Aunque parezca mentira, los investigadores llevan años estudiando el mecanismo tras esta claridad mental.
¿Por qué las ideas fluyen cuando estamos en la ducha?
Cuando nos encontramos solos, relajados y sin ningún pensamiento particular, a veces y súbitamente nos aparece ese pensamiento, esas ideas en la ducha que llevábamos horas esperando. O que ni siquiera sabíamos que estaban ahí.
Nos pasa a todos aunque a veces no somos conscientes de ello. Y no solo en la ducha. En otras ocasiones esto ocurre cuando vamos manejando o dando un paseo distraídos.
La pregunta que surge entonces es: ¿Qué se esconde detrás de estas buenas ideas?
La relación entre los momentos de relax y la claridad de ideas llama la atención de la comunidad científica, quienes vienen buscando una respuesta durante mucho tiempo.
Estudios realizados por John Kounios o Mark Beeman, demostraron que existen ciertas conexiones ineludibles y que estas "ideas en la ducha" aparecen más fácilmente cuando estamos en un estado familiar de relax. Pero cuando nos encontramos plenamente relajados o aburridos, no.
La ducha, una lugar especial para las buenas ideas.
El cerebro ha de estar en cierta situación activa, pero no lo suficiente como para tener que estar prestando atención a la tarea. Esto quiere decir que una situación cómoda, mientras realizamos una tarea más bien mecánica, como puede ser el baño, es el escenario ideal para que nuestra mente divague y los pensamientos comiencen a fluir.
Hay que decir que no podemos esperar a que las buenas ideas lleguen por que sí y en cualquier momento. Cuanto más tensos estemos esperando una solución, más difícil será que nuestra mente funcione en este estado.