El obispo Oscar Ojea, quien se transformó en el encargado de la Conferencia Episcopal Argentina, mantiene un gran trato con el Papa.
El nuevo presidente del Episcopado tiene estrecha relación con Francisco
El obispo de San Isidro, Osca Ojea, se transformó en el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, en reemplazo de José María Arancedo. Ojea tiene 71 años, presidió Cáritas y mantiene una estrecha relación con el Papa Francisco, de quién fue uno de sus obispos auxiliares.
La votación se llevó a cabo en Pilar, Buenos Aires, donde 89 obispos participaron de la elección para determinar al sucesor de José María Arancedo, quien estuvo como presidente de la CEA durante dos periodos.
Según se conoció, Ojea se transformó en presidente tras tres votaciones, donde el cardenal Mario Poli decidió autoexcluirse. Poli era, en la previa, el principal candidato por ser el vicepresidente de Arancedo.
El Papa Francisco tiene una estrecha relación con Ojea.
Ojea fue el presidente de Cáritas en los últimos seis años y tiene un perfil social. En este sentido, mantiene una línea de pensamiento y acción similar al Papa Francisco, de quien, además fue uno de sus obispos auxiliares. En diversas ocasiones, el obispo fue crítico con la situaciones de pobreza y de exclusión social. También fue determinante en casos de pedofilia y abusos por parte de los curas.
El mandato de Ojea será hasta 2020. Será acompañado por Mario Poli (arzobispo de Buenos Aires) y Marcelo Colombo (obispo de La Rioja) como vicepresidentes, y Carlos Malfa (el obispo de Chascomús) como secretario general.
