Quincho: la grieta del peronismo mendocino

Tratan de terminar el año sin el papelón de votar otra vez divididos. Se opondrán al endeudamiento y a ampliar la Corte. Datos de la economía para entender la tragedia del submarino.

Quincho: la grieta del peronismo mendocino

Por: Mendoza Post

El calor comenzaba a apretar en Mendoza. Al fin, la primavera empezaba a dar señales veraniegas. Hace falta sol fuerte en el día y una buena “fresca” en las noches, para meterle potencia a los viñedos.

Había sido una semana para el dolor, por los 44 marinos seguramente muertos en el sur. Patrullando para siempre el mar argentino, como dijo el padre –marino también- de uno de ellos. A Julián le había conmovido la entereza de los familiares, tanto como el optimismo incurable de los “marines” norteamericanos que se hicieron a la mar desde Comodoro con 44 chalecos salvavidas, 43 mudas de ropa de hombre y una de mujer. Por las dudas, por si los milagros existen.

Con pocas ganas de hacer un fuego largo, Julián había recurrido a una de sus antiguas recetas fáciles pero sabrosas. Pondría a la parrilla unos gruesos bifes de cuadril, mientras horneaba rodajas de pan casero, generosas. 

Deliciosos ajos asados.

Sobre el pan pondría aceite de oliva, salsa casera de tomates y albahaca, un poco de pasta de ajos asados que había preparado, y encima de todo, el portentoso bife de cuadril. Unos particulares “montados” que solía acompañar con unas papas bravas freídas en el caldero, y un par de huevos fritos en aceite de oliva, con escaso aceite y fuego bajo. Abriría un Merlot de las zonas frías para acompañar, el Marcus que la familia Canale elaboraba en la lejana Río Negro, allí donde en otro acto que será incinerado en la grieta de los argentinos, integrantes del grupo Albatros de Prefectura habían abatido, hace un rato nomás; a un mapuche. A tiros. Porque los rebeldes primero habían atacado con piedras, y carabinas .22 y revólveres .38 a las fuerzas federales, peleando por las tierras del lago Mascardi y su precioso muelle turístico.

Otro quilombo fenomenal, justo el día en que velaban a Maldonado.

La crisis del submarino ARA San Juan había tapado casi todas las noticias. Pero la verdad es que una tormenta, una tromba del desierto, un zonda feroz de la montaña estaba arrasando lo que quedaba del peronismo mendocino. A Jirones, votando cada uno cualquier cosa, y prefiriendo algún cumpleaños familiar, a quedarse a votar en la Legislatura.

(…pobre Jorge Tanús… cómo lo putearon…)

- Y aún no hemos tocado fondo… eso será en 2019…- le dijo Julián a su amigo el Ruso, que descansaba en la hamaca de lino paraguayo, traficada en las épocas del cepo y el dólar prohibido. (No hace tanto, amigos. Fue en 2013). El hombre de los negocios del grupete tenía un sombrero de paja sobre el rostro y masticaba distraídamente una ramita de perejil.

- Sabés qué pasa… es como el TEG. Cornejo se quedó con todo… lo que hay que descubrir es cuál es Kamchatka, el lugar de los peronistas para resistir…- dijo el Ruso. Y se adormeció en el atardecer, acompañado de un Sauvignon Blanc bien frío.

El gordo siguió con lo suyo.

En el cuadro que ornamenta la pared norte del quincho, la que da a Las Heras Landless, un grupito de muchachos radicales juntaba los restos del piso, para dejar todo impecable.

(¿…Y el general…?)

La cena se armó rápido alrededor de la noticia de última hora. Los amigos estaban prendidos de los smartphones, tratando de averiguar noticias del mapuche muerto en Villa Mascardi, Bariloche, en un enfrentamiento a balazos con la Prefectura. El Omar estaba encendido.

- A ver amigos… este pibe no estaba trabajando la tierra… estaban resistiendo a tiros la persecución del grupo Albatros, después de que los rajasen en un operativo de desalojo del Lago Mascardi, de tierras que no son de ellos… ¿no? ¿Es legal resistirse a tiros? – chicaneó, sabiendo que estaba al límite. Nada podía ser peor para el gobierno nacional que una muerte más, justo el día en que estaban velando a Maldonado, y sobre la tragedia de los 44 submarinistas del ARA San Juan.

Gendarmería cortó la ruta.

Sólo el gordo le respondió…

- Mirá Omar… hay que saber bien qué pasó… ya salieron las agrupaciones de izquierda a hacer despelote en Buenos Aires y en Bariloche denunciando una “cacería…” Esto va a ser más duro que el Caso Maldonado. No van a poder decir que el mapuche muerto se puso sólo un plomo en el cuerpo.

- Es verdad… y ponele que sea cierto que estaban armados y tiraron… aún si el mapuche hubiese tenido un tanque de guerra y una Uzzi para ametrallar a los de Prefectura, es un pésimo momento para una muerte política… Saben qué… esta gente –los del RAM, los separatistas, más la izquierda, y los que aprovechen de esto como se aprovecharon de Maldonado, no le van a dar respiro a Macri…- dijo el Ruso, con el sentido común de los tipos de negocios.

- ¿Y entonces? – preguntó Ludovico, devorando las noticias.

- Tomar lo que no te pertenece no es de izquierda ni de derecha… Ideologizan las usurpaciones. Hay que extraditar ya a Jones Huala… porque de lo contrario, cada 15 días van a tomar el campo de alguien al lado de alguna ruta…- dijo Ludovico, y la mesa cambió de tema.

- Gordo… leí algo de las cifras del desguace de las Fuerzas Armadas, unos números en el POST… ¿los viste? ¿Qué era eso?

Julián sirvió los cuadriles montados en el pan, el tomate, el oliva y el ajo, y trajo una fuentada de papas bravas a la mesa antes de responder:

- Es fácil: En 1978 Argentina y Chile estuvieron por ir a la guerra por el Beagle… ¿no? Ese año nuestro país gastó en defensa 77 dólares de PBI por cabeza. Chile, en el mismo año, con el mismo tipo de dictadura y en el mismo conflicto, puso en defensa 95 dólares de su PBI y el doble de porcentaje de su riqueza, que era poco menos de la mitad que la de Argentina, por cada habitante...- dijo el gordo, y bajó la parrafada de un trago. –Desde ese año hasta hoy, Chile creció 10 veces y la Argentina poco más de cinco. Y el año pasado ellos gastaron en defensa 262 dólares de su PBI (que ahora es más alto que el nuestro) por habitante y Argentina, menos de la mitad, 124 dólares de PBI por cabeza. Y ellos usaron el 40 % en sueldos, y nosotros, el 90 %. Es decir, chauchas. No hay que explicar mucho más. Por eso estamos indefensos, atados con alambre, por eso la tragedia del submarino. Más allá de cómo hay sido, hay una explicación económica- dijo el gordo, y la mesa cambió de tema.

La diáspora peronista

El Omar, el radical-radical-radical que habla con todos, hasta con los del otro lado, tenía preocupación auténtica por el peronismo. Aunque Julián no se la creía del todo.

- Gordo… son un despelote andando… ¿Qué van a hacer? Las votaciones son escandalosas, pierden al jefe del bloque, Tanús no se queda a votar y los “pasan ‘pal cuarto”, Patricia lo putea en colores… No está bueno que la oposición esté así, porque no hay con quién hablar en serio.

El dueño de casa se mosqueó:

- ¿Hablar? Ustedes no hablan ni con sus aliados… si no estás en el círculo íntimo, te enterás por los diarios… Preguntales a Marcos Niven y a Guillermo Pereyra, que no quieren saber nada con la ampliación de los miembros de la Corte.

Tanús merece ser el "diputado del mes".

- Olvidate… en el gobierno dicen que ya están adentro y votan a favor… Hablame de ustedes…

El gordo se dio cuenta que no tenía mucha escapatoria. Bebió un profundo trago de Malbec.

- Miren muchachos… la verdad… es que vamos a terminar el año como se pueda. Lo mejor posible, tratando de acordar cómo vamos a votar las leyes que quedan este año, las importantes, que son presupuesto con endeudamiento y lo de la Corte.

- ¿Y qué van a hacer? No se ponen de acuerdo ni entre ustedes… Patricia Fadel habló pestes de Tanús, después que el Jorge se fuese de cumpleaños sin votar la preferencia del proyecto para ampliar la Corte…

- Eso ya pasó… Patricia habló por teléfono con él y le pidió disculpas… Miren muchachos… hacemos lo que podemos… no tenemos líderes nacionales ni locales, desconfiamos unos de otros… nos fue más o menos bien en la PASO y en la general nos mataron… El Alfredo se comió al peronismo, a los gremios, a la Corte, a los propios…

- Eso ya se sabe… Pero insisto… ¿Qué van a hacer?

- Tratar de evitar más papelones. Miren… este lunes hay una reunión de la mesa del partido. Es decir, Omar Félix y Roberto Righi que son presidente y vice, Anabel Fernández Sagasti, Bartolomé Robles y Eduardo Bauzá. Ellos, con los diputados… habrá otros dirigentes también, como el Adolfo Bermejo. El partido, es decir, la “mesa” ya habría acordado oponerse a ampliar la Corte, dejar pasar el presupuesto, y oponerse al endeudamiento… y van a tratar que los diputados y los senadores asuman esas posiciones.

- ¿Y quién lo garantiza? – preguntó el Omar.

- Nadie. Esa es la verdad. A ver… los muchachos quieren bajar el nivel de lío y mostrar alguna unidad… Lo de Jorge Tanús, Bianchinelli y Gustavo Majstruck el otro día fue accidental. El Jorge nunca lo va a reconocer, pero lo pasaron de largo en la reunión de Labor Parlamentaria. Los radicales nunca dijeron que pedirían preferencia para la ley de la Corte. Eso no va a volver a pasar salvo que nos partamos en mil pedazos.

- ¿Y entonces? – quiso saber Ludovico, el más PRO de la mesa, vestido con una remera que rezaba “Orozco… Las Heras es de Luján”

- El problema es muy profundo. No tenemos referentes ni referencias. Los que tenemos, habían imaginado ocupar un lugar que ahora no está. Se evaporó en las elecciones. Ni siquiera se puede garantizar a ningún compañero intendente que su territorio está a salvo. Porque los más fuertes perdieron en la PASO. Qué se yo… A Alejandro Bermejo le gustaría ser gobernador de Mendoza… no le alcanza con ser el candidato para que una alianza Cornejo-Macri le pase por arriba en 2019. Porque eso va a pasar, indefectiblemente. Perdimos mucho terreno y no estamos como para volver en dos años…- dijo Julián, y bajó la parrafada con un trago de Malbec, antes de seguir:

- Nos quedamos sin conductores, al punto que si Omar Félix renuncia a la presidencia del partido… ¿quién asumiría? Lo mismo en el bloque de diputados. Los compañeros van a dejar que se quede al frente Sonia Carmona cuanto sea posible… ¿Si no, quién? Tenemos una grieta interna tremenda. Es obvio que lo extrañamos al Chueco, horrores… y que tenemos que ir como dijo “Mostaza” Merlo. Paso a paso. Ahora hay que atajar dos cosas… que el miércoles estén los 19 diputados del partido para votar, y que esos 19 voten todos lo mismo.

- Igual pierden la votación… con los cuatro de la Izquierda suman 23… les faltan dos… Y no creo que Niven y Pereyra le voten en contra a Cornejo…- dijo el Omar, mientras reventaba las yemas de los huevos fritos, con una generosa rebanada de pan casero.

- No entendés… lo que queremos es que estén todos los legisladores, que no se “enferme” ni tenga que viajar ninguno… y que voten lo mismo. Ya se sabe que perdemos, pero los compañeros quieren que sea ordenado…- dijo el gordo. Y los muchachos brindaron por la unidad del peronismo… Un brindis que nunca pasa de moda.

La cena fue llegando a su fin. Los muchachos partieron calle abajo, preocupados por las noticias que llegaban desde Bariloche.

- Esto no se termina más… Decime… ¿Lo de Maldonado quedó ahí, se ahogó, y listo?

- No. Hay que ver por qué se tiró al agua sin saber nadar, si alguien lo instigó, quiénes fueron los mapuches y los gendarmes que estuvieron en contacto con él, y además, si hubo abandono de persona o algo así… No es tan fácil, pero lo que seguro no es, es lo que dijeron la familia, la abogada Verónica Heredia, el mapuche con binoculares, las testigos truchas… el amigo de la llamada que nadie atendió…

- ¿Y con el muerto de ahora?

- Paciencia. Hay que ver bien qué pasó y por qué los Albatros usaron balas de verdad… veremos… dicen que los mapuches tiraron primero…

- ¿Les creés?

- ¿¿Ahora?? Volvé a preguntarme en un par de semanas. Este, es el país donde nadie cree nada. Ni lo de Nisman, ni lo de Maldonado, ni lo del submarino. Somos el país de la teoría conspirativa.

- Tenés razón… qué difícil se hace la convivencia entre todos. Somos el odio.

Y así, en silencio, tratando de enfocar los pensamientos en lo que nos divide a muerte, los amigos desaparecieron en el horizonte, en el sentido estricto de la palabra.