Especialistas explicaron la fórmula para bajar precios y tarifas

Especialistas explicaron la fórmula para bajar precios y tarifas

Por: Mendoza Post

Analistas y expertos coincidieron en la necesidad de generar condiciones de competitividad en el sector energético a través de la desregulación de mercados para la determinación de los precios reales de cada producto, de manera de bajar los costos de cada tecnología y de las tarifas que se le cobran a los usuarios.

Así se planteó esta tarde durante los tres paneles que conformaron el seminario denominado "¿Cómo alcanzar mercados energéticos competitivos?", organizado por el Instituto Argentino de Energía General Mosconi y la Universidad del CEMA, que contó en el cierre con la participación del ex secretario de Energía y actual presidente del IAE, Jorge Lapeña.

"El problema no está en la tarifa sino en los precios y cómo estos se determinan”, afirmó Lapeña

“No estamos en el camino que nos lleve a una solución satisfactoria, vemos que el problema no está en la tarifa sino en los precios y cómo estos se determinan”, afirmó Lapeña entre sus conclusiones al plantear que “el análisis debe exceder a los que producen e involucrar a los que lo usan, que en el caso del gas natural o de la energía eléctrica son 44 millones de habitantes”.

El ex secretario aseveró que “en este momento los precios de la energía en la Argentina no son competitivos”, y planteó diferenciar “entre tarifas que son peajes calculados por el Estado en forma regulada y los precios que en la Argentina no son determinados por un mercado y menos por un mercado competitivo”.

En un contexto social y político de debate sobre la magnitud de las revisiones tarifarias y su peso en distintos sectores, los expositores plantearon casi en coincidencia la necesidad de avanzar hacia mercados energéticos desregulados, en particular en el segmento del gas natural, que permita una contractualización de largo plazo para favorecer mejores precios y proyección de inversiones.

"¿Cómo alcanzar mercados energéticos competitivos?", se llamó el seminario

“Lo importante es cómo defender la competencia en un campo de juego nivelado. Hay contratos para las renovables y tendría que ser lo mismo en gas que a pesar de contar con una oferta más diversificada sigue siendo un mercado intervenido en precio y continuidad de subsidios. Queremos mercados mas transparentes para que se hagan las transacciones y conocer los precios”, afirmó el asesor y ex subsecretario de Combustibles, Raúl García.

El presidente de Edesur, Juan Carlos Blanco, aseguró que los generadores eléctricos “son capaces de firmar contratos (de gas y combustibles líquidos) a precios más bajos de los que paga Cammesa hoy como hoy lo pueden hacer los clientes industriales”, y si tuvieran esa posibilidad “lo harían a precios muy competitivos de mediano plazo, lo que también beneficiaría a los productores de gas que contarían con una cartera de clientes previsible”.

El vicepresidente del IAE, Gerardo Rabinobich, cuestionó “la dolarización de los precios de la energía” al considerarlo “una variable exógena que necesita una coordinación con la política económica”, por lo que propuso “en la contractualización de los mercados pensar en usar con pesos con fórmula de actualización que reflejan las variaciones de costos y mantengan una estabilidad para el usuario final admisible”.

El presidente del Centro de Estudios de de Regulación Energética, Raúl Bertero, aseveró en el mismo sentido que “este sistema de precio de gas a boca de pozo deber ser modificado, y se modifica yendo hacia la competencia”, con lo cual aseguró “se podrían hacer contratos con precios más competitivos bastante más bajos de los que se están previendo para la supuesta necesidad de desarrollo de Vaca Muerta”.

El economista jefe de Fiel, Fernando Navajas, planteó que “la política energética argentina con sus dos armas, Vaca Muerta y renovables, es muy competitiva pero no necesariamente de ahí salga competencia”, pero aclaró que “no puede haber competencia en merados energéticas sin competencia en los mercados mayoristas de todas las tecnologías posibles”, en lo que definió “reformas de segunda generación” para el sector.