Brasil se dispone a dejar atrás la crisis pero ¿a qué costo?

Brasil se dispone a dejar atrás la crisis pero ¿a qué costo?

Por:Nicolás Tereschuk (*)

La economía brasileña dejó de caer en 2017 y mostraría mayor crecimiento en el año que comienza, pero la incertidumbre política, los datos sociales negativos y mayor tensión por reformas pro-mercado suman preguntas sobre qué país será el que emerja de la crisis más larga y profunda de su historia.

Esta semana se dio a conocer oficialmente que la actividad económica en Brasil se expandió por tercer mes consecutivo en noviembre.

Es el período más largo de subas del producto desde 2014: los analistas esperan que 2017 finalice con un crecimiento en torno al 1% y las proyecciones para 2018 se ubican en el 2,8%, lo que significaría la marcha más acelerada de la economía en los últimos cinco años.

Sin embargo, los datos deben ser puestos en contexto: la "recuperación" de 2017 y 2018, de concretarse, implica apenas la mitad de la fortísima contracción registrada en 2015 y 2016.

El fin de año dejó un gusto amargo en términos económicos para el gobierno de Michel Temer: es que una vez puesta en vigencia la tan promovida reforma laboral, el mes de noviembre reveló una destrucción neta de 12.000 empleos.

Eso disparó la renuncia de Ronaldo Nogueira a su cargo de ministro de Trabajo y quebró una racha positiva de siete meses seguidos de creación de empleo.

La situación es diferente de los fines de año anteriores, cuando en un mes se destruían unos 100.000 empleos formales por mes pero es una señal de que la recuperación no es vigorosa.

En ese contexto, "los mercados" parecen dispuestos a no perder la oportunidad de sacarle la mayor cantidad de concesiones posibles al híper impopular presidente Temer en su último año al frente del Ejecutivo brasileño.

La calificadora Standard & Poor's degradó la calificación crediticia del país por una supuesta falta de esfuerzos para mejorar las cuentas fiscales.

Es que Temer no logró en el año que finalizó avances en el Congreso para que se apruebe la reforma previsional con la que espera mostrar un sendero de "austeridad" en las cuentas públicas en los próximos años.

"Mientras que el presidente de Argentina, Mauricio Macri, se las arregló para pasar en diciembre una reforma previsional a pesar de violentas protestas, Temer, quien es profundamente impopular en Brasil, está luchando para impulsar su propia legislación", le contó el diario británico Financial Times a sus lectores en las últimas horas.

El mes próximo Temer volverá a la carga en el congreso brasileño.

El renovado empuje tendrá lugar luego de que la semana próxima se conozca un fallo judicial clave para el futuro político del dirigente político con mayor nivel de aprobación en las encuestas y el principal dirigente opositor, el expresidente Lula Da Silva.

Se trata de otro foco de tensión política porque el líder del Partido de los Trabajadores viene denunciando una potencial "proscripción": es que si se registra un fallo adverso en una causa en su contra, quedaría inhabilitado para presentarse como candidato a un nuevo mandato este año.

Volviendo a la economía, el año que terminó mostró un superávit comercial récord, lo que puede ser considerado un dato alentador, aunque también uno de doble filo.

El saldo positivo es fruto del bajo nivel de importaciones, un indicador propio de las recesiones y también revela que la economía pronuncia su dependencia de productos primarios que mejoraron sus precios en los últimos meses.

Soja, maíz, mineral de hierro, carne bovina y aviar, a lo que ahora se suman las exportaciones petroleras, profundizan la "primarización" del gigante latinoamericano, un sesgo que difícilmente lo coloque en un camino de desarrollo sostenido.

(*) NA, especial para Mendoza Post