De lo que no hablamos cuando hablamos del paro de mujeres
Abundarán los análisis este miércoles sobre el paro de mujeres. Las desigualdades que aún persisten y la creciente violencia machista.
Siempre la mirada es sobre —y desde— la mujer, jamás sobre el hombre. Miles de notas explicando qué debe hacer el “sexo débil” para protegerse, pero ninguna disertando sobre qué debe hacerse con aquellos que ostentan un “gen violento”. ¿Por qué? ¿Acaso es incómodo ese debate?
Como sea, ¿se puede revertir la coyuntura? ¿Hay chances de acabar con la agresividad asesina contra las mujeres?
Ya expliqué en varias notas que escribí que hay cinco países que carecen de femicidios: “tasa cero”, así como lo leen. Es un dato esperanzador.
¿Cómo lo hicieron? Desde lo cultural, escapando a las cuestiones de género. Introduciendo la relevancia del tópico de la violencia como tal en la educación que les dan a los chicos y adolescentes.
Luego, han puesto el foco en el respeto por la mujer y la necesaria igualdad que debe haber para con los hombres.
Ver además: Femicidios en Argentina, cuál es el origen del mal
Jamás han hecho las idioteces que se hacen en la Argentina, como tratar de imponer cupos por ley y cosas por el estilo. Y ellos lo lograron, insisto. Tasa cero.
No diré mucho más, solo acompañar desde mi humilde lugar a las que hoy marchen, esperanzado en que su reclamo sea escuchado.
No es poco.
