El prófugo más buscado tenía un arsenal, dogos y drogas

Martín Espiasse llevaba cuatro años fugado de Ezeiza. Asesino serial de policías, asaltante de bancos, cayó preso este viernes. Tenía armas, miles de municiones, explosivos, y plantas de marihuana. También un corral con perros dogo.

El prófugo más buscado tenía un arsenal, dogos y drogas

Por: Mendoza Post

Martín Alejandro Espiasse Pugh (40), el prófugo más buscado del país, condenado por asesinatos de policías en un cruento asalto en Chubut ocurrido hace diez años; guardaba en una vivienda en Colonia Bombal, Maipú, un verdadero arsenal de guerra. Varias armas de puño de distinto calibre, escopetas del tipo Itaka, miles de municiones, granadas, detonadores, varios kilos de explosivos, chalecos policiales de distintas provincias, antiparras de visión nocturna, varios celulares, equipos de comunicación tipo “walkie-talkie”, y además, cultivaba en el fondo de la vivienda su propia marihuana. Se ve que Espiasse llevaba algún tiempo en Mendoza, porque había construido alrededor de la vivienda que ocupaba, en un callejón sin salida, muros de ladrillos que impedían la vista hacia adentro. Además, en el lugar hallaron un corral con varios perros raza dogo, conocidos por su peligrosidad.

Esta mañana, cuatro años y cuatro meses después de su fuga de la cárcel de Ezeiza junto a otros quince delincuentes, cayó en Mendoza, donde ya había estado preso en 2010 por un asalto, aunque logró engañar a todo el sistema policial y judicial de entonces con una identidad falsa. En octubre de ese año quiso fugarse desde el Hospital Central, donde había sido trasladado por una insuficiencia renal. Casi se mata en una huida desesperada, cuando se arrojó esposado y con un suero colgando al canal Cacique Guaymallén, que venía casi sin agua. Se rompió varios huesos. Ya lo habían identificado con su verdadera identidad. Fue trasladado a Chubut, juzgado y condenado a perpetua por los asesinatos de los policías.

Parte de lo que Espiasse llevaba en la camioneta.

La detención de Espiasse en Maipú esta mañana fue sin tiros, por suerte. Podría haber sido una masacre, pero el delincuente no resistió, aunque “amagó” hacerlo. Llevaba consigo tres armas (una de ellas con el caño disimulado entre los dedos anular e índice) y una gran cantidad de municiones. Lo atraparon luego de vigilarlo cinco días, cuando se bajó a un kiosco en Corralitos. Al volver a la Amarok gris 4x4 que manejaba, lo redujeron y se lo llevaron detenido. En allanamientos posteriores en el lugar que ocupaba en una villa de Guaymallén, hallaron sistemas de comunicación, armas largas y cortas, más municiones y una buena cantidad de explosivos, documentos, marihuana, logística para movimientos nocturnos, y varios teléfonos celulares. Varios documentos de identidad con diversos nombres, y hasta obleas para el estacionamiento de personas discapacitadas, formaban parte del equipaje de Espiasse en Colonia Bombal.

Ahora, intentarán determinar si Espiasse integraba alguna banda local, y cuánto tiempo llevaba en Mendoza. Ayer, lo detuvieron porque alguien proporcionó información sobre “movimientos sospechosos” de una persona cuya descripción correspondía a la del delincuente prófugo.

La historia

Martín Espiasse, sus hermanos, su padre, ya eran muy conocidos desde fines de los 80 en Trelew. Una familia muy complicada que aterrorizaba a los vecinos de aquella ciudad chubutense. El “chico” Espiasse se la pasaba en las comisarías, detenido por horas, hasta que recuperaba la libertad por su condición de menor. Hoy, es el único sobreviviente de aquella familia violenta. Todos murieron en ajustes de cuentas, asaltos, y venganzas.

Espiasse nació el 29 de mayo de 1978 en Trelew y antes de cumplir 20 años ya acumulaba una decena de pedidos de captura en tres provincias. Se le atribuyen los delitos más resonantes de la última década, incluida la participación en el asalto al cajero automático del Ministerio de Economía en Rawson, que terminó con el asesinato de dos policías. Por este crimen se mantuvo prófugo varios años, pero finalmente fue apresado -también en Mendoza, donde cayó hoy- cuando estaba detenido en una cárcel con otra identidad. Luego de ser trasladado a Chubut, fue juzgado y condenado. Estuvo un tiempo en la cárcel de máxima seguridad de Rawson, hasta que logró ser trasladado a Ezeiza. El argumento fue que temía ser objeto de alguna venganza. En el mismo año el asalto al cajero del Banco, mató a un sargento de policía de Neuquén en un tiroteo. Habían querido identificarlo.

La Amarok en la que se movía Espiasse.

Espiasse cometió en la Patagonia decenas, tal vez cientos de asaltos, hasta que pasó “a la fama” por matar a dos policías y herir a ocho más en aquel cruento asalto en una sede del Banco del Chubut, que estaba en un anexo de la Casa de Gobierno de aquella provincia, en Rawson. Fue una mañana de horror, tiros y muerte en una capital provincial en pleno mediodía.

En 2013, se fugó de la cárcel de Ezeiza junto a otros quince peligrosos delincuentes. Con el correr del tiempo, todos fueron recapturados menos él. Por ese motivo, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación lo ubicaba como el delincuente más buscado de la Argentina y ofrecía una recompensa de $ 500 mil.

Anoche quedó detenido en la U32, en los tribunales federales, con un fuerte dispositivo de seguridad. Hasta que se decida su destino.

Prontuario

- En julio de 2007 mató a quemarropa a los suboficiales de la policía Oscar Cruzado y Pablo Rearte, durante el atraco al cajero en Chubut.

- Un mes después fue vinculado al crimen de un oficial ayudante, Gabriel Jara, en Neuquén.

- Estuvo preso en Córdoba, acusado de matar a su mujer.

- En 2010 era conocido como Matías Nicolás Lago González y fue detenido por un robo a mano armada, se tiroteó con la policía, pero sobrevivió y luego se escapó del Hospital Central. Corrió esposado y con el suero, se arrojó al agua en Canal Guaymallén, pero como estaba poco profundo terminó herido y fue recapturado.

- En 2015 Espiasse Pugh habría participado del atraco a un camión blindado en el sector de cargas del aeropuerto internacional Arturo Merino Benítez, en Santiago de Chile, junto a otros seis delincuentes. Esa vez, robaron seis millones de dólares.

- El Ministerio de Justicia de la Nación había ofrecido 500.000 pesos de recompensa por su recaptura.