Bellísimas vistas desde esta bodega del valle de Uco.
Visitando bodegas: Andeluna, una atrapante tranquilidad
La inmensa puerta de madera antigua te hace pensar que lo que hay del otro lado es majestuoso. Y cuando entrás a Andeluna te das cuenta que no te vendieron un buzón, todo es tranquilo e inmensamente placentero. Se podría decir que ellos mismos definen el concepto de calidez.
La cocina abierta ya en sí misma te habla de pulcritud y excelencia a la hora de pensar como están preparando los alimentos que vas a probar.
Tuvimos la oportunidad de probar el menú de verano que consta de 6 pasos y uno de los chef nos explicó el concepto del mismo.
Ya me dieron ganas de volver a almorzar así que les voy a mostrar lo que comimos.
Paso 1: Sopa fría de melón, albahaca y jamón crujiente. Éste último le aportaba el saladito justo para acompañar el dulzor del melón, hubiera engullido 3 litros de esto, lo juro.
Estuvo finamente acompañado por un Andeluna 1300 Sauvignon Blanc 2017 con mucha acidez, frutado a más no poder y muy fresco.
Paso 2: Trucha marinada al cendrón y palta. Acá tengo que destacar la suavidad del hojaldre que tenía de base, era totalmente delicioso. Aunque el fuerte sabor de la palta no dejaba disfrutar a pleno la trucha.
Un vino Andeluna Altitud Chardonnay 2014 acompañó muy bien al plato con importantes notas de fruta madura, especialmente durazno y un aroma ahumado suave.
Paso 3: Roll de berenjenas ahumadas, queso de cabra y mermelada de tomates. Muy rico y acompañado con un Andeluna Altitud Cabernet Sauvignon 2014 que al pasar 12 meses en barricas de 2º uso tiene un hermoso sabor a pimienta que enamora.
Paso 4: No les escribo nada, miren el video. Solo les digo que el Pasionado es una bomba que vale la pena probar y que si quieren se puede guardar ¡hasta 20 años en la botella!
Paso 5: Granita de tomates y frutillas con aire de apio que maridan con Andeluna 130 Malbec Rosé, acá tengo que decir que este rosado me encantó y mucho.
Paso 6: Sin palabras, se me hace agua la boca.
Después de todo los estos pasos les aseguro que solo querés descansar en los sillones de la galería y mirar al horizonte por 3 horas, pero como no todo es placer en esta vida, le hicimos un tacle al enólogo de la bodega (que estaba descansando) y accedió a ponerse frente a la cámara.
Ya en la visita guiada por la bodega pudimos ver el gran espacio que ocupan los tanques y la sala de barricas con una decoración muy austera.
Entre vino y vino grabamos a Luciana, la encargada de Hospitalidad para que nos cuente un poco de historia de la bodega.
Ya nos disponíamos a partir cuando nos sorprendieron con un flan casero que disfrutamos en los livings de la recepción admirando esos techos altísimos de caña y madera y que sinceramente hacen evocar a esas casas de campo en donde el visitante es muy bien recibido y con atenciones especiales. Estos mimos no se olvidan. Gracias Bodega Andeluna, una tarde inolvidable.
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Twitter: @AndreaMzaG
Instagram: andreamzag
Fotos: Gustavo Valles