Queridas Reinas de la Vendimia: llegó el momento de reinar

Son reinas, son reinas de verdad. Me pregunto en qué momento del camino perdimos esa mirada.

Queridas Reinas de la Vendimia: llegó el momento de reinar

Por:Eli Toro
Editora (click en autor)

Hace tiempo sigo el trabajo del talentosísimo fotógrafo mendocino Martín Orozco, quien hace años decidió emprender el denominado «Proyecto 365», con el objetivo de compartir vía redes sociales la foto diaria de un mendocino acompañada con una breve historia y la razón de por qué decidió retratarlo. Las imágenes parecen plasmar hasta el alma, si es que se puede. Martín lo hizo.

Hace poco, empezó otro proyecto igual de admirable, y tiene que ver con las reinas de la Vendimia. Sí, se lo que acaba de pasar por tu mente: «Otra producción de reinas de la Vendimia...» pero la verdad es que la primera foto me motivó a sentarme y escribir esta columna, y es la que ilustra esta nota.

El proyecto se llama «Reinas como Reinas» y retrata a las reinas de cada departamento de Mendoza como precisamente eso: la soberana real de ese departamento. Martín publicó la primera foto y mi cerebro hizo otra sinapsis. Las tomas son casi épicas en un paisaje que no es de Game of Thrones ni pantalla verde; es un lugar real del propio departamento que representa.

En su sitio web Martín explica: «Quise mostrar a las reinas de una forma nueva, como Reinas. Quise mostrar a las reinas como reinas de verdad».

Ay, me pregunto en qué momento del camino perdimos esa mirada. Esa forma «nueva» es la que es, la que debió haber sido siempre. Mientras discutíamos si es poco feminista elegir una reina en este «concurso de belleza del subdesarrollo» nos olvidamos de eso: son reinas. Las pueden fotografiar debajo del agua con una Go Pro, como modelos de alta costura o poniéndolas en la tapa de una falsa revista. Pero son reinas. Y tal vez sea el mejor contexto histórico y social que estamos atravesando mundialmente para finalmente calzarse esa corona sobre la cabeza y regir ese poder soberano.

"Quise mostrar a las reinas como reinas de verdad". 

La serie de Netflix The Crown muestra cómo la joven «Lilibet», la reina Elizabeth II, se transformó en reina de Inglaterra, cabeza de la Iglesia anglicana y nada menos que la monarca que lleva más años reinando en el mundo.

Esto pese a que, en sus comienzos, a los 25 años de edad, a su alrededor, desde parientes hasta políticos y sus propios asesores la miraban de reojo por su juventud y, por supuesto, por ser mujer. Años después, hasta se ganó el respeto y admiración de un gigante como Churchill.

No creo que pueda decirse que Elizabeth II sea un ícono del feminismo -un movimiento que encarna la súper revolucionaria idea de que la mujer tiene los mismos derechos que un hombre-, que ataca las bases de un sistema milenario que fundamenta una supremacía del hombre sobre la mujer. De hecho, la idea de monarquía es precisamente eso: permanencia, arcaísmo y tradición. Nada más lejano a la igualdad de derechos. No, Elizabeth II no es feminista por el solo hecho de ser mujer en un sistema patriarcal. No todas las mujeres en un puesto de poder lo son.

Sin embargo, su presencia y el hecho de que ocupen un lugar destacado en la esfera pública ya logra cambiar un poco la percepción que suele tenerse sobre la mujer. Sí, parece poco. Pero tanto la presencia como el lugar en la esfera pública no son fáciles de conseguir. Parece solo una cuestión simbólica, pero vivimos en un mundo donde lo simbólico tiene un enorme valor.

La realeza suele ser vista como una referente de valores anticuados, como una institución del pasado, absurdo, arcaico y sin sentido. ¿Suena familiar?

Según el protocolo, las Reinas de la Vendimia tienen «la función de actuar como embajadoras de la provincia, representando a la misma tanto a nivel nacional como internacional, haciendo promoción de la actividad productiva y turística local. Para ello, cuentan con un cronograma de fechas o agenda en la que se manifiestan los distintos puntos o lugares geográficos que deberán recorrer o visitar a fin de llevar a cabo sus tareas. Los sitios o países que comúnmente visitan son aquellos que están ligados a la vitivinicultura o aquellos en los que se encuentran potenciales empresas que invierten en actividades de la industria, transporte, entre otras».? PEDAZO DE RESPONSABILIDAD. Y la tiene una mujer.

Normalmente hay que escarbar mucho para encontrar un referente femenino en las esferas de poder, entonces, que una tenga el mandato de lo expuesto más arriba no puede darse por sentado. No importa si llegó por votación, acomodo, genética, por cara linda o por privilegio de nacimiento. Es una Reina, maldita sea. ¿Por qué no somos (y son) conscientes de su enorme poder?

En el año 2011, la National Geographic nombró a la Fiesta de la Vendimia como la segunda fiesta de la cosecha más importante del mundo, detrás del Día de Acción de Gracias, en Estados Unidos.? Solo la Vía blanca, como el Carrusel, están entre las cinco festividades más importantes y populares del planeta, junto al Carnaval de Río de Janeiro.

La mayoría de las candidatas departamentales al ser entrevistadas suelen negarse a responder o bien directamente piden que no les pregunten por cuestiones en las que deban comprometerse mucho o bien demostrar una postura particular sobre algún tema. El mismo modus operandi tienden a mostrar la mayoría de las Reinas electas durante el año de reinado. Me cuesta recordar el nombre de actual Reina Nacional, y más aún la del año pasado. Y creo que a la mayoría le pasa lo mismo. «No hacen nada, no se sienten», dicen algunos.

Pero sin embargo recuerdo muy bien el reinado de Rocío Tonini Valdivia (2015), y por suerte viví para verlo. No conozco otra reina que se haya calzado tan pero tan bien una corona. Rocío visitaba los barrios humildes y comedores comunitarios por fuera de su agenda. Colaboraba con ellos con su propio dinero. Denunció públicamente la inseguridad reinante en el país cuando a su padre le robaron su camioneta y herramientas de trabajo y hasta acusó en un canal de TV nacional que «el Gobierno del crecimiento a tasas chinas» le debía su sueldo hacía meses. Como si eso fuera poco, lejos de las cámaras y sin capa, se cortó el cabello y lo donó a Fundavita para fabricar pelucas para los enfermos de cáncer.

«Reina», según la RAE «monarca soberano de un reino».

«Soberano»: «Que ejerce o posee la autoridad suprema e independiente».

Reinas como Reinas, Reinas de verdad, y sí, eso es lo que son.

Reinas, este año, reinen