Belleza rústica y minimalista en esta bodega de Luján de Cuyo.
Visitando bodegas: Vistalba, para sentirse como en casa
La primavera empezaba a sentirse con ganas ese mediodía que arribamos a Bodega Vistalba y debo reconocer que caminar por las amplias galerías rodeadas de jardines y muros amplios fue tan placentero que hasta el mismísimo Zeus hubiera querido dejar su Olimpo para acompañarnos.
Sin rodeos nos ubicaron en una mesa al centro del salón y Fernanda Vila, encargada de Turismo se dispuso a brindarnos toda la info que necesitáramos. Al rato se acercó Paula Pulenta, hija del dueño, que hoy es la persona al frente de esta empresa y, appetiser y copa de vino de por medio, se acomodó en nuestra mesa como quien se arrima al fogón para empezar con las canciones de Sui Generis, así como si fuéramos familia y esa fuera nuestra casa.
¡Qué lindo escuchar anécdotas de su árbol genealógico! De varias generaciones atrás ya son familia numerosa, siempre ávidos por crecer juntos los hermanos Pulenta crearon de cero la bodega Peñaflor y luego compraron la bodega Trapiche. Con los altibajos que este negocio supone no tardaron en llegar los desencuentros de opiniones y para resguardar la unión familiar en el `97 deciden vender todo y dividirlo. Su papá Carlos, participa en el armado de monstruos como Salentein, Callia y Portillo, y al heredar la finca comienza con Vistalba, teniendo su primer añada en 2003.
Para que se empiecen a babear les muestro las entradas que probamos junto a un Tomero Semillón Reserva 2015 que tenía un aroma suave pero en boca refrescaba como una brisa de verano.
Los principales fueron una explosión de sabores en nuestras bocas, acompañados con un Vistalba Corte B 2015 (blend de Malbec 70 %, Cabernet Sauvignon 20% y Bonarda 10 %) que le hacía frente a cualquier carne que se le pusiera enfrente, con carácter tanto en boca como en nariz.
Luego llegó una degustación de quesos y dulces junto a un Tomero Cosecha Invernal de Julio del 2013 que, como ya se habrán dado cuenta por mis notas anteriores, siempre es el vino por el que muero, siempre es el último sabor que me quiero llevar y esta no fue la excepción: SU-PRE-MO. En serio.
Cuando vos creés que no podés más te ofrecen los postres y con ganas de decir no, te sale un sí gigante apenas ves que hay una “sopa de chocolate con mousse de limón” o “panqueque con manzanas salteadas, crema de canela y salsa tofi”. Ahí decidís que es preferible reventar a quedarte con las ganas.
El maridaje estuvo determinado por el espumante de la casa, Progenie que le otorgó el toque justo de burbujas al paladar.
El chef Sebastián Ingallina nos dio algunas recomendaciones para cuando decidan visitar el restaurant.
Si no podés ir a comer al resto, hay degustación y visita a la bodega con diferentes opciones:
- Visita clásica: degustación de 4 vinos línea clásica y aceite de oliva a $250.
- Visita Descubriendo Varietales: degustación de 4 vinos Tomero Reserva y aceite de oliva a $350.
- Visita Reserva: degustación de 4 vinos Tomero y Vistalba Reserva y aceite de oliva a $450.
- Visita Premium: degustación de 4 vinos Gran Reserva y aceite de oliva a $600.
En el recorrido de las instalaciones nos deleitamos con la ambientación exquisitamente determinada por la iluminación puntual, los muros de piedra y las luminarias hechas de ramas secas.
Sí, ya sé que quieren ir ahora, así que les dejo toda la info.
Horarios de atención Martes a Sábado de 12.30 a 15.30 hs.
Dirección: Roque Saenz Peña 3532 – Vistalba – Luján de Cuyo - Teléfono: 261 4989400
info@cpwines.com www.bodegavistalba.com
Para conocer más sobre otras bodegas entrá a:
Blog: Saludá que nos vamos
Twitter: @AndreaMzaG
Instagram: andreamzag
Fotos: Gustavo Valles