Nuevo de CEO de IMPSA: "Mi mamá en San Rafael pagaba el doble de luz que yo en Palermo"

Entrevista de Infobae a Juan Carlos Fernández, flamante número uno de la compañía.

Nuevo de CEO de IMPSA: "Mi mamá en San Rafael pagaba el doble de luz que yo en Palermo"

Por: Mendoza Post

Industrias Metalúrgicas Pescarmona (Impsa –Pescarmona), una de las empresas más importantes de la provincia y del país se recuperó de sus dificultades financieras y económicas que venía padeciendo en los últimos años y que hicieron que la familia Pescarmona perdiera la mayoría accionaria luego de 111 años, sin embargo, la misma sigue en pie y tiene nuevo CEO.

Se trata de Juan Carlos Fernández, flamante número uno de la compañía, quien brindó una entrevista a Infobae y adelantó algunas cuestiones que tienen que ver con el futuro de la empresa. 

Algunas preguntas y respuestas de la entrevista: 

-¿Cómo vio a Pescarmona en un momento complicado que culminó con su "salida"?

– Durante estos cuatro años, Pescarmona estuvo muy concentrado en hacer todo lo necesario para que la empresa continúe, incluso desde lo operativo. No puedo opinar por él, pero sé que está muy contento de que la empresa siga, a pesar de haber tenido que resignar la mayoría accionaria.

– ¿Le costó tomar esta decisión?

– Para él y su familia, los 800 hogares de Mendoza que dependen de la firma son muy importantes. Debe ser difícil, pero yo lo vi con toda la energía hasta el último día de la negociación. Trabaje 39 años con él y sé que contamos con su colaboración, sobre todo en temas estratégicos.

– ¿Cómo cayeron en default?

– En los últimos años, IMPSA había crecido junto a WPE, su empresa "hermana" en Brasil, un gran mercado tanto para proyectos hidroeléctricos y eólicos. WPE tuvo problemas, como falta de pagos, que complicaron su situación. Entró en convocatoria con un deuda de USD 850 millones garantizada por IMPSA. Nosotros debíamos USD 250 millones, algo totalmente manejable. Ocurre que las dos deudas sumadas eran USD 1.100 millones. Acá, además, teníamos un proyecto muy grande en Venezuela, Tocoma. Era una central hidroeléctrica del tamaño de Yacyretá, que también retrasó los pagos. Se generó una situación compleja que nos forzó entrar en default. Inmediatamente iniciamos una reestructuración privada, pero nunca entramos en convocatoria y eso nos mantuvo vivos.

"Argentina necesita energía. Pero por 10 años no se instalaron centrales". 

Enrique Pescarmona

– ¿La crisis no dañó la imagen de la empresa?

– Durante el default fue muy difícil porque vendemos proyectos que se entregan a cuatro o cinco años. Nos complicó la capacidad de entrar a licitaciones. ¿Qué no perdió IMPSA, y es muy difícil que pierda? Su imagen tecnológica. Somos una empresa con altísimo valor agregado, algo muy raro en la Argentina. Esta semana, por ejemplo, nos presentamos a la licitación de la central de Aña Cuá y quedó demostrado públicamente que tenemos la mejor maquinaria y tecnología comparados con Voith Siemens, de Alemania, y con los chinos de Gezhouba.

– ¿Cómo ve el sector energético local?

– Argentina necesita energía. Pero por 10 años no se instalaron centrales. No hubo generación, ni líneas de transmisión, ni se mejoró la distribución. Hoy, se paga ese problema.

– ¿La estrategia del gobierno es acertada?

– Este Gobierno encaró el tema energético de forma muy seria, con una diversificación de matriz muy importante. Antes, ganábamos las licitaciones, pero por motivos que ya no vale la pena analizar no nos daban los contratos. Con este Gobierno la situación es distinta. Hay absoluta transparencia en las licitaciones y hay muchos proyectos de infraestructura, en un ambiente de competencia internacional. Entre el 65% y el 70% de nuestro contenido es de industria local. Cuando los proyectos los gana una empresa china o un alemana, esa parte local es igual a cero. Hoy a China desde acá no se le puede vender nada. Están cerrados: no hay reciprocidad.

– Las tarifas de gas y electricidad están otra vez en el centro de la escena.

– Son temas políticos. ¿Era justo pagar la tarifa que pagábamos? Mi mamá, en su departamento en San Rafael, Mendoza, pagaba el doble de lo que pagaba yo en Palermo. Nos hemos mentido: la energía en el mundo es cara. Ese costo, igual, lo pagamos con impuestos, subsidios o con déficit. Cómo llevar las tarifas al costo real de la energía, esa transición, es una de las partes más difíciles que tiene cualquier gobierno.