Cristina respondió, pero lo hizo elípticamente

“Somos más importantes que lo que pueda decir un diario”, aseguró la presidenta desde El Calafate, al inaugurar un hospital modelo de alta complejidad. Qué más dijo (y qué no dijo).

Cristina respondió, pero lo hizo elípticamente

Por:Christian Sanz
Secretario Gral. de Redacción (click en autor)

Cristina Kirchner habló hoy desde El Calafate, en el marco de las actividades de la 138° edición de la fiesta de Aniversario del Bautismo del Lago Argentino. A pesar de que se esperaban definiciones concretas y concluyentes respecto de la imputación que le endilgó el fiscal Gerardo Pollicita, la presidenta habló por elevación al respecto.

"Quiero decirles a todos, con esta vela que me regaló mi querido padre Lito, que también nosotros somos más importantes que los reflectores, que las cámaras y que lo que pueda decir un diario", aseguró la presidenta en un claro mensaje hacia el grupo Clarín.

Si bien es cierto que ese holding es quien encabeza la catarata de información sobre el caso Nisman/AMIA, no se trata de algo que solo “dice un diario”, sino de una acusación que ha escalado a nivel judicial y sobre la cual un fiscal encontró elementos para impulsar su investigación.

Cristina se escudó hoy, una vez más, en los logros del pasado, como si ello alcanzara para opacar la dura inculpación a la que fue sometida el viernes pasado. "Estas velas van a estar siempre encendidas en el corazón del pueblo y siempre va a haber un argentino que, cuando quieran avanzar sobre nuestros logros, volverá a encender la vela para que nunca más se apague la llama de la patria", dijo al respecto la jefa de Estado.

Cristina insiste en no hablar sobre la imputación que la salpica

Según se desprende de su discurso de hoy, para Cristina lo importante “es dar respuesta a los problemas concretos que tiene la sociedad y nuestra gente, es lo que nos están demandando, salud, vivienda, educación, cultura; de estas cosas nos tenemos que hacer responsables los políticos".

De esa manera, la mandataria dio a entender que es obligación de los políticos ocuparse de las necesidades de la sociedad, pero no de la corrupción.

 ¿No es ese acaso el tópico más importante a los intereses de la ciudadanía?

Sin corrupción, no habría problemas con la salud, ni con la educación ni con la seguridad. Sin embargo, Cristina omite mencionar esa palabra cada vez que habla. No lo hizo hoy, tampoco ayer ni en los últimos actos que le tocó comandar.

La presidenta jamás menciona la palabra corrupción

Finalmente, Cristina habló del supuesto asombro que causa su fortaleza, de cómo aguanta “lo que tengo que aguantar". Como si le hubiera ocurrido una desgracia, algo imprevisto e insalvable. 

A esta altura, alguien debería decirle a la presidenta que solo se trata de una acusación judicial, que aún está verde y que debe madurar al paso del tiempo y la eventual acumulación de evidencia.

"Esto no es para blandos, por eso, cuando se asombraban de lo que hizo ese hombre desgarbado y flaco, y de los que aún se asombran de cómo aguanto todo lo que tengo que aguantar, les digo que aprendí acá en la Patagonia con el viento, el frío, la nieve y el olvido", señaló Cristina.

Lo curioso es que, unos minutos antes del inicio de su alocución, ella misma destacó que los políticos se tienen que "hacer responsables" de dar respuesta a "los problemas concretos" de la sociedad.

Es lo mismo que reclama la sociedad en estas horas: que dé alguna respuesta a la imputación que la salpicó el viernes pasado, sea cual fuere. Lejos de ello, Cristina solo regaló silencios e ironías.

Y lo hizo desde un lugar tan frío como fue su propio discurso.