Cómo es la guerra mapuche contra el Estado

Acciones “directas”, redes sociales, sabotajes, y aliados políticos. El grupo secesionista de los Jones Huala.

Cómo es la guerra mapuche contra el Estado

Por:Carlos Hughes (*)

El 29 de diciembre de 2014, un camionero que transitaba por la Ruta Nacional 40 -a la altura de Leleque, en Chubut- sufrió un brutal ataque que terminó con su vehículo incendiado, lo que desató un sinnúmero de hipótesis. Dos meses después, un grupo identificado como RAM (Resistencia Ancestral Mapuche) del departamento Cushamen, se adjudicó ese atentado y otras acciones.

No fue el primer episodio, pues hay registros de otros hechos hasta por lo menos dos años antes de aquel incidente. Pero sí marcó el quiebre en la metodología de protesta del grupo, que por primera vez y mediante un comunicado, se adjudicó el atentado y explicó las razones que lo llevaron a cometerlo. Se trata las mismas personas que ocupan tierras que le pertenecen a la firma Benetton, lo que sucede desde la misma época del ataque al camión en la Ruta 40.

Tras ello, el RAM ha mantenido y mantiene una relación de altibajos con las autoridades, toda vez que además de continuar con la ocupación de la Estancia Leleque que pertenece a la firma italiana, ha realizado otras acciones sobre la ruta 40, a veces con turistas como objetivo y otras con episodios de tensión frente a las fuerzas de seguridad.

Incidente entre mapuches y la policía de Chubut.

Era en ese marco que, desde hace varios meses, mantenían cortadas las vías del tren conocido como La Trochita, que constituye uno de los principales atractivos turísticos de la región. Por esa situación fue que el juez Federal de Esquel, Guido Otranto, ordenó a Gendarmería en la semana que pasó, el desaloje del piquete. Pocas horas después, en un episodio diferente, miembros del RAM denunciaron el cruel ataque de un grupo de Infantería de la Policía de la provincia que trascendió las fronteras de Chubut, a partir de la violencia con que los mapuches secesionistas fueron abordados, lo que incluyó un herido de bala en su rostro (la imagen circuló por todo el país, e incluso en el extranjero) y un lesionado de gravedad que aún se encuentra internado en Bariloche, con pronóstico reservado.

En paralelo, su sustanció la semana pasada en Esquel un juicio por abigeato (robo de ganado) en el que estuvieron involucrados algunos miembros de ese grupo radicalizado, sumando confusión a una historia de por si es compleja, en la que se mezclan reivindicaciones ancestrales, relatos distorsionados de la historia y activistas de todo tipo, en ocasiones sin mayores argumentos que el apoyo mismo para una causa que les genera empatía pero que no siempre conocen pormenorizadamente.

Las tierras

El RAM se auto describe como “el brazo político de la Nación Mapuche”, cuyos límites geográficos y legales no se condicen con los que impone el Estado argentino, ni el chileno.

Sin medias tintas, en ese marco, Matías Ñanco Huala –que forma parte del RAM- reconoció que “somos una Nación aparte y validamos todo tipo de lucha”. Fue en una entrevista que apreció hace pocas semanas en el diario EL CHUBUT de esta provincia, en donde además explicó que el grupo que lidera Facundo Jones Huala conforma “una organización militar que está compuesta por waichafes (guerreros) de diferentes comunidades. Trabajan en la clandestinidad y son los que hacen las acciones más radicalizadas, como la cuestión del sabotaje al capitalismo”.

Un juez chubutense, en diálogo con mapuches enmascarados.

No deben soslayarse tampoco las discusiones que existen sobre la pertenencia a las tierras que el RAM reclama. Los historiadores, si bien reconocen la presencia precolombina de los mapuches en la región, ubican a esa etnia en territorio chileno con expansiones posteriores, y le adjudican una actitud belicosa respecto a los Tehuelches, a quienes mayoritariamente sí se les reconoce su origen patagónico.

Puede señalarse como dato también, en esa línea, que tampoco presidentes como Rosas o Roca (más allá de su historia respecto a los pueblos originales) o historiadores y autores clásicos como Estanislao Zeballos, Lucio Mansilla y Manuel Prado; mencionan al pueblo mapuche, como sí lo hacen con decenas de otras tribus de la Argentina de aquellos años.

Por otro lado, también debe decirse que Benetton le compró esas tierras a la empresa inglesa Compañía Tierras del Sud Argentino, a la que le fueron concedidas por un empréstito entre la propia firma y el Estado Argentino.

Según algunos defensores de la causa del RAM, la firma italiana incorporó “lotes ocultos” que estaban fuera de registro, al momento de adquirir las tierras, lo que constituye el núcleo del reclamo.

Relación

Mapuches y tehuelches tuvieron una relación tensa que se saldó con grandes batallas. Acaso la más recordad de ellas sea la que se libró en la zona conocida como Languiñeo (Serranías de los Muertos, en vocablo aborigen) en donde murieron miles de tehuelches, y otros fueron esclavizados para enviar a Chile y también Perú.

Jones Huala en Libertad, el año pasado.

No es el único problema de reconocimiento, debe señalarse, que tiene hoy el RAM. Pocas horas después de aquel episodio violento señalado líneas arriba, y cuya foto llamó la atención de propios y extraños, en la capital provincial (distante unos 700 km del lugar de los hechos) lonkos y miembros de distintas comunidades mapuches marcharon frente a la casa del Gobierno provincial. Allí fueron recibidos después por funcionarios y acodaron conformar una mesa de diálogo, la que no reconoce el grupo radicalizado de la lof Cushamen, la que viene protagonizando los incidentes.

Ayer, en el diario Jornada de Chubut, apareció una entrevista al Cacique Genaro Nahuelquir, junto al Lonko Rudecindo Calfupán, de la comunidad Cushamen, en la que tomaron distancia del reclamo e incluso dijeron desconocer a los miembros del grupo que lo materializan.

Los Lonkos sostienen que esto explica la escasa adhesión que el RAM recoge aun en las manifestaciones que realiza en Esquel, cuando toda la cordillera está habitada por miles de descendientes de mapuches.

Nahuelquir, incluso, desestimó la metodología que utiliza el RAM porque “el verdadero mapuche no es violento, ni cubre su rostro al reclamar”.

(*) El autor es escritor y periodista chubutense. Miembro de FOPEA. Fotos: Gentileza Diario Jornada.

Documento

Entrevista de FM EL CHUBUT a María Isabel Huala, madre de los hermanos Jones Huala. Explica el motivo principal de lucha, de este tipo de resistencia mapuche.