Cae más la venta de vino y el año cerraría en el piso histórico
Lejos de repuntar, el consumo de vino cayó con más fuerza en julio pasado y las bodegas ya tienen pocas esperanzas de recuperar lo perdido en lo que va del año.
De esta manera, 2018 sería el año más bajo en ventas al mercado interno de la historia, superando al mínimo registrado durante 2017, según se desprende de un informe del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) publicado por Apertura.
En julio, los despachos de las bodegas en el país se redujeron 7,5%, a 756.770 hectolitros (hl.), pero además se notó una mayor caída de las botellas: retrocedieron 9,8% interanual en el mes, a 420.578 hl. (aportaron el 55% del total), mientras que en tetra-brik la baja fue de 6,7%, a 300.137 hl.
Con esta caída de julio, las ventas al mercado interno acumulan una baja de 4,6% en lo que va del año, a 4,8 millones de hl., y si bien en el sector prevén que se modere en lo que resta del año, ven muy difícil que puedan compensar lo perdido.
En 2016 y 2017, los precios de los vinos al público se dispararon por el alto costo de la uva (de 100% a 150% anual), ante dos cosechas escasas. Por eso, los tetra-brik aumentaron 98% en 2016 y otro 80% en 2017, en tanto que los finos lo hicieron un 65% y 55%, respectivamente, según datos del sector. Eso impulsó una fuerte caída del consumo, de 8,3% en 2016 y 5,4% el año pasado, a 8,91 millones de hl., el mínimo histórico, según el INV.
Desde el sector aseguran que la buena cosecha de este año, tanto en cantidad como en calidad, permitió que los precios al público se ajustaran por debajo de la inflación y que así mejoró el precio relativo frente a otras bebidas sustitutas, como la cerveza. Ante la situación, opinaron:
Carlos Fiochetta, de la Corporación Vitivinícola
"Es un año complejo, destinamos al mercado interno el 80% del volumen del vino. Los precios relativos con la cerveza tienden a mejorar, porque los vinos ajustaron menos, y vemos una posible mejoría hacia fin de año. Pero la caída refleja la crisis de consumo masivo"
Sergio Villanueva, de la Unión Vitivinícola (UVA)
"Los supermercados lanzan muchas ofertas y notamos que están reduciendo stock, por eso no compran tanto vino a las bodegas, de ahí la diferencia entre consumo y despachos".
Juan Carlos Pina, de Bodegas de Argentina
"El vino no es un producto de primera necesidad, somos prescindibles. Venimos de dos cosechas escasas que hicieron disparar los precios. Este año el mercado interno cae menos; la cosecha fue buena y el precio bajó, pero la macroeconomía no ayuda".
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