Garay, le imputó los 92 casos de estafa y no le dieron la posibilidad de prisión domiciliaria, ya que las pericias psiquiátricas lo ponían como un ser bastante inteligente por lo que, se especulaba, se podía fugar, según especificó en su momento la jueza de Garantías Alejandra Mauricio.

El estafador de Golden Fest quiso "levantarse" a su suegra y lo echó de la casa

Por eso que fue a parar al penal de Almafuerte, luego fue a Boulogne Sur Mer a San Felipe y al pabellón psiquiátrico para detenidos del hospital El Sauce; siempre lo consideraron un ?preso a proteger' por lo que la pasó aislado gran parte de su encierro. Hacia noviembre de 2018 y a través de un juicio abreviado comandado por el juez Marcos Pereira, Guirín terminó condenado a cuatro años de prisión. En teoría, y con buena conducta, en dos años y ocho meses podía acceder a beneficios como salidas transitorias o libertad condicional, pero eso no sucedió.

Cuando le dieron prisión domiciliaria volvió a vivir con su pareja en la casa de su suegra, pero con la pandemia de coronavirus, fue devuelto a la cárcel ya que se separó de su esposa y no podía fijar domicilio. Ahora, a dos meses de que se cumplan los 4 años ya está libre, aunque no puede abandonar la provincia hasta que llegue a la condena completa y haga la pena 'de puntín'.

La decisión estuvo a cargo del juez penal Sebastián Sarmiento y contó con el acuerdo del fiscal Javier Martorell, en una audiencia que se hizo hace dos semanas en los tribunales provinciales.

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