Dos portarretratos y una caja de zapatos en los Caballitos de Marly

Los Caballitos de Marly tal como los conocíamos mutaron y se convirtieron en portarretratos gigantes, provocando docenas de quejas ciudadanas, algunas de las cuales llegaron a esta redacción.

El "enchastre" en el que transformaron a uno de los monumentos más importantes de Mendoza provocó la furia de gran parte de la sociedad, aún cuando el mismísimo Ministerio de Cultura de la Provincia decidió aprobar el  proyecto , titulado ‪"Heroes Vendimiadores‬", del artista plástico mendocino Rodrigo Scalzi. 

La explicación tiene que ver con una polémica idea: colocar diez retratos de cosechadores, en gran formato, en edificios y lugares emblemáticos de la Ciudad. 

Desde el mes pasado y hasta la época de Vendimia, se estará "interviniendo" diferentes espacios públicos para colocar los murales. 

El primero fue montado en el tanque de las terrazas de la Municipalidad de Capital.

Se trata de retratos de cosechadores con fotos capturadas por Gustavo Copoletta, impresas sobre papel y adheridas a la pared mediante una técnica llamada "pasting". Básicamente, engrudo. 

La técnica que provocó la furia mendocina se denomina "inside out project" y fue creada por el fotógrafo francés JR. 

Historia a caballo

Los "caballitos" -miden 1,90 m cada uno y se alzan sobre basamentos de 4 m. de altura- son una reproducción de “Los caballos de Marly” que habían sido realizados para adornar los jardines del palacio de Marly, Francia, en 1745, en cual fue destruido por la Revolución Francesa.

La copia mendocina fue encargada por el gobierno provincial en 1911 a una firma francesa. El contrato fue aprobado por decreto del gobernador, Rufino Ortega (h), según describe el propio sitio de Parques del Gobierno.

Si bien la propuesta de Scalzi es revolucionaria, a muchos no les gustó la "intervención" artística a uno de los puntos más emblemáticos y tradicionales de Mendoza.

Y eso no es todo: por segundo año consecutivo el Ministerio de Cultura  colocó nuevamente su "caja de zapatos" entre los Caballitos, es decir un banner tridimensional rectangular que interrumpe el denominado "eje histórico de Mendoza", una línea visual pensada para darle continuidad  a la Av. Del Libertador, el Cerro de la Gloria y el Parque General San Martín.

Ambas acciones tienen sus defensores y detractores. ¿Se discute el arte? ¿Pueden las obras emblemáticas históricas ser intervenidas de esta manera? El debate quedó abierto.