El relato de una pareja sobreviviente al atentado de Texas

26 personas murieron luego del ataque, entre los cuales hay varios niños y una mujer embarazada.

El relato de una pareja sobreviviente al atentado de Texas

Por: Mendoza Post

Devin Kelley, el tirador que cometió la peor masacre hasta ahora de la historia de Texas, Estados Unidos, disparó a varias de sus víctimas como si se tratase de una ejecución, es decir, en la cabeza y a quemarropa, según el relato de una pareja que sobrevivió al ataque, y un video que obtuvo la policía y que no ha sido publicado.

La pequeña congregación bautista en cuyo templo ocurrió el incidente tenía la costumbre de registrar en video sus servicios -basados en oraciones y cantos religiosos- para luego publicarlos en su página web.

El asesino, armado con un fusil semiautomático Ruger AR-556 y vestido con un chaleco antibalas, mató a dos personas fuera de la iglesia y entró en el templo con el objetivo de hacer el mayor daño posible.

Devin Kelley, ex militar, tenía problemas psiquiátricos y un duro historial de violencia. 

Según relató a EFE una pareja que sobrevivió al ataque, su primer objetivo fue matar a los jóvenes que estaban grabando el oficio religioso como cada domingo y posteriormente acabó con la vida de los músicos. Además, Kelley repasó todas las filas de la iglesia en busca de sobrevivientes para propinarles un tiro de gracia.

En algunas ocasiones, las madres de los pequeños "trataron de defender a sus hijos poniéndose delante" y pidiendo clemencia, según la sobreviviente Roxana Solís, pero el asaltante no vaciló y mató a las mujeres también. Cuenta que varios pequeños se escondieron debajo de un banco, y Kelley disparó contra el mueble desde arriba, acribillando a los niños. “Estaba enloquecido”, asegura.

Entre las 26 víctimas fatales se cuentan niños y una mujer embarazada. 

El director regional del Departamento de Seguridad Pública (DPS) de Texas, Freeman Martin, reveló este lunes que los investigadores recogieron de la escena del crimen centenares de balas y 15 cargadores con capacidad de 30 proyectiles cada uno, lo que corrobora la violencia del peor tiroteo en la historia de Texas.