Los están investigando luego de los "saqueos organizados" del viernes. Hay más de 20 detenidos. Los detalles. La trama. Los temores. Videos, y un audio clave.
Los WhatsApp y Face para los ataques al Átomo
Los ataques organizados el viernes contra sucursales de Átomo en Luján y Guaymallén fueron planificados a través de una intensa actividad en grupos de WhatsApp y de Facebook de distintas personas, cuyos teléfonos fueron secuestrados por la Justicia luego de una seguidilla de asaltos disfrazados de saqueos, ocurridos en las últimas horas. Se trató de robos descarados en realidad, en medio de jornadas económicas de alta volatilidad y de mucha angustia para la población, a causa de la fuerte devaluación, el dólar a 40 pesos, y la serie de aumentos de precios que se fueron encadenando en las últimas horas.
Las conversaciones de WhatsApp y de redes sociales que se utilizaron ayer para atacar locales de la cadena Átomo en Luján y Guaymallén, fueron capturadas por la policía en los teléfonos de algunas de las casi 30 personas detenidas en distintos operativos, varios identificados con cámaras de seguridad, luego de los "saqueos falopa" realizados a dos de las sucursales de la cadena mendocina. Una de las jóvenes que aparece como "organizadora" con el perfil de Facebook "Daiana Gyee(ntvg)" denunció llamarse en realidad Melanie Rodríguez, y que habían usado su foto de perfil para armar el grupo de saqueo.
Varios de los detenidos son menores, y eran retirados por sus padres en la madrugada de este sábado de las comisarías del Gran Mendoza. A los adultos, en tanto, la fiscal de Robos y Hurtos Florencia Díaz Peralta les imputará el delito de "robo en poblado y en banda".
Los dos "saqueos" a Átomo, al supermercado "La Alba" el jueves por la noche, a un súper chino en Godoy Cruz, otro intento más a un Átomo en Perdriel y uno en el mayorista Tadicor de San Martín, tuvieron un denominador común: los "saqueadores" no parecían personas desesperadas por hambre. Más bien, daban la imagen de ser jóvenes bien organizados, con método, y coordinados. Se ve claramente en cualquiera de los videos de los asaltos.
Algunos de los asaltantes lucían camperas nuevas, y zapatillas de marca para salir "volados". Además de alimentos, se llevaron bebidas alcohólicas en abundancia, dinero, dos cajas registradores y electrodomésticos. También arrasaron con lácteos y bolsones de pañales. En "La Alba" de Luján, hasta acarrearon un televisor LED.
El gobierno siguió desde temprano y con preocupación estos hechos, aunque en silencio. No hubo voces oficiales hablando del problema. Sólo el intendente de Guaymallén Marcelino Iglesias, en declaraciones al POST, dijo que aquí había "delitos comunes" disfrazados de saqueos. Anoche, en la Casa de Gobierno, hubo una reunión de emergencia. El gobernador Alfredo Cornejo reunió a los intendentes de Cambiemos del Gran Mendoza. Allí estuvieron Rodolfo Suárez (Ciudad), el propio Iglesias (Guaymallén), Tadeo García Zalazar (Godoy Cruz) y el médico lasherino Daniel Orozco. Omar De Marchi no llegó a tiempo. El lujanino estaba en el lanzamiento de "Setiembre, mes del vino" en la bodega Catena Zapata, uno de los eventos más importantes del año para el marketing del Malbec. Pero habló con Cornejo anoche. Entre todos analizaron el cuadro de situación. Y aunque la mayoría tiene las sospechas bien instaladas en ciertos grupos del peronismo y de la izquierda, nadie lo ha blanqueado. Tampoco trascendió el contenido de las conversaciones de anoche en la Casa de Gobierno. Sólo un lacónico "Se estuvo pensando en qué decir...", según admitió uno de los asistentes.
Por la mañana, funcionarios del ministerio de Seguridad, de la Gobernación, intendentes y supermercadistas habían estado en contacto permanente. Fue la gente de Átomo la que le acercó al ministro Gianni Venier un audio de WhatsApp en el que se promovía el saqueo a una de las sucursales, lo que finalmente terminó ocurriendo el viernes.
Los intendentes radicales, sobre todo los de Las Heras, Ciudad y Godoy Cruz, acudieron a esa verdadera red de inteligencia territorial que son los Preventores, y los "punteros" del Oeste, para auscultar la gravedad de la tensión social, en medio de una semana que hizo temer lo peor de la mano de la corrida cambiaria. La devolución de esas averiguaciones trajo cierta tranquilidad a los caciques radicales. Si había "saqueos", serían aislados y no en medio de un caos social.
De todas maneras, el gobierno apeló al silencio como arma de comunicación, con toda la intención de "mutear" los casos ocurridos, y no generar psicosis. Pero nada camina más rápido que las redes. Ayer, este periodista fue testigo de cómo un cliente ocasional, en un comercio del Kilómetro Cero, contaba con lujo de detalles una "ola de saqueos" que según él ocurría en la Quinta Sección. El hombre, delgado, canoso y de pullover color mostaza, aseguraba tener videos "de las redes sociales". Los chequeos posteriores demostraron que mentía. Pero ninguno de sus ocasionales "plateístas" en ese comercio tuvo dudas. Era la "posverdad"
Como sea, ya hay algunos datos certeros sobre los saqueadores. Hay mujeres entre los organizadores, y funcionarios de Seguridad trabajaban ayer en la minuciosa búsqueda de antecedentes de algunos de los detenidos. Además, a todos les secuestraron los teléfonos, de donde pudieron obtener algunas de las conversaciones que aquí mostramos:
El método consistía en que primero ingresaban una o dos familias normalmente "a comprar", y luego lo hacían los demás, manoteando cuanto había a su paso y huyendo a la carrera. Todos estos golpes fueron grabados por cámaras de seguridad.
La matriz de los ataques de este viernes no se parece a la de 2001. Mucho menos, a los saqueos sufridos por el gobierno del radical Raúl Alfonsín. Más bien guardan similitudes con los que ocurrieron en 2012, cuando Cristina finalizaba el primer año de su segundo mandato: jóvenes marginales, muchos de ellos militantes, otros no... lanzados a aprovechar la ocasión. La postal de ayer fue clara. Muchos de los que participaron en los saqueos son "hijos" de 12 años de educación kirchnerista. Escasa en valores democráticos, y abundante en la dinámica "amigo-enemigo" que divide a la población en una grieta -a esta altura- insalvable.
Los nuevos "saqueadores" no lo hacen por hambre, y probablemente, tampoco por política, aunque es imposible soslayar la inocultable satisfacción, alegría en algunos casos, de sectores kirchneristas que multiplicaban en las redes los "saqueos falopa" de ayer, preanunciando desde el regreso del cepo, hasta el corralito, y la pronta salida del presidente Macri. Como carne de cañón, usaron jóvenes cuya nueva rebeldía es la de llevarse cosas del supermercado, sin pagar. Pasando por "saqueo..." asaltos urbanos, solo que en bandas. Por eso, anoche hubo un fuerte operativo de vigilancia en puntos neurálgicos del Gran Mendoza. Decenas de jóvenes con mochilas vacías fueron identificados, cada vez que los pescaron merodeando cerca de alguna boca de expendio. Sin embargo, los atacantes parecieron conformarse con el último asalto a un Átomo de Luján, a las 21:00 del viernes.
Nadie niega que la situación social es muy pesada, y que Gran Mendoza está rodeado de un 30 por ciento de pobreza. Puede que algo más. Pero cruzar la barrera del delito es un asunto distinto.
Aunque escasos en educación, a los "saqueadores falopa" les alcanzó con método y comunicación. Así, a través de WhatsApp y de Facebook y de teléfonos inteligentes, lograron golpear en Mendoza ayer seis veces, mientras el país seguía con angustia las alternativas de la devaluación. Y ello, pese a todas las prevenciones oficiales que se venían tomando. Los atacantes se organizaron muy rápido, como si fuese -simplemente- la previa de un boliche.
Esta nota habla de:
