Luego del impuesto al vino, desde Trivento piden una menor carga fiscal

Una sensación de alivio recorrió el sector bodeguero luego de que el Gobierno desactivara el incremento del impuesto interno a los vinos y espumantes que se proponía en el marco de la reforma tributaria.

La medida hubiera incrementando de forma considerable el precio del producto en góndolas, profundizando la caída del consumo y perjudicando a los productores.

“El impacto hubiese sido muy negativo” dijo Santiago Ribisich, gerente general de Trivento, en diálogo con diario Ámbito Financiero.

"El consumo viene muy golpeado en los últimos dos años, con lo cual era agregar otro factor preocupante. La suba de impuestos iba a trasladarse a un aumento en góndola, y cuando uno aumenta precios, bajan los volúmenes, baja la venta, bajan los márgenes, la compra de uva".

Para Ribisich, "ha sido muy buena la intervención de los gobiernos provinciales para hacerle ver al gobierno nacional la importancia de la industria vitivinícola en las economías regionales y todo el trabajo que hay detrás".

Según el gerente de Trivento, es bueno que en el Gobierno hayan escuchado el reclamo del sector y que se haya mantenido en igualdad la situación del vino con la de los espumantes, por otro lado, Ribisich destaca la necesidad de que la Argentina pueda fortalecer su mercado de exportación, y señala que se requieren ciertos factores para que esto ocurra. "El tipo de cambio es algo recurrido y no es lo que estamos pidiendo porque sabemos que es algo a corto plazo, que no nos va a dar competitividad en el largo. Lo que sí estamos pidiendo es una menor carga fiscal, mejores condiciones a nivel logístico", señala.

"Como país deberíamos desarrollar los tratados de libre comercio. Es un avance la negociación entre Mercosur y la Unión Europea. Nosotros a muchos mercados de exportación llegamos con tasas del 10% y Chile con 0%. Ahí ya hay un factor que nos perjudica”, finalizó.