Cornejo, las tarifas y el factor Maquiavelo

Cornejo, las tarifas y el factor Maquiavelo

Por:Pablo Sieira (*)

La alternativa del "aplanamiento" de las tarifas de gas que aceptó el presidente Mauricio Macri le otorgó al Gobierno una calma momentánea, pero no una solución frente a la tormenta que asoma en el Congreso, donde el oficialismo muestra por primera vez signos de debilidad y la oposición se aclimata para 2019.

Por primera vez Cambiemos vio en el Congreso a toda la oposición peronista parada del mismo lado, con proyectos distintos pero apuntados al mismo objetivo, algo nada alentador para un oficialismo que depende de que kirchneristas, justicialistas y massistas se mantengan divididos.

El peronismo estuvo a un voto de poder tratar sus proyectos para congelar los valores de las tarifas y, así y todo, esa unidad obligó a Cambiemos a suspender la sesión que tenía prevista porque, en esas condiciones, no tenía ninguna garantía de poder llevar adelante su agenda.

Esto dejó en evidencia el escaso margen de error que tiene Cambiemos en el Congreso, donde la oposición -que unida es mayoría- ya olió sangre: rechazaron el nuevo plan tarifario que Macri les aceptó a sus socios de la UCR y la Coalición Cívica y avanzará con sus proyectos.

El presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, hace algunas semanas venía advirtiendo en charlas reservadas que el oficialismo tiene que prepararse porque a medida que se acerque el año electoral el peronismo se irá poniendo más dura, con dialoguistas incluidos.

La pregunta que desvela al oficialismo ahora es si podrá volver a llevar adelante su agenda en el Congreso mientras la oposición mantenga el foco en el tema tarifario, que le representa un negocio político redondo.

Y es que si lograran aprobar una ley para contener los aumentos tarifarios forzarían tal vez a Macri a vetarla, porque la quita de subsidios al gas, la electricidad y el agua es el núcleo de su política fiscal.

En ese caso, el costo lo pagaría únicamente el Gobierno.

Lo sorpresivo es que sean los aliados de Macri, sin intención y por puro instinto de superviviencia, los que empezaron a hacerle pagar ese costo, por las circunstancias en las que se llegó al acuerdo para recalcular el tema tarifario.

Teoría y práctica

En su célebre libro "El arte de la guerra", el filósofo y militar chino Sun Tzu dijo que se debe aparentar debilidad cuando se es fuerte y fortaleza cuando se es débil, y en eso está el oficialismo con motivo de las consecuencias políticas que tiene el nuevo aumento de tarifas.

Luego de que la unidad opositora los obligara a recalcular en Diputados, el jefe del interbloque oficialista, el radical Mario Negri, aseguró que Cambiemos está "sólido" para enfrentar la avanzada que encabeza el peronismo.

No es la única muestra de fortaleza: tras las críticas públicas de la UCR y la Coalición Cívica al Gobierno -es decir al PRO- los referentes de las tres fuerzas que integran Cambiemos se mostraron juntos en un homenaje al ex presidente Raúl Alfonsín, para negar así los cortocircuitos hacia adentro del oficialismo.

Sin embargo, el PRO aceptó a regañadientes la propuesta de pago en cuotas de las tarifas de gas y dejaron trascender que la sensación que les quedó es que la UCR y la CC quedaron parados en el lugar de los dirigentes sensibles al humor social y ellos (el macrismo) como los intransigentes y ajustadores.

Para colmo, el criterio político del nuevo esquema, que según la UCR y la CC serviría para contener el mal humor social que presentían, es por lo menos curioso.

Las cuotas de las tarifas de gas terminarían de pagarse en enero o febrero, es decir, en medio del bimestre de mayor consumo de energía y en el inicio del año electoral, a contramano del plan original del Gobierno de realizar el ajuste más fuerte ahora y no en las puertas de la pelea por la reelección de Macri.

Los radicales encabezados por el mendocino Alfredo Cornejo, impulsor del nuevo esquema, parecen no haber leído el consejo del italiano Nicolás Maquiavelo: si el gobernante debe hacer un daño, es mejor que lo haga rápido y de una sola vez, en lugar de extenderlo en el tiempo.

Tal vez las motivaciones de forzar al Gobierno a cambiar de plan sean otras, tal vez estén relacionadas con la decisión de Cornejo de asegurarle a la UCR más lugar no solo en la estructura de Gobierno, sino también en la toma de decisiones.

(*) NA, especial para Mendoza Post