Quincho: De la guerra del vino, a otra travesura judicial

Cómo viene la pelea contra el impuesto. ¿Quién se durmió? ¿Quién puteó de sobra? Otra aventura de los jueces supremos con un fallo laboral increíble. Comprate un Pagani de 2,4 palos verdes, y se feliz.

Quincho: De la guerra del vino, a otra travesura judicial

Por: Mendoza Post

Julián miraba la lágrima, suave y suspendida, en su copa de Malbec. Esa marca en las paredes de cristal eran el alma, el duende escondido de los buenos varietales.

En su familia de larga prosapia mendocina, hubo desde contratistas de viñas a peones rurales, enólogos, bodegueros y mujeres de los viñedos. Trató de imaginar todo ese trabajo junto. Y le resultó imposible. Tras cada sorbo, caían una catarata de imágenes, vidas y familias. Había escuchado las anécdotas de Ángel Mendoza sobre abuelos que mojaban los chupetes de los nietos en un vaso de vino con soda, o de antiguos pobladores que potabilizaban el agua agregando una parte de vino, en épocas en que los conceptos de servicios sanitarios casi no existían.

- Y pensar que ahora dicen que es “perjudicial para la salud”. Burros… Si te tomás un tanque, seguro que te hace mal…- dijo el gordo en voz alta, mientras prendía fuego debajo del disco. Haría pierna de cordero en estofado, pero en el disco de arado. Ya era temporada, después de todo.

- La OMS ¿Qué dice? - preguntó el Ruso, mientras estudiaba dónde iba a poner a funcionar la mesita de dinero esta semana.

- Cambian de opinión cada diez años. Que me pregunten a mí. Cuarenta años de consumo moderado, y el “bobo” hecho un relojito. ¡Las coronarias, limpitas! - presumió Julián ante la risa de su amigo.

Bebió otro sorbo de Malbec y se concentró en el cordero al disco. Roció el arado con aceite de oliva y un toque de manteca, inmediatamente puso cuatro dientes de ajo a dorar, y los retiró cuando estuvieron bien oscuros. Enseguida doró la carne de cordero que había deshuesado y trozado con cuidado. Una vez sellado y salpimentado, agregó cebollas, pimientos, zanahorias, verdeo, tomates perita pelados y triturados, y zapallos del tipo zucchini. Luego, cuando los jugos comenzaron a reducirse, agregó un caldo que había hecho con los restos de las verduras y el huesito de la pierna del cordero, más pimentón dulce, ají molido, albahaca y laurel. Luego sumó una botella de vino blanco. Julián observó su obra, feliz, mientras preparaba el perejil fresco para servir en la mesa y escurría las papas cortadas en rodajas gruesas y freídas en el caldero del quincho.

A la pasada, en el cuadro que ornamenta la pared norte del quincho, la que da a Las Heras Country, el General se servía una generosa copa de vino, al pie de la Barrica del Centenario, en la antigua Bodega Giol. Brindó en silencio ante un público imaginario.

- Salud…- respondió Julian, y llevó el disco a la mesa.

La conversación se armó enseguida alrededor de la polémica de la semana, por el impuesto al vino y la horrorosa calificación de “malo para la salud” que los insensibles del gabinete nacional le habían enchufado al vino.

- Veo mucha gente opinando… muchas reuniones… mucha historia… ¿Pero, quién se está ocupando, quién está empujando el lápiz? - preguntó el gordo, fiel a su formación profesional: Las tareas deben tener equipos, líderes, responsables, y plazos de ejecución, y luego un tracking de control. Omar, el radical-radical-radical que habla con todos, hasta con los del otro lado, tomó la posta, mientras buscaba las palabras justas en el humeante plato de cordero guisado al disco. Julián había abierto un tempranillo, un Q de Pepe Zuccardi, justo para el plato de la noche.

Cornejo y la industria. Caras largas para todos.

- Hay varios equipos. El que coordina es Alfredo Cornejo. Pero hay un grupo donde hay seis o siete tipos del gobierno, y otros tantos que aportó la industria, con el consenso de las entidades más grandes. Uno de los que está haciendo la tarea más delicada es Daniel Rada, del Observatorio Vitivinícola. Es el que está analizando el impacto económico con diversas tasas posibles del impuesto, ya sea del 10, o del 17 %. O gradual… combinado con el resto de las medidas que dicen que van a tomar, como la eliminación del impuesto al cheque, ganancias, cargas laborales y otras más. Rada está corriendo las simulaciones con todas las variables, más todas las cifras de caída del mercado interno y externo. Después, las van a revisar en el ministerio de Economía, en Hacienda, en todos lados. Este capítulo de la pelea es muy sensible, porque es en el que mejor preparados están los funcionarios de Macri, que no entienden una mierda de agricultura ni de economías regionales, pero que en los números son feroces.

- ¿Y qué más? – preguntó Ludovico, preocupado. Había invertido unos pesos en una bodega familiar en Luján de Cuyo, tiempo atrás.

- Y… están juntando información a raudales. Hay mucha. Incluso este sábado por la mañana volvieron a reunirse. En algún momento de la semana que empieza habrá un “parate” y se pondrán a pasar en limpio todo, para que el gobierno provincial se lo lleve al ministro de Economía Nicolás Dujovne.

- ¿De la parte del vino saludable, de defender la condición de “alimento” quién se ocupa? – preguntó el Ruso, mientras zampaba un pan en el jugo del disco. El gordo le reprobó con la mirada.

- La industria. Están laburando a full. Lo primero que hizo uno de los tipos fue sentarse a la computadora y “googlear” vino y salud. Les aparecieron más de un millón de resultados concretos. El problema es que los informes que tenían en la Coviar, en el Fondo Vitivinícola, en las entidades bodegueras, son más bien de difusión. No tiene profundidad científica…- explicó el Omar.

Uno que, seguro, no viene a la Vendimia.

- ¿Por qué no le preguntan a Claudio Burgos? - dijo Julián, con lógica. – Es el mejor cardiólogo del país… y está en Mendoza… es mendocino… ¿Por qué no le piden a él que lo llame a Macri, a Dujovne, y se los explique?

- A Burgos, y a Cormillot…- insistió. El Omar se puso levemente colorado.

- Y… acá en el gobierno no están muy contentos con Claudio. Nadie lo llama ni le consulta demasiado, desde que protestó por el cierre del aeropuerto, porque no había alternativas para los trasplantes hasta que habilitaron el aeródromo de San Martín…- contó, y se zampó un trago del Q de Pepe Zuccardi. Julián insistió:

- Bueno… todo esto es lo técnico… pero ¿quién se ocupa de lo político? – preguntó. – De verdad… ¿Cómo viene la “rosca” con el impuesto?

- Muy difícil… conseguir “tasa cero” es casi imposible, y bajar el champagne del 17 % de impuesto será una tarea ímproba y de final incierto. Creo que no lo van a conseguir. Pero vamos con lo del vino. Cornejo lo llamó a Enrique Vaquié y le pidió que use sus contactos con la gente de Hacienda y de Coordinación de Gabinete. Eso incluye a Mario Quintana, Gustavo Lopetegui, el propio Dujovne, y subsecretarios. Los bodegueros usaron la misma vía del Enrique. El camino es arduo porque las posiciones no son unánimes. Laura Montero se cortó sola con la crítica y encendió alertas. Tuvo una ráfaga de posteos en Twitter donde le dijo de todo directamente a Dujovne. Eso cayó mal en la Casa Rosada. Con los tipos de Nación podés criticar, pelearte, argumentar, pero lo sintieron como un ataque personal…

- Bueno, pero Laura fue de las más claras con el problema. Fue la única que dijo de movida que la rebaja de otros impuestos, como Ganancias, cheque, cargas laborales, compensaban sólo el 30 % del impuesto al vino, que van a terminar pagando los consumidores. A ver… conceptualmente este impuesto está mal… es como una “retención” en el mercado interno…- dijo el gordo, con muchos amigos en la industria.

- Es verdad… pero estas cosas se manejan con diplomacia… No puteando… A ver amigos… acá hubo mucha gente de la política que “durmió” con el problema. No eran pocos entre legisladores, funcionarios, allegados a Macri, que sabían lo que se estaba cocinando respecto del impuesto al vino. Es cierto que no llegaron a frenarlo… pero si esto llega así al Congreso y no se vota, o pasa algo, o hay un escándalo, la derrota política va a ser para Macri… Habría que haber cortado la jugada antes… ¿no? – especuló el Ruso. Los muchachos hicieron un brindis por la bebida nacional, y la mesa cambió de tema.

La joda judicial

El Ruso, muy metido en el mundo de las empresas, estaba alarmado por un fallo laboral de la Suprema Corte de Mendoza, que se conoció el viernes:

- Es un fallo tremendo. Transforma –de hecho- los juicios laborales, en la mejor inversión posible para un despedido, a cuenta de los mendocinos y por culpa de la mora judicial…- dijo el Ruso.

- ¿Qué pasó? ¿Lo podés explicar? - pidió el gordo.

Palermo, Nanclares, Gómez, y la vicegobernadora.

- Hay un fallo del año 2009, plenario también, que establecía un interés anual para las sentencias laborales, que era la tasa activa del Banco Nación. Eso hoy sería cerca del 24 %, más o menos la inflación. Se conocía como el “Fallo Aguirre”. Pero ahora decidieron aplicarle una tasa también del Banco Nación, pero para créditos de guita de libre disponibilidad a 36 meses. Y eso, según los abogados a los que estuve viendo… lleva la tasa del 24 % al 36 % y hasta el 50 %. Una locura. Firmada por los “Cuatro jinetes del apocalipsis” que tiene la Corte. Es decir, Omar Palermo, Alejandro Pérez Hualde, Julio Gómez y Mario Adaro, los mismos que votaron en contra de destituir a la fiscal viajera, y que en general vienen resistiendo las reformas judiciales de Cornejo. Ahora firmaron este fallo, que es como pegarle un tiro a los tipos que necesitan emplear gente. ¿Quién va a dar laburo con semejante contingencia? - preguntó el Ruso.

- ¿Los otros jueces qué hicieron? – quiso saber el gordo, mientras repartía las últimas porciones de cordero.

- Nanclares, Llorente y Valerio votaron en disidencia.

- Bueno… los muchachos se están divirtiendo hasta que se apruebe el proyecto de ampliar los miembros de la Suprema Corte, y después habrá que ver qué pasa…- especuló el gordo.

- Como sea, pero el fallo atenta contra el empleo formal, aumenta la litigiosidad… ¿Qué abogado va a querer arreglar un juicio si al final del camino tendrá la mejor inversión financiera de la plaza? Con esto, los jueces se pusieron en contra a las pymes… y los laburantes despedidos van a tener que esperar una parva de tiempo, mientras la indemnización engorda con los intereses…- insistió el hombre de los negocios del grupete.

Los amigos reflexionaron unos instantes sobre el impacto de semejante cañonazo.

- Increíble… encima que están desbordados, trasladan la culpa de la morosidad judicial a los empresarios. Si van a aplicar esta tasa, deberían trabajar de tarde y que los juicios duren un año, y no cuatro. Un dato: se están fijando audiencias de juicios laborales para finales de 2019…- insistió el Ruso.

- Y Macri, empujando la flexibilización laboral… ¡Jajajajaaaaaaaa! – estalló Julián en carcajadas, e hizo reír a toda la mesa.

La cena fue llegando a su fin. Después de un buen plato de frutas frescas cortadas y el café de rigor, los amigos partieron rumbo a los autos.

- Me contaron que el “nene afín” anda preocupado, y averiguando cómo se filtraron los datos sobre su intensa actividad de “shopping” de departamentos y autos fastuosos en Miami…

- Bueno… si andás en Miami con un Pagani de 2,4 palos verdes como este… ¡Alguien se va a enterar!

- Mamita…

- Sí… y al “depto” que se compró en uno de los edificios más lujosos de Sunny Isles, ya le agregó otro.

- ¿En serio?

- Sí… se ve que la cobertura del Plan Hábitat es generosa…

- ¡Y después se quejan de la insensibilidad de Macri, con el progreso que hay…!

- ¡Jajajajaaaaa!

- No me dijiste nada de la detención de Boudou.

- Demasiado circo… demasiada exhibición… demasiada ferocidad… Bastaba con meterlo preso. Lo demás, estuvo de sobra.

- Pero es una buena lección para los que roban y una gran imagen para la gente…

-…que como dijo Roger Stone, aquel salvaje que laburaba con Trump, en el caso del votante promedio no distingue la política, del espectáculo. Alguien escribió eso en estos días…

- ¿Y entonces?

- Boudou es más culpable que Robledo Puch. Pero hay que tener cuidado con las imágenes y el circo romano, o del tipo Inquisición. Porque pronto, no van a alcanzar para nada, y todos podemos ser sospechosos de algo en manos de jueces con el oído afinado para el poder. Lo próximo va a ser el video de Cristóbal López agarrado a las rejas de Marcos Paz, gritando por un vaso de agua para las pastillas.

- ¿Hay remedio?

- Sí, justicia rápida y silenciosa… Y justa.

- Eso, en otro mundo…

- …

Y así, intentando resolver la complicada ecuación de poder, política y justicia, los amigos desaparecieron en el sentido estricto de la palabra.

Hasta el próximo preso que caiga en el fixture.