Luego de roces y desacuerdos varios, pasado mañana, Mauricio Macri y Ernesto Sanz viajarán a Mendoza para ver a Alfredo Cornejo y terminar de limar las asperezas que existen entre el PRO y la UCR.
La UCR y el PRO se encaminan a cerrar heridas en Mendoza
En un principio, el acuerdo sorprendió gratamente a propios y ajenos. Parecía imposible pero se logró el pasado 14 de marzo en Gualeguaychú cuando se coronó la alianza entre la UCR y el PRO.
Pronto, los buenos deseos de unos y otros se fueron desdibujando, a medida que empezaron a hacerse visibles las diferencias entre Mauricio Macri y Ernesto Sanz.
El líder del PRO lo demostró a dos días de refrendado el acuerdo de marras, cuando negó que se busque un "gobierno de coalición".
“Lo importante acá es que el que gana va a gobernar y va a pedir colaboración, que es distinto a decir que esto nace como un gobierno compartido”, indicó Macri.
Y agregó: “El que gana tiene la libertad. Si Sanz gana la interna y sale electo presidente, el armará su equipo y nos pedirá a nosotros colaboración en lo que él considere”.
El titular de la UCR también aportó en el mismo sentido: "El que gana conduce el gobierno e integra a los demás", sostuvo. ¿Por qué marcar esa diferencia, una y otra vez? ¿Acaso no hay más coincidencias que disidencias o todo fue para la foto nada más?
Hablando de imágenes: Macri y Sanz dedicaron las semanas posteriores a la cumbre de Gualeguaychú a sus propios partidos, más que a sus campañas presidenciales. “No hubo fotos ni actividades en común, salvo una reunión con la candidata a gobernadora de Chaco, la radical Aída Ayala, que debía ser secreta, pero terminó trascendiendo”, recuerda diario La Nación.
"El silencio es el camino correcto. Siempre se criticó a Mauricio por no articular políticamente y ahora lo está haciendo. No tiene sentido salir a mostrar cosas que no están del todo sólidas", razonan cerca de Macri. Afirman que la falta de gestos públicos no responde a que el acuerdo esté flojo en los cimientos, sino a todo lo contrario.
También cerca de Sanz defienden que el tejido subterráneo todavía prevalezca sobre las escenificaciones públicas. "Estamos terminando de cerrar en las provincias y concentrados en contener a los que siguen molestos", explican.
La Nación puntualiza en un tópico tan curioso como sintomático: “Muy lejos del cimbronazo y de la expectativa que hace un mes sacudieron el mapa electoral, el acuerdo entre Pro y la UCR se teje todavía en las sombras. Cuando faltan menos de 70 días para el cierre de listas, la atención de Mauricio Macri y Ernesto Sanz sigue concentrada en curar heridas internas y cerrar acuerdos provinciales mucho más que en mostrar un frente consolidado (y menos aún a sus líderes) juntos y en público”.
El mismo matutino revela que uno y otro se reunieron a solas —y a puertas muy cerradas— por lo menos dos veces en Semana Santa.
Como sea, esta semana Macri y Sanz intentarán limar las últimas asperezas en Mendoza. El martes estarán en la provincia para ver a Alfredo Cornejo, justo antes que compita en las PASO del domingo próximo.
Se verá la consecuente fotografía y seguros gestos de buena ventura. Habrá que ver si ello alcanza para terminar de despejar las dudas de uno y otro lado.