Las leyes de la alegría: ¿Por qué eligen el silencio?

¿Quién puede, abiertamente, estar en contra de estas leyes? ¿Qué dicen entonces cuando dicen que quieren “el bien común”? ¿Será por eso que eligen el silencio?

Las leyes de la alegría: ¿Por qué eligen el silencio?

Por:Cynthia García
Periodista

Reflexionemos sobre la alegría. O sobre la felicidad. Los seguidores de Nietzsche hablarían de un ser humano que no fue concebido para la felicidad, sino que estamos destinados a sufrir, a tomar dimensión de la angustia de sabernos finitos en un universo infinito.

Menciono subjetivamente el concepto de “felicidad” que propone Aristóteles, que la reconoce difícil de alcanzar, pero la sitúa en lo colectivo: “La felicidad humana se basa en la autorrealización dentro de un colectivo humano, adquirida mediante el ejercicio de la virtud”.

"Retomar el camino del populismo como eje transformador de América Latina" 

Aproximo entonces la idea de una felicidad, de una alegría, política; acotando el sentido en la definición de la palabra “política” como esa rama de la moral que habla de una sociedad libre, que a través de la política resuelve los problemas que le plantea su convivencia ciudadana.

La política como generadora de alegría, la política que vuelve a recuperar una mística perdida durante el neoliberalismo, la política como resolutoria de contradicciones porque va de la mano del poder transformador que puede tener la democracia cuando se respeta y se honra la representación popular.

 “Las transformaciones de América Latina han sido posibles gracias al populismo”

Esta alegría en términos políticos, es una mirada enfocada a los sectores populares, es pensar el Estado desde ese lugar, es revivir la noción de pueblo, retomar el camino del populismo como el eje transformador de América Latina.

“Las transformaciones de América Latina han sido posibles gracias al populismo”, expresó Raúl Zaffaroni ante una multitud atenta en la Plaza de Mayo que conmemoraba otro aniversario de la Asamblea del año XIII.

"Estar en contra del populismo es estar en contra de la representación popular"

Quienes demonizan la palabra “populismo” es porque la asocian con demagogia, le cargan un descrédito con cimientos en sus propios prejuicios, en sus propias acepciones sobre lo popular, en sus bases por lo general anti-peronistas.

Estar en contra del populismo es estar en contra de la representación popular, de la política como articuladora de las necesidades de un pueblo, del Estado como garante de derecho de los sectores más vulnerables, de los intentos de reparación histórica hacia esos sectores de la población: subsidios culturales o con fines estudiantiles, sistemas previsionales solidarios, asignaciones universales a la niñez, planes de créditos para la vivienda, igualdad de derechos laborales para las empleadas domésticas, por citar algunas políticas públicas populares.

El kirchnerismo supo transitar con alegría estas medidas que han afianzado derechos en gran parte de la población. Pregúntele usted a una ama de casa sin aportes si no le da alegría recibir una jubilación con movilidad de aumento por ley, o a una familia de clase media con dos hijos que salió sorteada en un plan PROCREAR, o a la señora que le cuida a sus hijos si no es feliz con su trabajo en blanco y sus derechos laborales incluidos.

 "El kirchnerismo supo transitar con alegría estas medidas".

Ahora, así como la contracara del amor no es el odio sino la indiferencia, la contracara de la alegría no es la tristeza sino también la indiferencia.

La alegría de los gobiernos populares de la región no elude la tristeza de un continente que sigue siendo desigual, no le quita el cuerpo a las confrontaciones durísimas que tienen que llevar a cabo nuestros gobernantes para agrietar el muro compacto de las corporaciones que pugnan por impedir el avance de estas democracias populares con rostro de pueblo.

El precio a pagar es alto, es personal en muchos casos. Los ataques a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner son personales porque no pueden atacar sus políticas populares.

¿No son acaso un signo de alegría democrática las leyes que se votaron durante estos años? Por citar algunas:

2008


Trata de personas. Le ley fue el resultado de la intensa lucha de Susana Trimarco tras el secuestro de su hija, Marita Verón. El Congreso incluyó a la trata de personas como delito e impuso penas que, cuatro años más tarde, fueron aumentadas. La reforma de 2010 también eliminó al consentimiento de la víctima como eximente de toda responsabilidad penal y obligó al Estado a promover la reinserción social de las mujeres que caen en estas redes.

Estatización de las AFJP. La reforma del sistema previsional menemista, a través de la estatización de las jubilaciones, será recordada como otra de las leyes más relevantes de la última década, sancionada con apoyo de diversos partidos y severos cuestionamientos del kirchnerismo al sistema de capitalización implementado durante el período neoliberal. Algunas voces acusaron al Gobierno de querer “hacer caja” con los fondos de las jubilaciones.

Banco de datos genéticos. La Ley impulsada por las Abuelas de Plaza de Mayo garantizó la obtención, almacenamiento y análisis de la información genética que sea necesaria como prueba para el esclarecimiento de delitos de lesa humanidad cuya ejecución se haya iniciado en el ámbito del Estado nacional hasta el 10 de diciembre de 1983.

2009

Ley de movilidad jubilatoria. Luego de algunos traspiés, el kirchnerismo logró convertir en ley el proyecto insistido desde el Gobierno para que los haberes jubilatorios se ajusten automáticamente dos veces al año, con Amado Boudou por ese entonces al frente de la ANSES.

2010

Matrimonio Igualitario. En el marco de la ampliación de derechos, el Congreso argentino se puso en la vanguardia y habilitó el matrimonio entre personas del mismo sexo, viejo reclamo de numerosas agrupaciones sociales. Fue la única ley que votó Néstor Kirchner como diputado.

Marco Regulatorio de la Medicina Prepaga. Se trató de una de las iniciativas más sobresalientes de un año con pocas sesiones. La ley obliga a las empresas a cubrir las prácticas médicas obligatorias, fijadas en el PMO, así como otras complementarias, que requieran tratamientos específicos.

2012

Expropiación de YPF. Sin dudas, la ley impulsada por el Poder Ejecutivo que dispuso la reestatización del 51% de las acciones de Repsol en la petrolera quedará en la memoria colectiva como uno de los grandes logros del kirchnerismo. La iniciativa fue sancionada con amplio apoyo de la oposición en el marco de una jornada histórica que tuvo lugar entre el 2 y 3 de mayo en el recinto de la Cámara de Diputados. La norma también declaró como “objetivo prioritario” del país el autoabastecimiento de combustibles y la recuperación de la soberanía energética.

Muerte digna. Gracias a esta ley, el paciente en estado vegetativo tiene el derecho de aceptar o rechazar determinadas terapias o procedimientos médicos, dando su consentimiento informado, es decir, la declaración de su voluntad -o, en todo caso, por medio de sus representantes legales-, emitida luego de recibir toda la información necesaria sobre su situación. El texto también deja en claro que, en estos casos, el médico no tendrá responsabilidad civil, penal ni administrativa alguna.

Identidad de género. Otro de los logros que supuso una ampliación de derechos y la igualdad social: el Congreso convirtió en ley con amplio apoyo el proyecto que garantiza la adecuación del DNI a la identidad de género autopercibida, entre otras cuestiones.

Femicidio. El texto, sancionado por unanimidad en la Cámara baja, agravó las penas por homicidios cometidos por “odio de género o a la orientación sexual”. Fue uno de los grandes pasos que dio el Congreso en materia de lucha contra la violencia de género, a partir de casos que tomaron relevancia mediática, como el de Wanda Taddei. También se reforzaron las penas para los casos de “homicidio vinculado”, aquel cometido para dañar a una persona con la que el asesino mantuvo una relación afectiva.

Voto joven. El kirchnerismo logró sancionar la reforma electoral que habilitó el voto optativo a los 16, tras un fuerte escándalo que puso en riesgo la votación. Sectores de la UCR y el FAP se prestaban a votar a favor del proyecto pero el discurso del diputado camporista Andrés Larroque, quien tildó de “narcos” a los socialistas por el conflicto con el ex jefe de la Policía santafesina, levantó la polvareda y todos los bloques opositores se retiraron del recinto. El debate contó con varias audiencias con participación juvenil.

2013

Régimen de empleadas domésticas. De manera unánime, la Cámara de Diputados convirtió en ley en marzo de este año el nuevo Régimen de Contrato de Trabajo para el Personal de Casas Particulares, que reconoce a las empleadas domésticas derechos y beneficios amparados por la Ley de Contrato de Trabajo en relación a las jornadas, indemnizaciones, licencias y protección del trabajo de menores.

¿Quién puede, abiertamente, estar en contra de estas leyes?

¿Qué alternativa proponen para solucionar los conflictos?

¿Qué dicen entonces cuando dicen que quieren “el bien común”?

¿Cuál es su noción de justicia y soberanía?

¿Será por eso que eligen el silencio?