¿Cuánto tiempo deberías permanecer en cada trabajo?

¿Cuánto tiempo deberías permanecer en cada trabajo?

Por: Mendoza Post

Cada empleo plantea sus desafíos que cada aspirante debe ser capaz de afrontar con todo el profesionalismo posible.

Sin embargo, existen personas que no toleran estar mucho tiempo bajo la rutina que una trabajo formal les exige a diario, por eso piensan en cambiarlo lo antes posible.

¿Conviene hacerlo? Para algunos, pertenecer a una planta por ocho meses es suficiente, mientras que otros insisten en que uno debe permanecer en un trabajo al menos seis años, para demostrar tu solidez profesional.

Te damos algunos tips para ayudarte a considerar si estás en el momento justo de decirle chau a tu actual jefe o por el contrario, debés esperar un tiempo más.

Preparando el terreno

Hay dos factores a tomar en cuenta al momento de tomar una decisión: cuánto estas aprendiendo en ese puesto y qué está aportando al desarrollo de tu carrera profesional. 

Según publicó BBC, un especialista, comenta las diferentes interpretaciones que tiene la permanencia en un mismo trabajo, desde ocho, 18, 48 y 72 meses (6 años). "Irse en menos de ocho meses se ve terrible, a menos que tengas una razón objetiva", dice Michael Church

Se aconseja permanecer, como mínimo, un año y medio en cada trabajo.

Eso daría la impresión que la persona no pasó la evaluación de los seis meses o no tuvo condiciones para mantenerse en esa posición.

"Lo socialmente aceptado son 18 meses. Ese período da la impresión que sobreviviste a la evaluación y al período de estabilización en el cargo", explica.

"Cuatro años (48 meses) es una muestra clara de capacidad para cumplir una función. Tu salida se vería mal sólo si hubiese algo que evidenciara que estabas desempeñándote deficientemente o estancándote".

"Si al cumplir seis años (72 meses) no se vislumbran ascensos o que te asignen proyectos interesantes, tu posición comienza a verse afectada, porque da la impresión que se trata de una persona sin ambiciones profesionales, y aunque no es tan mala como para ser despedida, es percibida como mediocre", agrega Church.

Si llegado este punto vienes recibiendo ascensos, no hay límites a la estadía en ese trabajo.

Mostrarse ambicioso y proactivo da sus frutos.

En defensa de la estabilidad

Sin embargo, no todo es saltar de un cargo a otro. La estabilidad también tiene su valor. "A una persona le toma un promedio de dos años el aprender todo lo relacionado con un cargo en una oficina competitiva. Si eres realmente bueno, serás promovido. Si no eres promovido, deberías irte sólo si odias tu trabajo o se te presenta una oportunidad dorada", escribió en Teodor Dumitrescu.

También hay que tener en cuenta que muchos cambios en un corto período es un esquema que levanta suspicacias entre los caza talentos. "Una de las cosas que encienden las alarmas de un gerente general o un director de recursos humanos es ver a alguien con tres trabajos en menos de cuatro años", comentó Matt Mickiewicz.

La competitividad sana es muy bien vista.

En su opinión, "o sos de las personas que se aburren rápidamente, o son despedidos por bajo desempeño, o no tienes ninguna lealtad por la empresa y abandonas el equipo sin importar los problemas que tu salida puedan generar, particularmente en equipos pequeños".

Frente a los argumentos a favor de los cambios o de la estabilidad, al final conviene tener en consideración que contratar a alguien es algo subjetivo.

Seguí tu corazón

A esta altura, el factor determinante para tomar una decisión es preguntarse a uno mismo qué tanto disfrutas tu trabajo.

En palabras de Stefan Von Imhof, "intentar definir un período mínimo de permanencia en un cargo es un chiste. Algunos han tratado de establecer unas reglas sobre cuando está bien renunciar, pero eso es una tontería".

Si no te gusta tu trabajo, es hora de irse.

En opinión de Von Imhof, esta es una discusión sobre tu vida, y no debes vivirla de acuerdo con las reglas de otras personas. Si un trabajo no es el adecuado para vos, andáte cuando quieras. 

"Si un empleador te pregunta por qué te fuiste luego de dos meses o dos días de contratado, decile la verdad. Contále lo que estás buscando y por qué tu anterior trabajo era horrible, qué aprendiste y por qué este nuevo empleo es diferente. Hacélo con confianza y mostrá seguridad en vos mismo", aconseja Von Imhof.