Al son de los cuadernos de la corrupción comenzó a resonar nuevamente la idea de reformar la Constitución Provincial.
En Mendoza vuelve la onda reformista
Mario Vadillo presentó el proyecto de ley que declara la necesidad de reformar la Constitución de Mendoza, el viernes 17, e inmediatamente se pensó en el rédito político de tal presentación y a cuál sector podría favorecer.
El punto es que el diputado de Protectora se atajó de cualquier especulación, pensando en su propio interés político.
No quiere que otra fuerza lo "madrugue". Por eso se adelantó plantando bandera reformista de la Carta Magna que está vigente desde hace 102 años.
¿Por qué ahora? "Porque tenía el proyecto listo y espero que se sumen otras voluntades reformistas. Porque ya no estaría la sospecha de beneficiar al actual gobernador, y porque quien podría aspirar a la reelección sería el próximo", respondió Vadillo.
Dentro de Protectora sostienen que es el momento justo. Ahora que la ciudadanía pide cambios y replanteos de acuerdo al proceso de arrepentidos y confesos de coimas que marcan el ritmo público desde Buenos Aires.
"La gente está harta y quiere cambios", dicen desde Protectora.
En realidad se trata de una reformulación basada en las conclusiones que salieron de los foros para la reforma que llevó adelante la vicegobernadora Laura Montero el año pasado.
Mario Vadillo (PI).
También tiene muchos puntos en común con la reforma frustrada de 2001 impulsada por el entonces gobernador radical Roberto Iglesias. La ley de aquella reforma fue aprobada de modo unánime en la Legislatura y promulgada entre abril y mayo de 2001. El 14 de octubre ganó el "Sí", pero no alcanzó la famosa "mayoría Kemelmajer", una interpretación de la ex jueza que obliga a toda reforma, a sumar la mitad más uno de todos los electores de la provincia para imponerse y poder llamar a una elección de convencionales constituyentes.
Ahora, el proyecto de Vadillo contempla la incorporación de los derechos de tercera generación y deja abierto para los constituyentes la organización institucional de los poderes del Estado.
Se contempla una sola reelección consecutiva para todos los cargos electivos.
Dentro del oficialismo hubo sorpresa y sospecharon de Protectora. Lo relacionan con actitudes "oportunistas", como sus reclamos contra las tarifas del gas.
Aún así dentro de la Legislatura los radicales consideraron que la reforma que no llegó a presentar el senador Juan Carlos Jaliff, contenía justamente la mayoría de los derechos colectivos que no están incorporados en la norma fundante y centenaria.
Senador Juan Carlos Jaliff.
Si el proyecto de necesidad de reforma integral se aprueba y el año que viene se llama a un referéndum entonces en 2020 estaremos eligiendo constituyentes para analizar las posibles reformas.
Desde Casa de Gobierno se deslizó que aún no es tiempo para tratar el tópico, pero que está en la agenda para desplegarlo el año próximo.
La secuencia demuestra que en este nuevo envión para reformar la Constitución se reinició el camino para modificar la ley basal de Mendoza.
Derechos difusos
Estos son los derechos colectivos o "difusos" sumados en este proyecto de Protectora:
- Derechos al Desarrollo y al Habitat Humano.
- Derechos a la Protección del medio ambiente y la biodiversidad y la preservación de los recursos naturales.
- Derechos al acceso y protección del agua, los recursos hídricos y los glaciares.
- Derecho al uso social del Suelo y al Ordenamiento Territorial.
- Derechos de los Pueblos originarios.
- Derechos colectivos e individuales de Usuarios y Consumidores, adecuando a la Constitución Nacional.
- Derechos de Niños, Niñas, Jóvenes y Adolescentes.
- Derechos de las personas con capacidades diferentes (actualmente está prohibido que personas con discapacidad sean legisladores).
- Derecho de los adultos mayores.
- Derechos de los Trabajadores y sus organizaciones asociativas-sindicales.
- Derechos de la mujer, de Género, a la Diversidad y la Identidad de las personas.
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