Quincho: Un enorme moño rojo en Desaguadero

Mendoza vivió una semana fantástica. Todo “crema” para Cornejo. Los que se “mostraron” para 2019 en Cambiemos. El PJ trata de organizarse.

Quincho: Un enorme moño rojo en Desaguadero

Por: Mendoza Post

El gordo guardaba pocos recuerdos del 24 de marzo de 1976. Tenía 14 años recién cumplidos y alma de potrero, patio, y barrio. En la noche anterior, una prima con dos títulos de El Salvador y un magister, por entonces, había caído a la casa de la infancia del gordo, pálida de malas noticias. “Viene el golpe…” anunció a la familia, alertada por las “orgas” del peronismo, que estaban bien enteradas. Si en la Casa Rosada y en el Congreso no quedaba ni el gato, supo muchos años más tarde Julián. El asunto es que -en aquella noche de martes, previa al miércoles 24- la prima del gordo había logrado sintonizar la BBC, que en el más puro inglés daba las noticias de la inminente caída del gobierno de Isabel.

Al día siguiente, el gordo fue igual a la escuela. En esa época no te llevaban los viejos. Ibas caminando con los amigos del barrio Arizu, en Godoy Cruz. Los atajó una patrulla del Ejército en la puerta del colegio, y los mandaron a todos a la casa. Un avión de la Fuerza Aérea patrullaba la zona, con una ametralladora enorme asomada a la escotilla principal. Julián y sus amigos volvieron a las casas, y de puro rebeldes, se pusieron a jugar al fútbol en la calle. Un patrullero hacía discreta guardia a un costado de la canchita. Había empezado la época más sanguinaria y oscura de la Argentina. Cientos desaparecieron, secuestrados, torturados, muertos en esas mismas horas. Con el tiempo y con tanta militancia peronista en la casa, el gordo entendería lo que pasaba. Sobre todo, porque de vez en cuando “chupaban” a alguno. O porque su madre había enterrado en una caja en el patio de atrás una parva de libros, un “Rubi” cal. 38 y un Smith & Wesson cal. 32 largo. Todo en la misma caja. Julián le había ayudado, con semblante grave, a hacer el pozo.

El más completo desastre que el país haya vivido jamás, empezó ese día.

Arte del 24, en Godoy Cruz.

- Y pensar que 42 años después, con los genocidas enjuiciados, muertos o presos, el pacto de silencio está intacto. La perversión sigue… por eso no podemos perdonar, ni olvidar… ni aunque haya justicia… ¿Cómo no nos van a decir dónde están? – preguntó el gordo al aire, a nadie, mientras preparaba el relleno de los calzone.

La masa ya había levado tres veces, y cuatro enormes discos de masa esperaban, recién amasados, con un repasador húmedo arriba. Julián haría uno de jamón cocido natural, queso Cuartirolo Lombardo que conseguía en el Mercado Central (nunca muzzarella… el Cuartirolo tiene mejor acidez y no es tan graso), albahaca fresca, tomates cherry y aceitunas verdes. Haría uno más “hard” relleno de queso, cebolla al pimentón, verdeo, y longanizas, otro más de jamón crudo, rúcula, tomates, queso y aceitunas negras, y en el último haría un relleno de queso Pategrás, un toque de azul, y Camembert. Acompañaría la cena con un buen Merlot de las zonas frías, de la Bodega del Fin del Mundo. Aunque no era muy amante de las pizzas, en el amasado Julián recordaba los buenos olores de la infancia. Y eso, siempre era bueno.

Recostado en la hamaca de lino paraguayo que el gordo había traficado en la época del cepo y la prohibición, el Ruso repasaba las tarjetas con que se había quedado en las actividades del BID. Una agenda importante de negocios. El gordo metió los calzone en el horno de barro del quincho. No necesitarían más que unos minutos. Luego, rumbeó para la mesa.

En el cuadro que ornamente la pared norte del Quincho, la que da a Las Heras, los compañeros desaparecidos pedían justicia. Y una tumba decente.

Los amigos ya estaban acomodados alrededor de la mesa. El aroma tano que invadía el quincho habría despertado al mismísimo Giuseppe Garibaldi. El Omar estaba exultante.

- Vamos a tener que poner un enorme moño rojo en Desaguadero…- arrancó, mientras atacaba el calzone calabrés.

- ¿Por…? – preguntó el gordo, esperando una de esas respuestas plenas de arrogancia radical de su amigo.

- De la envidia que nos tienen… no sólo las provincias vecinas… todos… Fue una semana a full, el Alfredo no paró de meter goles uno atrás del otro. Fue la semana en que la “marca Mendoza” arrastró más que la “marca Argentina”. Te aseguro que los siete mil tipos que vinieron no se van a olvidar en la puta vida que vinieron a la asamblea del BID en Mendoza. ¡Fuimos grandes anfitriones! – gritó el Omar, de pie, proponiendo un brindis por la hospitalidad mendocina, que fue inmediatamente satisfecho.

Pasándole la "posta" 2019 a China.

- Bueno… está bien… consiguieron vidriera… Vinieron todos… hasta los escasos peronistas que participaron estaban contentos… Lisandro Nieri le hizo un gol al “Goyco” en el Malvinas… ¿Qué más?  ¿Bajaron la inflación? ¿Subieron los salarios?– chuceó Julián, mientras partía la masa crocante de uno de los calzone que había preparado. El Ruso se limpió con una de las servilletas de lino y trató de enfocar el dilema.

- Mirá Julián… hay muchas “capas” de análisis para hacer. Lo primero, es que vinieron a Mendoza siete mil tipos que son decisores en sus comunidades. Financieros, empresarios, bancarios, diplomáticos. Son tipos que pueden susurrar al oído de un inversor, o traer su propia guita a una provincia con clima de negocios. Y después… bueno… Fue una vidriera enorme.  Con elogios por todo lo que mostró Mendoza. Fijate en el Bustelo, en la apertura. Luis Alberto Moreno, que es el presidente del BID, Mauricio Macri, Caputo el ministro de finanzas, entre los tres lo mencionaron doce veces al Alfredo en sus discursos

- Y el turismo… y la guita que dejaron cada uno de ellos… el viernes a la noche no había dónde cenar…- acotó Ludovico. Tenía familia en el Valle de Uco, que habían traído productos primarios a la asamblea y se habían ido con varios rollitos de dólares en los bolsillos.

Macri, "entrándole" al chocolate mendocino.

-  Es obvio que el lunes siguen los problemas económicos de siempre, salarios, inflación,  tarifas,  pero vendimos excursiones, taxis, hotelería, gastronomía, catering, paseos, el tiempo estuvo de puta madre… un sol hermoso… y hubo mucho “clima de negocios”. Veremos qué fruto da en el tiempo. Pero Mendoza fue una Capital del mundo por casi una semana. De un evento que concentra las mayores decisiones para el desarrollo de América Latina y el Caribe…- siguió el Ruso.

- Es cierto… Y además, mirá Mendoza.  Esta llena de obras. Los mandamases locales que vinieron al foro de alcaldes se fueron con los ojos como el dos de oro. A Rody Suárez lo llenaron de correos y mensajes después del evento. Hay obras por todos lados, se empiezan a ver… y no sólo en la Capital… en todo el Gran Mendoza. Lo de la Ruta 82, la apertura del túnel, fue impresionante. Una movida muy simbólica. Unir los pueblos que habían estado separado. Esa obra costó más de 90 palos verdes… Mirá… yo estuve hoy… me fui hasta Potrerillos de ida y vuelta por Cacheuta. Un mundo de gente… desde el puente colgante hasta el perilago… los bolichitos llenos… todo el mundo trabajando… y la gente de buen humor. Vi personas emocionarse al pasar el túnel y llegar al lago, del otro lado…- contó el Omar. El gordo seguía impasible.

El abrazo de Cacheuta y Potrerillos.

- Yo adscribo a lo que dijo el Ruso. Cincuenta países en Mendoza… una provincia contenta, gentil, … les hicimos sentir a los tipos que estaban en la mejor tierra del mundo. Y eso no tiene precio. O sí, veremos con los años… Mirá… entre los productores que arrimaron al Intercontinental había unos de Godoy Cruz que hacen perfumes con los vinos. Martín Kerchner le regaló uno de Malbec a Moreno, el presidente del BID, y uno de champaña para la esposa… mostramos productos de muchísima calidad… de todos los que estaban en la Terminal… ¿te acordás? Lo bueno que se hizo fue que no sólo “comieron” funcionarios y empresarios. Esto fue “crema” para todos, y especialmente para Cornejo. Fue su semana. Y alcanzó a terminar una obra, la del túnel, y empezar la costanera, las dos con financiamiento del BID… y los anuncios ¿no? 600 palos verdes más en obras… la Ruta 7, el segundo túnel a Chile, la doble vía hasta Lavalle… 300 palos verdes más en energías renovables…hasta la implementación de la tarjeta SUBE en Mendoza anunciaron.  

- Dejate de joder… eso aparece en cada presupuesto desde hace años…- atajó Julián… tratando de cortar con tanta dulzura.

- Bueno, pero ahora va en serio…- dijo el Omar, y los amigos estallaron en carcajadas. El gordo trató de meter algo de política.

- Lo vi muy activo a Cobos… Pero muy… dijo el dueño de casa, mientras servía otra ronda de Merlot, cosechado y criado en San Patricio del Chañar.

- Bueno… a ver… a Cobos no lo podés mandar a su casa… el tipo mide… y se va a mostrar y a “jugar” hasta último momento, cuando haya que empezar a tomar decisiones. Veremos después del Mundial. Pero la verdad es que -de los posibles precandidatos- es el más cómodo. No depende del Alfredo. O sí, porque no creo que Cornejo lo deje pasar sin plantarle una interna…- dijo el Omar, el radical del grupete.

- ¿Pero Cobos tiene ganas de gobernar? – preguntó el Ruso.

- Y… ahora, cuando se lo preguntan, no lo descarta. Hasta hace poco lo negaba… y ahora deja la puerta abierta. Hay que esperar. Lo mismo De Marchi, que también estuvo muy movedizo en todos estos días.

- Lo dejaron afuera de la placa…- interrumpió el gordo.

- ¿Qué?

- Eso… A De Marchi lo dejaron afuera de la placa. “A-ra-fue”. En la placa de la obra del túnel Cacheuta-Potrerillos no figuran ni Macri ni el intendente de Luján. Sólo Cornejo y Kerchner. En el PRO estaban muy calientes, haciendo circular la fotito…- dijo Julián, con tal de meter cizaña.

- ¡Jajajajaaaa! Bueno… hay una peleíta sorda ahí… que durará hasta que se acomode la interna de Cambiemos. Miren muchachos… el Alfredo no ha dicho palabra, ni mu. Pero alguno de sus operadores ya está laburando sobre los intendentes, para que vayan por sus reelecciones. De hecho,  algunos caciques radicales están seguros que la “carta” que va a jugar Alfredo como candidato propio, será Martín Kerchner, que también se multiplicó por todos lados en esta asamblea, “vendiendo” Mendoza. Hasta le enchufaron una camiseta para jugar al fútbol el otro día, con los del BID.

- ¿Pero Cornejo ya eligió? – quiso saber Ludovico, preocupado. Él estaba con De Marchi.

Kerchner, en una de las charlas del sábado.

- No. Pero hay varios  radicales que creen que sí, que ya eligió. Y entonces, es como si hubiese elegido. Es una cuestión de percepciones. Como en las batallas, en la guerra, o en los negocios. Lo que importa es la amenaza potencial, la capacidad de que los hechos ocurran. O como en el ajedrez. Es más fuerte la amenaza, que la ejecución de una jugada. Y los intendentes los vieron este fin de semana muy perfilados a Martín, a De Marchi y a Cobos.

- ¿Y Tadeo, y Rody? – preguntó el gordo.

- Puede que tengan aspiraciones y muy buenas encuestas en sus territorios, pero van a jugar para el equipo, para lo que Alfredo pida…- cerró el Omar. El Ruso contó un par de anécdotas del BID.

- El día que estaba hablando Pancho Cabrera, el ministro mendocino de Macri, a los empresarios e inversores; apareció el gobernador del Chaco, Domingo Peppo, y se sentó en la primera fila. Entró con su fotógrafo personal, que le sacó como treinta fotos. Después se paró y se fue. Como la primera fila estaba casi vacía, el papelón se notó mucho…- contó, y los amigos festejaron con risas.

- Yo tengo otra…- dijo el gordo.

- ¿Se acuerdan que hace semanas nos morimos de risa, porque en el grupo de apoyo a la asamblea del BID, ese donde había desde gestores y gente seria, hasta figurones de todo tipo, un señor empresario “coló” la foto de un culo de proporciones bíblicas en el WhatsApp compartido?

- Siiiiiiiiiiiiiiiiii

- Bueno… me contaron de dónde venía ese trasero tan apetecible… ¡De un grupo de liceístas!

- ¡Jajajaaaaaaa! -

- Y bueno… a cualquiera le puede pasar…- dijo Julián, y los amigos brindaron por la belleza mendocina.

La cena fue llegando a su fin. Después del café y unas bochitas de crema americana con salsa de Malbec, los amigos partieron rumbo a los autos. A preparar las escapaditas de Semana Santa.

- Gordo… ¿En qué anda el peronismo? ¿Tan borrados están?

- Y… tratando de organizarse. En un mes juran los nuevos en la Legislatura y todavía no definen autoridades. Creo que en el Senado va a seguir Patricia Fadel como presidenta del bloque, por lo menos el primer año, y Adolfo Bermejo como autoridad de la cámara. En Diputados hay más lío. Pueden ser tanto Lucas Ilardo, como Omar Parisi, o Tanús que se arregló con Jorge Giménez, el Mario Díaz… El Adolfo está tratando de juntar gente, y sobre todo “charlar” a los legisladores que andan sueltos, que son varios, y a los que los intendentes no les dan pelota…

- ¿Y qué más?

- Los compañeros intentando armar una reunión grande del peronismo nacional en Mendoza, con Felipe Solá, Alberto Fernández, el “Chivo” Rossi…

- Ja… ¿Y los gobernadores?

- Bueno… van a tratar de traer al sanjuanino, a Uñac, que parece que no anda bien con Urtubey…

- Gordo… están cocinados… en Mendoza, el año que viene, tendría que haber una catástrofe electoral rara… pero no tienen ni candidato… me parece que les van a ganar…

- Bueno… puede ser… pero hay que laburar igual… ¿no?

- Seguro… Decime una cosa… ¿Viste cómo gastaban guita los funcionarios del BID?

- Muy impresionante. Y eso que el BID es un ente de desarrollo, de promoción de zonas pobres. Impresionante la guita que movieron. Hasta un “doble” del presidente Moreno para ensayar los actos, como si se tratase de un jefe de Estado. Mirá… estoy seguro que los millonarios de verdad, cuidan más el mango que los burócratas internacionales…

- ¿Entonces, Trump tenía razón?

- Sí… ¡Pero lo dijiste vos! Yo, no puedo… ¡Soy peronista!

- ¡Jajajajajaaaaaaaaaaaaaaaaa!

Y así, entre risas y bromas, los amigos desaparecieron en el sentido estricto de la palabra. Contentos, además. Mendoza había tenido una buena semana.