"El aborto es ilegal" y otros mitos

Cuando se desatan discusiones sobre la despenalización del aborto, muchas veces no contamos con la información precisa. En esta nota sacate todas las dudas.

"El aborto es ilegal" y otros mitos

Por:Ana Paula Negri
Periodista

Esta semana el presidente Mauricio Macri remarcó en su discurso durante la apertura de sesiones ordinarias del Congreso que ve con buenos ojos la discusión en la casa de las leyes sobre el aborto.

Que el presidente de la Nación nombre siquiera este asunto en tal acto político no puede más que adjudicársele al movimiento feminista que nunca soltó el pañuelo verde, que siempre se detuvo en explicar sus argumentos para defender la despenalización del aborto y que seguirá luchando para que este reclamo no sea utilizado con oportunismo por la clase política.

El portal LatFem publicó cinco mitos alrededor del debate sobre la legalización del aborto que sirven de argumento muchas veces para que quienes no están de acuerdo discutan sin fundamento:

#1 “En la Argentina el aborto es ilegal”

FALSO

Desde 1921, el Código Penal permite en nuestro país realizar un aborto tan solo en casos de violación y de peligro para la vida o la salud de la mujer según el artículo 86.

La Corte avala la práctica de abortos, pero Mendoza no tiene protocolos.

En cuanto a los casos de violación, en 2012, el fallo FAL de la Corte Suprema aclaró que el aborto es legal en todos ellos y que la persona que accede al derecho no necesita realizar una denuncia ni se puede judicializar el pedido.

En cuanto a las causas vinculadas a la salud, el máximo tribunal del país también especificó que se refiere a la salud en términos integrales, tal cual la entiende la Organización Mundial de la Salud.

En ese marco, la Corte instó a las provincias a elaborar protocolos hospitalarios de atención y actualmente a más de 5 años, Mendoza junto a otras 7 jurisdicciones no cumplieron con este pedido: Catamarca, Corrientes, Formosa, San Juan, San Luis, Santiago del Estero y Tucumán. En el país son nueve las que sí tienen un protocolo: Jujuy, Chaco, Corrientes, Misiones, La Rioja, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.

#2 “El aborto seguro sólo puede hacerlo un médico de manera quirúrgica”

FALSO

La OMS define al aborto inseguro como aquella práctica que es llevada a cabo por personas que carecen de la preparación necesaria o en un entorno que no reúne las condiciones médicas mínimas, o ambas cosas a la vez. Es decir, para que un aborto sea seguro deberían practicarlo profesionales de la salud en un entorno que cumpla con las condiciones necesarias. Pero actualmente existen pastillas abortivas que hacen más difícil hablar de abortos inseguros. Se propone entonces hablar de abortos más riesgosos o menos riesgosos.

El aborto con pastillas es seguro y no necesita acompañamiento médico.

El procedimiento quirúrgico recomendado para el primer trimestre de gestación es la Aspiración Endouterina. También durante ese periodo, la evidencia demuestra que es seguro utilizar pastillas abortivas (combinación de mifepristona y misoprostol o misoprostol solo) en la casa. No es necesario que lo indique un profesional médico dado que otros profesionales de la salud, aún de nivel básico, también pueden realizar consejerías en aborto con medicamentos, garantizando el acceso a abortos seguros.

Además, diversas investigaciones demuestran que brindar información sobre aborto y realizar consejerías y acompañamientos por fuera del sistema de salud es una alternativa posible, segura y efectiva para el acceso a una interrupción del embarazo, tanto en el primer como en el segundo trimestre de gestación.

#3 “Las mujeres que abortan no se quisieron cuidar, tendrían que haberlo pensado antes”

FALSO

Las mujeres que abortan lo hacen por una infinidad de motivos. Los datos de Socorristas en Red de 2015, indican que un 85% de las mujeres acompañadas usaban un método anticonceptivo habitual. Pero los métodos anticonceptivos pueden fallar en distintos porcentajes. Hay una distancia entre el uso ideal y la efectividad del uso habitual. Sólo por poner un ejemplo: los anticonceptivos orales en combinación (la «pastilla» o «píldora») tienen un porcentaje de efectividad que varía entre el 99% y el 92 %.

#4 “Si el aborto se legaliza las mujeres lo van a usar como método anticonceptivo”

FALSO

La evidencia demuestra lo contrario. Legalizar el aborto es la mejor manera de que las mujeres no recurran al aborto. Si estás en contra del aborto, legalizándolo habrá menos abortos. Hoy en la Argentina se hace de todos modos: se calcula un aproximado de 500 mil abortos por año, es decir, 1200 por día.

En los países donde el aborto se legaliza se puede percibir un aumento de la cantidad de abortos porque se pasa de no tener registros certeros a tenerlos, pero a largo plazo la tasa se estabiliza y disminuye.

Es el caso de Uruguay, donde no sólo bajó drásticamente la mortalidad materna, sino que descendió la cantidad de abortos. También es el caso de la tendencia en Europa: en los países donde el aborto es legal, la tasa de aborto no para disminuir, a diferencia de los países que lo penalizan. En cambio, en América Latina, donde el aborto está penalizado en la mayoría de los países, se registra la tasa más alta de abortos y de muertes por aborto. Si estás en contra del aborto, legalizándolo habrá menos abortos. Es una cuestión de salud pública y de derechos humanos.

#5 “Abortar siempre es traumático, ninguna mujer quiere abortar”

FALSO

Hay diversas investigaciones que demuestran que el aborto no es traumático ni deja secuelas. Cada experiencia es única. El posible trauma se genera por el miedo, la clandestinidad, la soledad, el riesgo. Traumático es llevar a término un embarazo que no querés, en tu propio cuerpo.

El aborto para las feministas también es elegir no maternar y eso es un acto no egoísta en el que se concibe la maternidad como algo que debe ser deseado y elegido. Elegir y desear abortar puede ser una decisión compleja y difícil de atravesar pero la que se considera como la mejor opción posible. Para cada mujer o persona gestante, abortar en una decisión personalísima compleja.

Traumático es llevar en el cuerpo un embarazo no deseado a término.

Penalizar el aborto es no confiar en la capacidad de las mujeres de tomar decisiones éticas y justas para su propia vida. Si el aborto está penalizado en general, las mujeres somos ciudadanas de segunda. Buscamos la posibilidad de que las maternidades sean elegidas y deseadas, no forzadas. Queremos ser sujetas plenas de derecho que forjamos nuestros propios destinos, a contramano de una imposición dónde el único destino posible es el de devenir madres.