El año que tembló la AFA: papelones y una dirigencia sin norte

El año que tembló la AFA: papelones y una dirigencia sin norte

Por:Jorge Neri (*)

Si los papelones parecían haberse terminado con el empate imposible de la elección del 3 de diciembre, la dirigencia del fútbol argentino redobló su esmero: llevó a la AFA a su año más convulsionado, con una dirigencia sin norte y careció de muñeca para evitar una virtual intervención de la FIFA, justo de la que creyó que siempre iba a tener como aliada y protectora amenazante de eventuales intromisiones.

Ninguneó irrespetuosamente al entrenador del seleccionado Gerardo Martino hasta llevarlo a la renuncia, un plantel armado de última por un técnico con ganas pero sin experiencia se fue rápido de la cita olímpica, si hasta Lionel Messi pareció cansarse al anunciar que tiraba la toalla y no jugaba más el en seleccionado tras la frustración en la Copa Centenario, pese a que luego dio marcha atrás.

Luis Segura fue presidente pero, con una rapidez inusual, demostró su carencia de poder hasta desaparecer antes de perder el cargo a manos de la FIFA, que le hizo un guiño al gobierno de Mauricio Macri. Tan mal le fue que pensó seguir su vida dirigencial en el fútbol en un escaño en FIFA.

En su ocaso, Segura, un incondicional de Julio Grondona, tuvo que sentarse en otro banquillo, el de un tribunal para explicar qué hizo con dinero que le entregó el Estado.

Armando Pérez fue el elegido para una intervención vestida de gobierno transicional. Hasta quienes parecían sus principales aliados los erosionaron rápido. En ese podio estuvo Daniel Angelici, el presidente de Boca y amigo del presidente Macri.

Si hasta dentro de la comisión regularizadora hubo increíbles enfrentamientos, al punto que días de terminar el año, Pablo Toviggino, miembro de ese cuerpo y titular del Consejo Federal denunció irregularidades dentro del cuerpo que gobierna AFA.

"A mí me ven como un enemigo y no como una persona que quiere hacer el bien para el fútbol argentino" fueron las últimas palabras públicas de Pérez hasta que al día siguiente fue internado de urgencia por una tromboembolia pulmonar, seguramente alimentada por esos king size rubios que fuma uno tras otro.

La dirigencia, aunque no maneje los dineros de la AFA, sigue comandando un fútbol caótico, violento, con dominios de barras bravas, con el doble de casos de agresión a árbitros que un año atrás, tampoco supo hacer valer ese producto tan preciado para lograr más ingresos y oxigenar las tesorerías, más allá de las bravuconadas de los titulares de los clubes..

Si hasta el seleccionado más cotizado del mundo, con el mejor jugador del planeta y primero en el ranking mundial FIFA anduvo sin rumbo durante cuatro fechas de las Eliminatorias, que lo sacaron de zona de clasificación con un Messi que estuvo en vilo en el interregno de la final de la Centenario, cuando anunció que dejaba de jugar para la nacional, hasta su marcha atrás que se cristalizó en su vuelta frente a Uruguay con gol incluido.

El grondonismo residual casi no queda en AFA, porque Segura languideció en una presidencia sin poder ni bien llegó Macri, que lo marginó como interlocutor con el gobierno y con el procesamiento junto a otros seis dirigentes por Futbol para Todos, inclusive se quedó sin su retiro en la FIFA.

En esos procesamientos también hubo cinco funcionarios, tres de ellos los tres últimos jefes de Gabinete del kirchnerismo.

Cuando en Gobierno vieron que el tándem Hugo Moyano y Chiqui Tapia veía sumando voluntades en la Asamblea, el macrismo buscó respuestas en la AFA. La dirigencia, ilusa, creyó que iba a tener al mandamás de la FIFA como aliado, pero la intervención llegó de Zurich y delegó a Armando Pérez, primero elogiado y luego cuestionado por Daniel Angelici, amigo del Presidente de la Nación. El gobierno logró que el segundo en la comisión y vigía de Pérez, sea Javier Medín, director de asuntos legales en Boca cuando Macri fue el titular xeneize.

La mayor desprolijidad de Pérez fue al elegir a Claudio Ubeda vulnerando la forma de la elección, vía presentación de proyectos, ya que el ex jugador de Central y Racing no elevó propuesta alguna. Se ganó los cuestionamientos de Gabriel Batistuta, una gloria del fútbol.

Es difícil encontrar a un dirigente o funcionario que se haya mantenido en sus trece. Angelici fogoneó cambiar los estatutos de la AFA que volverán a ser modificados, anunció que se creó una Superliga pero el Ascenso que tiene que votar le pone freno. Pidió que el Estado le devuelva los derechos para negociarlos y resulta que la plata es escasa y ahora pide seis meses más. No es menor lo del gobierno de Macri, que prometió seguir en el FpT y gratuito, puso a Fernando De Andreis y a Fernando Marìn al frente. El ex gerenciador de Racing dijo a principios de año que era "alocado" que los clubes se hagan cargo de la negociación por la TV y que iba a cumplir lo que Macri "prometió". Meses después tanto Macri, como De Andreis y Marìn dicen que el 31 de diciembre se firma la defunción de FpT.

Sobre final de año apareció otra vez Servini y pidió elecciones, pero le dicen que si lo hacen sin el estatuto nuevo que exige FIFA podría desafiliarla. Medín, también amigo del Presidente Macri, fue a intentar explicar por qué no. Y después apareció Toviggino, y salió a cruzar a sus pares de la Normalizadora pidiendo el llamado a elecciones. Todo indica que esta película continuará…más allá de 2016.

(*) Especial para Mendoza Post