La suerte de los países del Sur, en manos de la banca del Norte

La suerte de los países del Sur, en manos de la banca del Norte

Por:Nicolás Tereschuk (*)

En 2018, la suerte que corran las economías de los países del Sur estará, sobre todo, en manos de los banqueros centrales del Norte.

La regla es conocida, pero fue expresada con toda crudeza en un análisis de Daniel Moss, uno de los editores en la agencia Bloomberg, en una columna que llevó como título -nada menos- "Los países emergentes no controlan su propio destino".

Es que para el analista, más allá de lo que viene siendo un inexorable crecimiento de Asia, destacó que en materia de lo que ocurre con los países antes conocidos como "subdesarrollados", "en desarrollo" o del "tercer mundo", el "antiguo orden" sigue siendo válido y allí tienen enorme peso las decisiones que se toman en Estados Unidos y Europa.

Moss resaltó que se sabe que la política monetaria en el cuadrante Noroeste del mapa entra en una fase más restrictiva en 2018 y el ritmo en que se concrete ese movimiento "importa mucho más que cualquier cosa que hagan los mercados emergentes por sí solos".

El analista destacó que hasta el momento, las subas de tasa de la Reserva Federal -que funcionan como una aspiradora de dólares mundial- no ha provocado grandes cimbronazos, aunque 2018 abre incógnitas "Aquí está el riesgo: ¿qué pasaría si la FED considera que necesita ser más agresiva en 2018 que lo esperado porque el desempleo (en Estados Unidos) baja tanto y la inflación comienza a subir?", puntualizó.

E hizo foco en que si bien "los mercados emergentes probablemente puedan manejar cuatro aumentos de tasas el año próximo", hay dudas sobre el ritmo y el nivel de esas subas.

"Un cambio en los precios puede generar volatilidad en los activos de los mercados emergentes", explica en la nota Luis Oganes, jefe de análisis global en JP Moran.

En este punto, se analiza sólo el riesgo principal -el de una suba de tasas fuerte- aunque también se habla de una posible recesión en los países desarrollados a la vuelta de la esquina, para no hablar de algún que otro cimbronazo en los mercados provocado por "burbujas".

Tantos cálculos, apuestas y nerviosismo tiene sentido: es que los papeles de los "mercados emergentes" que compran y venden "los mercados" vienen de registrar su mayor suba en ocho años y todos saben que todo lo que sube algún día tiene que bajar.

En otro cable de Bloomberg, Hideo Shimomura, dueño de un fondo de inversión japonés explicó: "El buen momento de los mercados emergentes que vimos este año probablemente se extienda en 2018, pero luego de un período de fuerte crecimiento y baja inflación, algún tipo de ajuste será inevitable".

De esta manera, para la agencia, "mientras que las acciones y monedas en naciones en desarrollo van hacia su mejor año desde 2009, los inversores pueden volverse más selectivos en 2018, al tiempo que los vientos de frente de la suba de tasas de la FED debilitan el aspecto de los mercados emergentes".

Este tema estará en el centro del debate durante todo el año próximo y no sólo por sus impactos en las economías en desarrollo, sino también por lo que ocurra en el Norte.

En declaraciones a la cadena CNBC, el jefe de análisis de mercado del Lindsey Group, Peter Boockvar, el tema del ritmo de la suba de tasas "será la cosa a tener en mente durante todo el año próximo: la reforma impositiva de (Donald) Trump dominó el debate en 2017 y la suba de tasas de los bancos centrales" de los países desarrollados será el gran tema de 2018.

(*) NA, especial para Mendoza Post