Miles de personas llegaron desde temprano al Frank Romero Day. Los mas de 30 grados no afectó el fanatismo por el cantante. Hubo muchos hombres entre los asistentes.
Así fue la previa del recital de Romeo Santos
Después de algunas idas y venidas, por fin el cantante de bachata Romeo Santos se presenta en el escenario del Frank Romero Day, en la segunda noche de Vendimia.
Las puertas se abrieron a las 16. A pesar del sofocante calor, miles de mendocinos transitaron el empinado camino que conduce al anfiteatro para ocupar su lugar y arrancar con "la previa".
Se espera que el show dure hasta las 22.30 y luego arranque la tercera repetición de la Fiesta Nacional de la Vendimia.
El operativo de seguridad constó con 900 efectivos
Para aplacar un poco las altas temperaturas, la mayoría de personas llevó heladeritas repletas de bebidas frescas, que ayudaron bastante en el camino de subida.
Hubo risas, cánticos, apuradas y muchísima expectativa por el primer recital de Santos en Mendoza.
El público: mayoría femenina
Si bien el 90% del público estuvo compuesto por mujeres, la platea masculina también dijo presente: grupos de amigos, hermanos acompañantes, padres de familia y hasta novios, que decidieron ir al recital para "hacerle el aguante" a su amada.
Gonzalo y Evelyn fueron una de las tantas parejas que no se quisieron perder el recital de Romeo. "Nos gusta a los dos", coinciden. Incluso, Gonzalo contó que fue él quien acampó dos días frente al Le Parc para conseguir las entradas.
Las fieles fanáticas
Las chicas miembros del fans club "Soy capaz de lo incapaz por ti Romeo", no se quisieron perder el primer recital que su ídolo brinda en Mendoza.
El Merchandising
Cada vez que hay un evento importante en Mendoza, los vendedores ambulantes no se lo pierden. El recital de Romeo Santos no fue la excepción.
Vinchas, pulseras, remeras, sombreros, almohadones y hasta corbatas estuvieron a la venta tanto en el predio como en el camino de subida al anfiteatro.
Una perlita entre los comerciantes presentes es Juan, el vendedor de almohadones, que según él es para "cuidarle sus cachetitos" a la gente.
Es sabido que los asientos del anfiteatro son de concreto, nada suaves. Por eso, el simpático hombre busca vender su producto y, a la vez, cuidar las partes traseras de la gente que iba al recital.