Change.org: el gran negocio online

La red social sin fines de lucro es en la actualidad una empresa con más de 200 millones de usuarios.

Change.org: el gran negocio online

Por: Mendoza Post

 La red social Change.com nació en 2007 como una página centrada en el activismo. A lo largo del tiempo se convirtió en una de las empresas más poderosas del mundo. Con más de 200 millones de usuarios, oficinas en 18 países del mundo y más de 150 empleados no deja de recibir críticas por su modelo de negocio.

Hasta 2016, "Change se financiaba mediante el coste por adquisición", explica a Xataka por teléfono. Esto quiere decir que ONG como Aministía Internacional pagaban un porcentaje a la plataforma por cada suscriptor que obtenían a través de las campañas patrocinadas.

El gran negocio del activismo online.

En un artículo publicado en Voz Populi en 2015, se desvelaba más sobre cómo Change hacía caja con los datos de sus usuarios. "Cobran (a las ONG) por cada correo electrónico y teléfono (compartido)", aseguraba el texto. En el mismo, un portavoz de la compañía decía que los ingresos eran de "decenas de millones de dólares", aunque la plataforma aseguraba que todos se reinvertían en su "misión", dice Xataka.com

Este sistema cambió en 2016. "Hasta ahora, cuando firmabas una petición podías ver un anuncio de alguna ONG... A partir de ahora ya no verás este tipo de anuncios. Lo que verás son tres opciones para poder elegir cómo ayudar a que las peticiones lleguen más lejos y puedan conseguir victorias".

Desde hace unos años, los usuarios pueden unirse a un programa de socios mediante el pago de entre 5 y al mes. Se convierten así en changers. con "acceso a ventajas exclusivas". La plataforma advierte que, al no ser una ONG, la cuota no es fiscalmente deducible.

¿Cuánto recauda Change.org por cada petición?

La segunda vía de ingresos consiste en peticiones patrocinadas por los propios usuarios. Tras firmar una campaña es posible aportar dos o más euros para contribuir a su difusión y que más gente la apoye.

El director de Change en España, José Antonio Ritoré, dice: "El nivel socioeconómico es irrelevante, lo que importa es la historia que hay detrás y el cambio que quiere conseguir", explica por mail. Cuando esto se cumple, llega "el apoyo masivo y la repercusión en los medios".

El éxito de Change reside en el llamado activismo de sofá y el postureo en redes sociales. "Son formas de satisfacción muy pequeñas unidas a un esfuerzo político también muy pequeño", aseguran. Manifestarse en Facebook en favor de los derechos humanos es fácil, pero una manifestación presencial es una acción política que requiere más esfuerzo. También provoca más respuestas.

A pesar de todo esto, las campañas de Change alcanzan gran relevancia en los medios. "Es el famoso estallan las redes. En muchos casos no buscamos qué está siendo relevante para generar contenidos sino qué se está viralizando".